miércoles, 22 de febrero de 2012

Lección pasada de moda - Javier Marías


Leer el nuevo libro de Javier Marías supone un verdadero placer. "Lección pasada de moda: Letras de lengua" (Galaxia Gutenberg) recopila un total de cuarenta y nueve artículos de opinión, ya publicados en otros medios, cuyo nexo común es el tema que tratan, a saber: la preocupación de Marías sobre las incorrecciones lingüísticas. He de reconocer que estos artículos son de mis favoritos. No sólo se aprende leyéndolos -por ejemplo, los usos correctos de algunas expresiones, el significado exacto de algunas palabras maltratadas, las traducciones correctas de falsos amigos ya adoptados por los hablantes descuidados, etc.- sino que se disfrutan por la forma que tiene Marías de usar la ironía en ellos, o de mostrarse abiertamente hastiado de soportar incorrecciones continuamente, en muchos casos. Es realmente divertido leer con qué soltura y sabiduría responde a las cartas que recibe de lectores ofendidos por sus artículos, en las que le acusan de cometer, a su vez, incorrecciones:

A usted le parece "insoportable" mi "loísmo". Está en su derecho,  pero antes de calificarlo de "defecto lingüístico", cerciórese de que lleva razón. Señalar como defecto lo que precisamente es correcto sí que me resulta a mí insoportable.
"Bachillerato con adultos", pág. 41.


Una buena cantidad de artículos tratan el tema de la ya cansina corrección política del lenguaje. Marías señala multitud de ejemplos, provenientes del mundo de la política muchas veces pero también de colectivos de todo tipo, que solicitan sin cesar que se incluyan en el DRAE los términos y expresiones que ellos usan tal y como ellos los usan, sin detenerse primero a valorar, como bien explica Marías sin descanso, que el lenguaje está en continua evolución y que la RAE no obliga ni impone su uso correcto, solamente aconseja acerca de él. Además, la inclusión de nuevos términos o de nuevos significados para los ya existentes no implica ni asegura en ningún caso que los hablantes vayan a utilizar en su día a día esos nuevos usos. Son precisamente los hablantes quienes hacen que la lengua evolucione, y así éstos se vaya reflejando, sin mayores aspavientos, en el DRAE. No obstante, y pese a pertenecer a la RAE, Marías critica en más de una ocasión sus decisiones, que realmente resultan grotescas y absurdas en algunos casos (personalmente, no entiendo la famosa decisión de suprimir las tildes, ¿se imaginan el caos?)

Siguiendo con lo políticamente correcto, Marías insiste sin cesar en lo absurdo de empezar a utilizar términos como "jueza" cuando los dentistas varones jamás han sentido la necesidad de algo como "dentisto" para identificarse, por poner sólo un ejemplo. Pero son cientos, la sociedad está idiotizada. 

Lo más importante, sin embargo, es la reflexión que aparece al menos en dos ocasiones y que aporta una luz aún mayor a la cuestión lingüística que todos estos pequeños ejemplos tan aburridos. Y es que controlando desde arriba nuestro idioma, nuestros usos y costumbres, señalando como incorrecto lo que políticamente no interesa en su momento... consiguen controlar el instrumento -el habla- con el que pensamos y, de esta manera, conseguirán controlar también nuestro pensamiento. NO lo permitan, se lo ruego: el idioma es una de las pocas cosas, aunque muy poderosa, que tenemos para defendernos. Si también consiguen arrebatárnoslo, estamos acabados. Lean, escriban y hablen, y esfuércense siempre en hacerlo mejor, es importante.

sábado, 4 de febrero de 2012

EN EL DELTA DEL NILO


La joven esposa lloró sobre su comida,
en el hotel, después de un día en la ciudad,
donde vio a los enfermos que se arrastraban y yacían
y niños que debían morir fatalmente.


Ella y el marido subieron a su cuarto
donde esparcieron agua para ocultar la roña.
Se fueron a sus camas sin muchas palabras.
Ella cayó en un sueño pesado. Él se quedó despierto.


Fuera, en la oscuridad, pasó un gran ruido.
Murmullos, pasos, gritos, vagones, cantos.
Andaban necesitados. No cesaban nunca.
Y él se durmió enredado en un no.


