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domingo, 12 de mayo de 2024

"Antología de poesía queer" - Ángelo Néstore (ed.)

 


Tengo un recuerdo muy bonito esperando sentada en unas escaleras de la estación de Atocha con un libro de Ángelo Néstore en las manos, era "Actos impuros" si no recuerdo mal. Después le perdí un poco la pista y ha sido a través de Txus García como he conocido la noticia de la publicación de este libro. “Antología de poesía queer” es un poemario que nace con el deseo de ser el referente literario que no tuvieron las personas que participan en él. 

En el prólogo, el antologador Ángelo Néstore nos habla de la horrible sensación de no sentir como un hogar el lugar donde naces y creces, ya que existir de una forma distinta a la que tu familia esperaba, muchas veces genera un repudio más o menos evidente y más o menos violento pero siempre terrible, que abre una herida con la que convivirás el resto de tu vida. Cualquier existencia que no se ajuste a los límites que marca la hetero norma dificulta mucho sobrevivir en esta sociedad, de ahí la importancia de contar con referentes. Porque quienes participan en este libro no encontraban personajes queer en los libros que había por su casa o en la televisión de aquella época. O bien eran demasiado escasos y presentados como freaks o personas "de mal vivir".

Los poemas que se recogen en esta antología nacen con una intención abiertamente queer (lgtb, marica, disidente) y nos hacen reflexionar sobre muchos aspectos de la vida en una minoría discriminada por el resto de la sociedad. Este tipo de antologías son perfectas para conocer textos de poetas que no conocías antes, o nombres que te sonaban pero de quienes nunca habías leído nada. Una de mis sorpresas han sido algunos de los poemas de Pol Guasch, de quien me quedo con este:

Cruzada que se cruza
Breve duelo, la épica de los cuerpos:
geometrías, cartografías, mapas y satélites //
las colonizaciones del propio cuerpo
son las cruzadas más perversas:
como quemar la hoja donde escribes
cuál es el camino para volver a casa.

*

Croada creuada
breu dol, l’èpica dels cossos:
geometries, cartografies, mapes i satèl·lits //
les colonitzacions del propi cos
són les croades més perverses:
com cremar el full on escrius
quin és el camí per tornar a casa.


O este poema de Laia López Manrique:

Nora Flood y Robin Vote
Perdonadme, pero tengo que irme.
DJUNA BARNES

La risa de una mujer puede ser el infierno. La/la risa/
risa de /de dos/dos mujeres/mujeres juntas/juntas
puede/puede ser/ser la/la puerta/puerta vacilante/
vacilante de/de un/un refugio/refugio entreabierto/
abierto antesala/antesala de/de un/un rictus/rictus
cautivo/cautivo. La risa de dos mujeres separadas-
roto el lazo- cubierta la mandíbula de hierba y blancas
floraciones- es igual al llanto.


El inicio de uno de los poemas de Roberta Marrero me ha hecho reflexionar. El poema Proletariado del Amor (pensando en S.) empieza diciendo: “Cada una tiene el amor que se puede permitir” y bueno, lo cierto es que hay mucha gente que incluso en el amor vive por encima de sus posibilidades, me temo. Pidiendo préstamos que no va a poder devolver, viviendo al día por no saber gestionar la responsabilidad afectiva y por darse demasiados caprichos, invirtiendo de forma infantil y no reflexiva, engañando en el CV, pidiendo mucho y no ofreciendo nada y muchas veces, también, robando a los demás: dinero, energía, algunos libros, demasiado tiempo y un par de camisetas. Personalmente me sigo quedando con una reflexión similar que aborda esta misma cuestión pero desde otra perspectiva: “Aceptamos el amor que creemos merecer”, una frase de “Las ventajas de ser un marginado”; incluso aunque nos podemos permitir mucho más a veces y a pesar de que esto no aplique para todas las personas.