Llegó un sueño. Él viajaba por mar.
En el agua gris hubo un movimiento
y una voz dijo: "Hay uno que es bueno.
Hay uno que puede verlo todo sin odiar".


"Deshielo a mediodía", Tomas Trasntrömer
Nórdica, 2011

sábado, 28 de enero de 2012

fragmento de "La Montaña Mágica" - Thomas Mann


-No es una ilusión. En invierno los días se alargan y cuando llega el más largo, el veintiuno de junio, a principios de verano, se vuelven a acortar, se van reduciendo mientras se avanza hacia el invierno. Te parece natural, pero si lo consideramos desde otro punto de vista, puede uno sentirse poseído de la angustia del momento y estar dispuesto a agarrarse a cualquier cosa. Es como si el bromista de Till Eulenspiegel dispusiera las cosas de este modo para que a principios del verano el otoño... Uno se siente arrastrado por un círculo con la esperanza de algo que es de nuevo un punto de inflexión. No se hace más que girar. Todos esos puntos de inflexión de que se compone el círculo no tienen extensión, el punto de inflexión no puede ser medido, no hay por tanto rumbo de continuidad, y la eternidad no es una "línea recta", sino un "carrusel".
-¡Basta!
-Fiesta de solsticio -dijo Hans Castorp-. ¡Solsticio de verano! Fiesta de San Juan, los corros, los bailes en torno a las hogueras. Nunca lo he visto, pero parece que es así como los hombres celebraban la primera noche de verano con que comienza el otoño, ese mediodía y esa cúspide anual que empieza luego inmediatamente a descender. Bailan y giran y están alegres. ¿De qué se alegran en su sencillez primitiva? ¿Puedes comprenderlo? ¿Por qué están tan contentos? ¿Porque ya se desciende hacia las tinieblas o porque  se había ido subiendo hasta llegar al instante, al inevitable punto solsticial, la medianoche de verano, la cúspide melancólica en su presuntuoso exceso de fuerza? Lo digo tal como es, con las palabras que se me van ocurriendo. Es un orgullo melancólico y una melancolía orgullosa lo que les hace bailar, lo hacen positivamente por desesperación, si así puede decirse, en honor al movimiento circular y de repetición eterna sobre la línea de dirección en la que todo se repite.
-Yo no puedo decir eso -murmuró Joachim-, haz el favor de no suponer lo que pienso. Creo que te ocupas de cosas muy difusas cuando por las noches permaneces tendido en el balcón.

"La Montaña Mágica", Thomas Mann
Barcelona: Plaza & Janés, 2000.

viernes, 27 de enero de 2012

Eclipse con Rimbaud


He pasado la mitad de mi vida en la oscuridad.
He descargado camiones de oscuridad.
He bebido toda la oscuridad.
He dormido con la oscuridad.
He amado la oscuridad y me he acostado con ella.
He tocado las piedras de la oscuridad hasta herirme las manos.
He repetido tu nombre en la oscuridad.

Los pescadores cantan en la niebla de la oscuridad.
Los jóvenes sin vida están despiertos en la oscuridad.
Los músicos y las rameras guardan su corazón en la oscuridad.

He soñado con la oscuridad la mitad de mi vida.
He hospedado mi juventud en el cáñamo de la oscuridad.
He desnudado a la oscuridad y gozado con ella.
He acariciado con dedos de pastor el sexo de la oscuridad.

La oscuridad es la oración de los acordeones nublados.
La oscuridad vive en las palabras que descifran la muerte.
La oscuridad habita los suburbios de la belleza.

Dad de ladrar al perro de la oscuridad.
Oíd la lepra sagrada de la oscuridad.