Y bueno, como lo mejor hay que dejarlo siempre para el final, vamos con los poemas de mi querido Txus García que, si bien algunos ya los conocía, siempre es un placer reencontrarse con su musicalidad y con la rabia, el desgarro y la verdad que desprende siempre todo lo que escribe (…tu hijo te ha salido trovador). Sinceramente, los transcribiría todos aquí pero me voy a quedar solo con uno. Me tienta compartir “Panspermia” porque inicia con una cita de Space Oddity de David Bowie y bueno, yo contra eso no me puedo defender, me derrito inmediatamente y además el poema me ha encantado. Pero me decanto por compartir por aquí “Poeto”, que le va como anillo al dedo a algunos personajes del mundillo literario que sobreviven a base de engañar a sus lectores y siendo terriblemente ridículos, no me pidáis nombres porque no los daré.


Poeto

La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.
Federico García Lorca

La mujer que escribe poesía es una poeta el
hombre que escribe poesía, como muchísimo,
es un poeto.
Gloria Fuertes


Intento respetable de aedo burgués,
pertrechado con viejuno chaleco de lana
y gafas bien espesas de la experiencia,
mudas en calcomanía de maestros tuyos:
esos papanatas gagá de la poesía
que aún presentan en literarios círculos.

Desde tu rancia habitación de solterona
urdes sin mesura magnos libros de poética,
poblando el pastel editorial de opiniones doctas,
de ridículos letrazos autopublicados,
clonando estrofas para algún premio local.
Manejas afectados vocabularios
midiendo rimas con escuadra y cartabón.

Tu reino sí es de este mundo.
Truhán, señor jocoso y respetable ponente,
sustentado en vino, festivalillos, palabros.
Jamás mancharte las manos de tierra o mierda*,
necio acallas armas cargadas de futuro**.

Denostas a vivos y muertos que osan escribirse,
achicas este literario espacio para sólo caber tú.
Entregas avaro pero complacido tu verso,
recitándole encima a bajita voz monocorde y seductriz:
tanto talento tuyo tampoco lo captará la turba,
y las titis te esperan luego en el bar.

Tu alimento es el pellejo arrancado de tus amigos,
los versos de algún aspirante más joven,
y, por supuesto, las carnes de poetisas incautas
o de cualquier gañán que no genuflexiona
ante tu copón bendito de santa sangre magistral.

Pero hoy un niño dijo: «¡Pero si va desnudo!».

Y es que cada vez que abres el verso,
precioso poeto mío,
allá en el medioevo muere un trovador.

*«Allí donde huele a mierda / huele a ser», Antonin Artaud.
*«Maldigo la poesía concebida como un lujo / cultural por los neutrales / que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. / Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse», Gabriel Celaya.


Esta agradable antología incluye además algunas sorpresas al final. Hay algunas páginas dedicadas a recoger el detalle de la procedencia de los poemas, semblanzas de les autores y una última sección llamada "Nuestra biblioteca abierta y extraña" donde todes les participantes de la antología recomiendan algunas de sus lecturas de cabecera. Algunos de los libros ya los conozco y de otros he tomado nota para leerlos porque me parece una selección muy buena. Con esto se cumple la máxima de que unos libros llevan a otros: en este caso no solo podemos saltar a otros libros de les participantes sino que también podemos dejarnos llevar por algunos de sus libros favoritos, y conocer los referentes literarios de aquellas personas cuya pluma admiras (¡en todos los sentidos, por supuesto!), siempre es un regalo.

Por favor asomaos a esta recopilación de poemas queer, su lectura es tan reconfortante y gratificante, entre líneas se desprende tanta verdad, lucha y ternura que, si el objetivo era construir entre todas un hogar y que este libro fuese un refugio, en mi caso desde luego lo han conseguido porque estas lecturas realmente son un poco como volver a casa.

A los cinco días de publicar esta reseña, Roberta Marrero decidió irse dejando tras de sí un mensaje de amor que nos debe recordar que la lucha por los derechos lgtbiq+ sigue siendo necesaria. Y por supuesto, “¿Por qué ser una sola cosa cuando puedes ser miles?” Que la tierra te sea leve, Roberta. 



sábado, 19 de marzo de 2022

Algunos poemas de Diane di Prima

 

El 6 de marzo de 2008, Diane di Prima (1934-2020) protagonizó un encuentro literario en la Universidad de California en Berkeley. Este vídeo es solo un fragmento del vídeo original en el que di Prima realiza un largo recorrido a través de sus poemas.

Este pequeño vídeo corresponde a la lectura del poema 'Song for Baby-O, unborn' que a continuación transcribo, seguido de otros que también me han impactado.

Song for Baby-O, unborn
Sweetheart
when you break thru
you'll find
a poet here
not quite what one would choose,

I won't promise
you'll never go hungry
or that you won't be sad
on this gutted
breaking
globe

but I can show you
baby
enough to love
to break your heart
forever

Nana para un bebé, antes de nacer
Cielo
cuando te abras paso
encontrarás
una poeta
apenas la opción ideal.

No puedo prometerte
que nunca pasarás hambre
o que no estarás triste
en este mundo
descuartizado
y reducido a cenizas

pero puedo enseñarte
cielo
a amar tanto
que tu corazón se rompa
por siempre jamás

...


Poem of refusals
No strong men in shirtsleeves
striding thru
my kitchen: warm & obtuse.
No me curled-like-kitten around
a sleeping child & smiling
seductively.
No short skirts, no long
breaths; I will not
glance sidelong after reading a poem
to see
if you understood it.
No cozy patios, front yards
my cats
will never be fat. No one
will put me on a T-shirt;
I may never
learn to put on my own make-up.
Don' wanna sit
quiescent in the car while someone else
drives. No circles to go
around in. No checkerboard
linoleum. No.
No dishwasher; washing machine
unlikely. No flowers,
good legs, plaintive
poems about marriage. Wind
is what men are, & my poems
the sea. Children like grass
on the hills  they hang
in there. Or like a forest.
They don't come & go.
No rainbows. Only pelicans
flopping clumsy, hoping
for that one
Big Fish. You can bet
I won't be wistful, let it go by
wondering later what it could have been like.
My memories run together.
And I'm none too sure now
who did what to whom.
What we did wrong.
But I burned the script
where I meet your eyes & smile.

Poema de los rechazos
No habrá hombres robustos encamisados
dando zancadas a través de
mi cocina: cordiales y obtusos.
No habrá una versión de mí misma arrullando
un bebé adormecido y sonriendo
seductora.
No habrá faldas cortas, ni largos
suspiros; no
miraré de reojo después de leer un poema
para ver
si lo entendiste.
No habrá patios acogedores, ni jardines
mis gatos
nunca estarán gordos. Nadie
vestirá camisetas con mi rostro;
quizás nunca
aprenda a maquillarme sola.
No quiero sentarme
tranquilamente en el coche mientras otro
conduce. No habrá círculos
en los que dar vueltas. No habrá linóleo
a cuadros blancos y negros. No.
No habrá lavavajillas; lavadora
improbable. No habrá flores,
piernas atractivas, poemas
lastimosos sobre el matrimonio. Viento
es lo que son los hombres, y mis poemas
el mar. Las niñas y los niños como la hierba
sobre las colinas  lo resisten
todo. O como un bosque.
No vienen y se van.
No son arcoíris. Tan solo pelícanos
que aletean torpemente, esperando
atrapar ese único
Gran Pescado. Puedes estar seguro
de que no me pondré nostálgica, al dejarlo pasar
preguntándome luego por lo que podría haber sido.
Mis recuerdos se entremezclan.
Y ya ni siquiera estoy segura
de quién le hizo qué a quién.
En qué nos equivocamos.
Pero he quemado el guión
en el que nuestras miradas se cruzan y yo te sonrío.


...