"La casa roja" - Juan Carlos Mestre
Calambur: Madrid, 2008.

domingo, 22 de enero de 2012

Lección pasada de moda: Letras de lengua (nuevo libro de Javier Marías)


Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores
Barcelona: Enero, 2012


El medio centenar de textos que compone el presente volumen (cuarenta y nueve, seamos exactos) fueron publicados por vez primera en periódicos, en forma de columnas semanales en todos los casos salvo cuatro. Es precisamente como se ha ido gestando y ha ido adquiriendo relieve este libro, porque a lo largo de los años se ha perfilado muy claramente la preocupación de Javier Marías por el idioma español, tanto el escrito como el hablado; y llegó el momento cuando pareció preciso reunir estos textos en un libro que permitiera no sólo dibujarse con nitidez esa inquietud por el empleo del castellano contemporáneo sino, asimismo y sobre todo, contribuir a orientar a los hablantes del español y salirles del nuevo al paso a todos quienes lo están maltratando y menoscabando.

lunes, 9 de enero de 2012

"Esquizofrénicas o La balada de la lámpara azul" - Leopoldo María Panero


Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero

hijo de padre borracho

y hermano de un suicida

perseguido por los pájaros y los recuerdos

que me acechan cada mañana

escondidos en matorrales

gritando por que termine la memoria

y el recuerdo se vuelva azul, y gima

rezándole a la nada porque muera.

domingo, 1 de enero de 2012

2011. Las mejores lecturas.

Es inevitable, llega esta noche y nadie escapa a la melancolía. La euforia de la gente en la calle, el colorido que anula el poco frío que hace y el sonido de los petardos atronadores hacen que de alguna forma uno se obligue a hacer recuento, uno, de lo que sea. Por alguna razón somos incapaces de evitar tener la sensación de que algo termina para dejar paso a algo nuevo... que será mejor, queremos pensar que siempre será mejor.

Mi recuento es acerca de los libros que he ido comentando aquí a lo largo del año (ya de por sí, mis favoritos). Los que me han gustado tanto, tanto, como para convertirse en inolvidables, emocionantes y geniales, son los siguientes...


La poesía de Leopoldo María Panero fue un hallazgo espectacular, leerle supone transitar por caminos muy oscuros pero cargados de sabiduría y de referencias magistrales, por eso fue un honor poder estrechar su mano cuando firmaba ejemplares en la caseta de la Feria del Libro.
Asco y Vivir y morir en Lavapiés, del zamorano Barrueco, dos novelas que se han publicado con muy pocos meses de diferencia y que harán las delicias de todos aquellos quienes disfruten de la literatura de la nueva generación de escritores que sabe lo que hace, que escribe por absoluta vocación y dedica a la escritura muchas horas de cada uno de sus días, llenando páginas de historias encantadoras y muy bien escritas detrás de las cuales se agazapan multitud de referencias de la más alta calidad literaria.

Qué decir de Cărtărescu... probablemente sea el autor que he descubierto que más me ha impactado este año. Su forma de narrar es indescriptible, magistral, evocadora, sutil, onírica... increíble y perfecta. Cegador me encantó pero Lulu me marcó de una forma especial, fue un descubrimiento realmente genial.




Independientemente de que Los enamoramientos haya sido considerada por muchos medios la novela del año o no, para mí siempre es una fiesta cuando se publica una obra nueva de Javier Marías, y en este caso no iba a ser menos. Como seguidora acérrima, incansable y voraz de Marías desde hace ya 10 años, esta novela no se encuentra entre mi trío de favoritas teniendo en cuenta el resto de su obra (que he leído completa) y, aun así, me parece que es una gran novela, está maravillosamente bien escrita y merece todos y cada uno de los premios y reconocimientos que le han otorgado desde su publicación, en estos meses.

También han sido un hallazgo otros libros, y me han deparado muchas horas de compañía y me he reconocido en sus líneas. Por ejemplo, he leído varios libros de Robert Walser, aunque no los haya reseñado todos, y me han parecido estupendos. Es un escritor magistral, de los grandes.

Leyendo a Vila-Matas pensé seriamente que podría haberse convertido en mi escritor favorito si hace años no hubiera descubierto a Javier Marías, que ocupó ese lugar sin remedio. Vila-Matas tiene en su literatura muchas de las características que encuentro en la de Marías y que me hacen adorarla: es sobre todo la consistencia y la coherencia a lo largo de toda su obra, los paralelismos que establece en artículos y novelas, son señas de identidad que los incondicionales reconocemos y nos hacen sentir dentro, como si de alguna forma perteneciésemos a ella. No sé explicarlo de otra forma, supongo que hay que leerlo y darse cuenta.

Querría poder habitar los mundos que surgen de la imaginación de Gaiman: oníricos, mitológicos, irreales y perfectos. El libro del cementerio, Stardust, American Gods y la mítica e impresionante The Sandman son obras que pertenecen a la más alta literatura y que se han instalado para siempre en mi imaginario de género fantástico (en todos los sentidos, esta vez). Adoro a este tipo, y no sé de nadie que después de leerle y de conocer también la obra musical de su pareja, Amanda Palmer, no planee alguna artimaña para engañarles y llevarles a vivir a su salita de estar para siempre.

Mi propósito para 2012: leer más.

Besos mil.

sábado, 24 de diciembre de 2011

"Los enamoramientos", de Javier Marías, mejor libro del año 2011 según Babelia.


Que Babelia decida ahora que "Los enamoramientos" es la mejor novela del año 2011 no quiere decir que no haya otras mejores o que hayan cosechado más éxitos de ventas y de críticas. Habrá tantas listas como lectores; se alegrarán sus incondicionales (nos alegramos, de hecho) y se tirarán de los pelos sus detractores (algunos aliviarán su enfado y perderán su valioso tiempo en insultar por este reconocimiento a Marías bajo un nick, como ya ha sucedido, qué pena). Para la gran mayoría de la población que, como ya sabemos, no lee mucho, esta noticia será ignorada. 


Pero que a tu escritor favorito le obsequien con un reconocimiento público, o le otorguen un premio, por menos relevantes que éste sea, hace que uno se sienta en parte ganador: como cuando se disputa un partido y gana tu equipo (supongo); o como cuando vence tu canción favorita en Eurovisión (valga como ejemplo frívolo); o como cuando un amigo o una persona muy querida (como es el caso) obtiene una recompensa por un trabajo bien hecho. Cada vez que aparece la noticia de un nuevo premio para Marías, en parte me siento también victoriosa, y comparto a distancia su alegría.

Comparada con el resto de la obra de Marías, quizá "Los enamoramientos" no sea su mejor libro (sin menospreciarlo de ningún modo, me parece un libro fantástico, pero no hay que olvidar "Tu rostro mañana", "Corazón tan blanco", "Mañana en la batalla piensa en mí", "Los dominios del lobo" y un largo etcétera, libros con los que Marías se puso a sí mismo el listón muy alto). Supongo que quizá haya cosechado mucho éxito de lectores y críticos por ser una novela muy asequible (sin esas habituales y difíciles "regresiones" suyas, como escuché el otro día por ahí a alguien...) y técnicamente impecable (como siempre).

Feliz de seguir recomendando a Marías sin descanso. Mi enhorabuena, Majestad.

sábado, 3 de diciembre de 2011

"La jaula" - Javier Serrano


“La jaula” es una novela magistral, intemporal, redonda, metafórica y absolutamente envolvente. La historia parte de un hecho insólito y dramático: Bastián Bastián, humilde pasante de notaría, despierta de un letargo y se sorprende encadenado y rodeado de presos dentro de un furgón que les abandona en una extraña prisión sin puertas de la que sin embargo no es sencillo escapar. La prisión, de arquitectura circular, evoca la Utopía de Platón, apresando en su interior una sociedad extraña compuesta por reos que cada día realizan maquinalmente las mismas tareas grises y desprovistas del más mínimo ápice de humanidad o calidez.

Su única función es fabricar muñecas artesanales y burdas, a cambio de las cuales consiguen la comida que les mantiene vivos. La prisión circular está rodeada de un vasto paraje absolutamente desértico sin rastros de civilización o vida animal. Viven aislados, balanceándose en un limbo fuera del tiempo y del espacio. Estos matices inquietantes y la permanente sensación de agobio recuerdan (y hacen que este texto esté a la misma altura) a novelas tales como “El país de los ciegos” de H.G. Wells o “El desierto de los Tártaros” de Dino Buzzati.

Es una historia opresiva y brutal, una suerte de distopía circular en la que, aunque sus personajes intenten con todas sus fuerzas y recursos escapar a su destino gris, una y otra vez vuelven, sin remedio, al punto de partida inicial. Esta trama es la metáfora perfecta de un sentimiento de impotencia aplicable a muchos ámbitos y situaciones de la existencia humana. La imagen del hombre como jaula de sí mismo planea como un ave al acecho a lo largo de toda la narración.



Imagen: "Blancanieves" (Edelvives). Por Benjamin Lacombe

domingo, 20 de noviembre de 2011

"Lulu" - Mircea Cărtărescu


Hace unos días afirmaba que "Cegador" desprendía la luz rara de lo grotesco. “Lulu”, libro en el que Cărtărescu explora las claves de su adolescencia, también encaja bajo esa definición: el texto comienza de una forma más objetiva y lineal pero, a medida que avanza, se sumerge igualmente en las aguas de lo soñado.

“Lulu”  es un experimento: supone un punto y aparte en la carrera literaria de Mircea Cărtărescu. Hasta el comienzo de la redacción de “Lulu”, había tenido mucho éxito, sobre todo con sus relatos, y adquirido reconocimiento mundial. Pero hay algo en su interior, una puerta que permanece cerrada desde hace muchos años, que le impide seguir adelante con normalidad, por eso se retira para escribir el texto que le eliminará de todas formas: si no consigue abrir esa puerta a golpe de pluma, morirá ahogado por su propia angustia y le encontrarán, ya descomponiéndose, volcado sobre el texto, fundiéndose con él.

(...) Mi sangre debe de haberse mezclado con remolinos de aire y debe de haberse cargado de islas de cuajo. Envejecido por filones de linfa, saliva, bilis y esperma, mi sistema arterial ha reventado como los viejos conductos de gas y, sin embargo, tengo que dominar los locos latidos de mi corazón, las dilataciones y contracciones de mi cerebro, que bombean adrenalina, tengo que permanecer lúcido hasta el final. Hay que mirar al drama cara a cara, aunque sea solo por un instante. Luego la hemorragia puede irrumpir en los subterráneos de la mente, puede rebosar por las encías y la nariz y caer sobre estas hojas, empaparlas y transformarse en el quinto humor, el jugo azul de la tinta. Me encontrarán como siempre he querido: putrefacto desde tiempo atrás, con la cabeza derrumbada sobre mi manuscrito, pegado a él, uno con él... Él, carne de mi carne; yo, texto de su texto...

Si, por el contrario, consigue abrirla y arrojar luz sobre ese recuerdo oscuro, una parte de él también habrá muerto, pero esa muerte supondrá desprenderse del peso que le atenaza y adquirir alas para comenzar a volar, de una vez por todas libre.

Por eso, “Lulu” es un viaje mágico a las profundidades de la mente. Cărtărescu recorre los lugares más oscuros de su conciencia, a través de recuerdos más o menos vagos, infectados de sus obsesiones y repletos de las mismas imágenes que ya se esbozaban en “Cegador” y que constituyen sus filias y fobias más recurrentes, esforzándose en todo momento (dejándose la piel) por desentrañar las oscuridades de cada instante de su pasado. El lector hace con él el descenso y camina pesadamente por estancias cubiertas de lodo, de mariposas devoradas por horribles arañas, repentinas luces cegadoras, miedos atávicos y sonidos orgánicos de procedencia desconocida. Impresionante y magistral, “Lulu”.

(...) Cuando metían goles aullaban todos al unísono, los gritos de las chicas tapaban entonces los trinos y el susurro de los árboles. ¿Con qué podía enfrentarme a ellos? ¿Con mis miserables versos? ¿Con mi camisa de nylon? ¿Con mis ojos, que no podían fijarse en ningún objeto porque ningún objeto de este mundo les interesaba?

miércoles, 16 de noviembre de 2011

"Cegador" - Mircea Cărtărescu


"Cegador" desprende la luz rara de lo grotesco, de las obsesiones, de los recuerdos umbríos y del inaprehensible mundo de los sueños. Es una historia deslumbrante, brillante (cegadora). Mircea Cărtărescu cuenta aquí su infancia ("Lulu", próxima lectura, recoge su adolescencia), con un inicio que sitúa al lector en uno de sus primeros recuerdos: el pequeño Mircea está dejando pasar el tiempo mirando Bucarest por la ventana de su habitación, un recuerdo objetivo y claro. Pero, poco a poco, de forma progresiva y muy sutil, aparecen escenas delirantes y brutalmente metafóricas que traen al presente sus recuerdos, escenas que proceden del mundo de los sueños y que retroceden a lo primitivo, a los miedos atávicos, llenas de situaciones y de personajes ancestrales. La maestría de Cărtărescu se demuestra cuando el lector percibe esos descensos al mundo de lo irreal sólo cuando ya ha llegado, ya que la línea se cruza con tanta naturalidad y fluidez que no es fácil percibir el cambio. Así, el mundo real y el imaginado que conforman la existencia de todo ser humano se mezclan en una suerte de danza antigua que Cărtărescu nos brinda con artes de prestidigitador.

En estas escenas oníricas y magistrales aparecen de forma recurrente las obsesiones que forman el mundo del escritor, como la composición del cuerpo humano o los insectos. Las mariposas, en concreto, protagonizan una de la escenas más inquietantes y destacables (pero hay tantas) de la narración: aquélla en la que una mujer permanece encerrada en la cabina de un ascensor junto con una mariposa gigante, disfrutando de una existencia desquiciante: este pasaje, en concreto, es demoledor y está maravillosamente bien escrito.



Me ha encantado leer a Cărtărescu y disfrutar de su literatura desgarrada, desnuda y absolutamente pura, así como de la continua conexión que establece con el mundo de lo primitivo que permanece encerrado en lo más profundo de nosotros mismos. Su prosa, de lenguaje preciso y delicado, es la de alguien culto, sensible y sin duda con buenas influencias literarias, todo lo cual invita a continuar buscando sus libros con ilusión y fe de acólito.

(...) En cuanto a lo que está fuera... ¿Pero qué hay, fuera? Sin los fotones que caen sobre los objetos y rebotan en el cristalino de mis ojos -esferas horribles plantadas en un hueso del cráneo-, el mundo sería un fango oscuro de reverberaciones, como el universo de las arañas, para las que sólo existe lo que hace vibrar su red irrisoria. Para mí, la imagen horrorosa de la muerte no es el no ser, es el ser sin ser, es la vida terrorífica de la larva, de la lombriz, de la concha en el fondo del abismo, es la carne viva e inconsciente con la que todos estamos remendados. Recibimos la luz por dos óvulos córneos llenos de gelatina, la convertimos en impulsos eléctricos y la trasladamos a un montón de mucílagos húmedos en una concha caliza. Jamás sabremos cómo una longitud de onda se convierte en una sensación subjetiva, cómo vemos ¿pero cómo vemos, Señor? un pétalo de diente de león. Jamás llegaremos a comprender cómo puede existir lo que en toda nuestra vida no vimos, oímos, probamos, olimos ni tocamos. Nuestra vida: limitada a nuestro universo enrollado sobre nuestro cadáver como una mortaja, como las cintas esteladas de las momias. Nuestro mundo: el campo de nuestras sensaciones. El moho tierno de la luz que nos cubre las pupilas, el fieltro sonoro que nos crece sobre los tímpanos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

"El viajero más lento" - Enrique Vila-Matas


Este libro de artículos es una reedición del mismo título publicado en la colección Argumentos de la editorial Anagrama, en 1992. Recoge una serie de textos aparecidos en diversos medios entre 1968 y 1992 en los que se hace un repaso por la obra de grandes escritores que han influido en la literatura de Vila-Matas como son: Adolfo Bioy-Casares, Céline, Conrad, Kafka, Pessoa, Melville o Robert Walser, a los que se añaden dos textos inéditos.

Me ha encantado leer este libro de artículos en esta nueva edición de Seix Barral, porque suponen una curiosidad, al editarse de nuevo ahora, tanto para los seguidores habituales de Vila-Matas como para quienes se acercan por primera vez a la obra de este autor. En “El viajero más lento” se condensa muy bien la esencia de la escritura de Vila-Matas, y muchos de los artículos son el primer esbozo de lo que luego fueron capítulos, tramas y personajes de sus libros posteriores.

Una de las características principales en la obra de Vila-Matas es el continuo homenaje a sus escritores favoritos, a la alta literatura. Esto significa por un lado que no esconde sus influencias y que ama de verdad la literatura y por otro lado, que el hecho de leer sus libros nos va a abrir nuevos caminos hacia otras obras y otros escritores que no conocíamos. Eso es estupendo.

Además de los artículos que son homenajes a escritores, me quedo con un artículo genial sobre la importancia de los nombres donde se hace un extenso e interesantísimo recorrido por los nombres reales y los apodos de muchos escritores que nos resultan familiares, como Flann O´Brien, Bernardo Atxaga o Joseph Conrad.

También es muy interesante, y divertido, el titulado “Lo que Brando decía”, una entrevista a Marlon Brando tan entretenida como falsa que en 1970 encargaron traducir a Vila-Matas: como no sabía hacerlo, y para no perder el trabajo, se la inventó, y el texto pasó como verdadero durante mucho tiempo. Diez años más tarde, según confiesa Vila-Matas en este libro, cuando desveló el fraude, volvió a publicar ese texto en otra revista, con tan mala suerte que no encontró a tiempo el texto original y tuvo que volver a inventarse la entrevista a Marlon Brando. Todo esto supuso que otra entrevista, esta vez verdadera, a Dalí, no se la creyera nunca nadie. Es una anécdota que representa muy bien la personalidad y la literatura de este escritor: delirante y genial.


viernes, 21 de octubre de 2011

"Sueños de bolsillo" - Francesco Spinoglio



“Sueños de bolsillo” es un libro estupendo, honesto y bien escrito. Se trata de una autobiografía, por lo que partimos de ese pacto tácito y casi espiritual entre escritor y lector, en el que el primero expone los hechos de forma que el segundo ha de dar por sentado que son ciertos. En este caso Francesco utiliza la primera persona del singular pero nos habla a través de su alter ego Tommaso, quién sabe si para variar igualmente el resto de nombres de los personajes y no exponer al público la privacidad del resto, o si es para estar más cómodo a la hora de matizar los hechos y contarlos no de la forma en que sucedieron, sino en la que a él le habría gustado que lo hicieran. Qué importa. El resultado es un libro que engancha al lector desde la primera línea, que es directa y ya nos advierte tanto del tono sin afeites de la narración como de la imaginación sin límite del protagonista: “La cosa empezó así: quería ser un zorro. Rojo, a ser posible.”

El carácter soñador y el espíritu de superación del protagonista destacan en algunos de los pasajes más interesantes del libro como por ejemplo, en el que describe los meses en los que aprendió un nuevo idioma y trabajó mientras estudiaba para ahorrar y volver al lugar de vacaciones familiares para seducir a una chica de la que se había enamorado. Este viaje repleto de tintes mágicos finaliza con una noche en la misma habitación de hotel de Staufen donde, según cuenta la leyenda, Fausto vendió su alma al diablo, y sólo por este pasaje el libro ya merece ser leído. Es inolvidable el ambiente glorioso que se crea en torno a la noche, el aullido del viento y las gárgolas de la catedral que el protagonista ve desde la ventana: el lector, por unos instantes al menos, respira la misma niebla.

A todo esto hay que añadir que la edición física del libro es maravillosa: el texto no tiene ni una sola falta o errata, el tamaño y la fuente son los adecuados y el diseño de la cubierta es sobre todo elegante; se incluyen además estupendas ilustraciones en las hojas previas al texto. Eutelequia es una editorial joven que ha empezado pisando muy fuerte y ya se está haciendo un hueco muy importante en el mundo del libro: no le pierdan la pista.

domingo, 2 de octubre de 2011

Sobre la magia de la música.


La melodía continúa, cambia, se transforma, Krito revive las consecuencias  de aquello, la maldición interior pesando en su vida, la destrucción para siempre de su capacidad de amar, y recordándolo abre los ojos, se contempla con realismo implacable, se abraza a sí mismo donde está, se acepta reconciliado... Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme. Y desde lo alto, desde la noche transfigurada por la música, llega al fondo del pozo el bálsamo del arte, despierta la sensatez de la sabiduría, y Krito empieza al fin a estar en paz... Desde ese momento sólo es oído y sentimiento, olvido de los demás, envuelto en música, inundado de música, apacentado en música. Es pájaro, caballo, navegante, planeta. Es corazón latiendo.


Tarda en darse cuenta de que la música ha cesado, de que abajo no hay apenas ruido. Oye crujir la vieja escalera de madera por las cautas pisadas de una muchacha y las más fuertes del tardío cliente que la sigue hasta la yacija. Oye una voz reclamando agua. La vida le envuelve de nuevo y ve al aulista, soltándose la cinta que mantenía los tubos contra su boca.
-Amigo, amigo -le dice suavemente-. ¿Qué haces con el viento en esos tubos? ¿Cómo lo alargas, lo trenzas, lo frenas, lo aceleras, lo haces saltar o doblegar?
El aulista sonríe y tantea hasta encontrar el jarro del que bebe un trago.
-Esta noche te confesaré mi secreto... No soy yo quien lo hace; es el mismo viento que está vivo y ama los tubos estrechos con las repentinas portezuelas que se abren y cierran. Sí, te diré mi secreto. Cuando nací, en Tracia, mi madrina fue una maga de hierbas, como llamamos allá a las mujeres con poderes ocultos, y no me regaló nada. Mis padres se enfadaron, pues habían esperado que me diese la vista sin la que nací, pero ella sabía que aún no era el momento. Fue más tarde, cuando ya me apuntaba la barba. Un día se me acercó en el monte y sopló tres veces en mis dedos. Por eso el viento los reconoce y ellos a él; por eso ellos le llaman y él les obedece.
-Comprendo -dice Krito, mientras piensa de qué triste o alegre historia personal será transmutación defensiva esta leyenda.
-No, no comprendes -continúa Yarko, cambiando su tono ligero en otro melancólico-, porque aún no he terminado. Después de soplar en mis dedos la maga tocó mi corazón con su mano izquierda y me dejó una cicatriz para siempre. Por eso el viento y mis dedos sólo saben tocar como has oído.
Y ahora Krito sí comprende que en la vida de Yarko hubo otra Kalidea. Se acerca al aulista y abraza a su hermano en lo irremediable.


José Luís Sampedro
"La vieja sirena"
Ediciones Destino, 2006

viernes, 16 de septiembre de 2011

"Caribou Island" - David Vann


Caribou Island” es la nueva novela de David Vann, quien el año pasado nos sorprendió con “Sukkwan Island”, una novela en la que un padre y su hijo adolescente, cuya relación está bastante deteriorada, deciden pasar un año viviendo juntos en una cabaña alejada de la civilización. La lucha contra la naturaleza y su propia lucha interna terminan en un desenlace... léanlo. Pues bien. Ahora, en “Caribou Island”, Vann retoma el tema del aislamiento de la civilización y las relaciones interpersonales tormentosas, solo que ahora se centra en el tema de las parejas. En ese tipo de parejas que, en realidad, no se quieren, y que conviven haciéndose daño día tras día.

Retrata a la perfección la desagradable situación de tener una pareja que no te valora ni te quiere de la misma forma, así como el día a día ocultando sentimientos para no empeorar la situación y la sensación de vacío y angustia cuando sabes que el lugar que ocupas en su vida es secundario. Vivir, a sabiendas o con la sospecha de que existe en la vida de tu pareja otra persona que ocupa el lugar que tú deberías llenar. Desde fuera parece fácil decidir que hay que huir, escapar de esa situación, abandonarla. Pero a veces no se tiene otro lugar al que regresar, y entonces uno se queda, sabiendo que la vida siempre será un poco peor. Es una historia devastadora. “Sukkwan Island” también relataba una historia dramática y dolorosa pero, al lado de “Caribou Island”, sería como comparar un suicidio (Sukkwan) a una muerte lenta y dolorosa (Caribou), según mi forma de verlo.

No obstante, es una novela que se sufre disfrutando, o que se disfruta sufriendo, porque propone unas situaciones realmente angustiosas pero está maravillosamente bien escrita. Las novelas de David Vann se han comparado con “The road” de Cormac McCarthy, y aunque parezca exagerado, porque McCarthy es muy bueno, yo estoy de acuerdo, y recomiendo esta novela brutal a todo aquél que se arriesgue a leerla. Espero opiniones.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...