No problem party poem
first glass broken on patio no problem
forgotten sour cream for vegetables no problem
Lewis MacAdam's tough lower jaw no problem
cops arriving to watch bellydancer no problem
plastic bags of melted ice no problem
wine on antique tablecloth no problem
scratchy stereo no problem
neghbor's dog no problem
interviewer from Berkeley Barb no problem
absence of more beer no problem
too little dope no problem
leering Naropans no problem
cigarette butts on the altars no problem
Marilyn vomiting in planter box no problem
Phoebe renouncing love no problem
Lewis renouncing Phoebe no problem
hungry ghosts no problem
absence of children no problem
heat no problem
dark no problem
arnica scattered in nylon rug no problem
ashes in bowl of bleached bone and juniper berries no problem
lost Satie tape no problem
loss of temper no problem
arrogance no problem
boxes of empty beer cans & wine bottles no problem
thousands of styrofoam cups no problem
Gregory Corso no problem
Allen Ginsberg no problem
Diane di Prima no problem
Anne Waldman's veins no problem
Dick Gallup's birthday no problem
Joanne Kyger's peyote & run no problem
wine no problem
coca-cola no problem
getting it on in the wet grass no problem
running out of toilet paper no problem
decimation of pennyroyal no problem
destruction of hair clasp no problem
paranoia no problem
claustrophobia no problem
growing up on Brooklyn streets no problem
growing up in Chicano Texas no problem
bellydancing certainly no problem
figuring it all out no problem
giving it all up no problem
giving it all away no problem
devouring everything in sight no problem
    what else in Allen's refrigerator?
    what else in Anne's cupboard?
    what do you know that you
        haven't told me yet?
no problem.    no problem.    no problem.

staying another day no problem
getting out of town no problem
telling the truth, almost no problem
        easy to stay awake
        easy to go to sleep
        easy to sing the blues
        easy to chant sutras
what's all the fuss about?

it decomposesno problem
we pack it in boxesno problem
we swallow it with water, lock it in the trunk,
    make a quick getaway.    NO PROBLEM.

No pasa nada, poema para una fiesta
el primer vaso roto en el patio no pasa nada
se olvidó la crema agria para las verduras no pasa nada
la mandíbula dura de Lewis MacAdam no pasa nada
llega la pasma para ver danza del vientre no pasa nada
bolsas de plástico de hielo derretido no pasa nada
vino sobre manteles antiguos no pasa nada
disco rayado no pasa nada
el perro del vecino no pasa nada
entrevistador de Berkeley Barb no pasa nada
no hay más cerveza no pasa nada
no hay más hierba no pasa nada
habitantes de Naropa que miran de soslayo no pasa nada
colillas sobre los altares no pasa nada
Marilyn vomitando en la maceta no pasa nada
Phoebe renunciando al amor no pasa nada
Lewis renunciando a Phoebe no pasa nada
fantasmas hambrientos no pasa nada
no hay niños no pasa nada
calor no pasa nada
oscuridad no pasa nada
árnica esparcida sobre la alfombra de nailon no pasa nada
cenizas en el bol de hueso blanqueado y enebrinas no pasa nada
perder el casete de Satie no pasa nada
perder la paciencia no pasa nada
arrogancia no pasa nada
cajas de latas de cerveza vacías y botellas de vino no pasa nada
miles de vasos de poliestireno no pasa nada
Gregory Corso no pasa nada
Allen Ginsberg no pasa nada
Diane di Prima no pasa nada
las venas de Anne Waldman no pasa nada
el aniversario de Dick Gallup no pasa nada
el peyote y el ron de Joanne Kyger no pasa nada
vino no pasa nada
coca-coa no pasa nada
la gente follando sobre el césped mojado no pasa nada
acabar el papel higiénico no pasa nada
fundirse la menta poleo no pasa nada
se rompe la horquilla no pasa nada
paranoia no pasa nada
claustrofobia no pasa nada
crecer en las calles de Brooklyn no pasa nada
crecer en el Tíbet no pasa nada
crecer en el Texas chicano no pasa nada
la danza del vientre definitivamente no pasa nada
comprenderlo todo no pasa nada
desprenderse de todo no pasa nada
regalarlo todo no pasa nada
devorar hasta donde alcance la vista no pasa nada
    ¿qué más hay en el refrigerador de Allen?
    ¿qué más hay en la despensa de Anne?
    ¿qué sabes tú que no me has contado todavía?
no pasa nada.    no pasa nada.    no pasa nada.

quedarse un día más no pasa nada
pirarse de la ciudad no pasa nada
decir la verdad, apenas pasa nada
        fácil mantenerse despierto
        fácil quedarse dormido
        fácil cantar blues
        fácil entonar los sutras
¿por qué tanto alboroto?

se pudreno pasa nada
lo metemos en cajasno pasa nada
lo tragamos con algo de agua, lo encerramos en el maletero,
    huimos con rapidez.    NO PASA NADA.


 
Todos los textos proceden de esta antología de poemas de Diane di Prima editada por Torremozas (2021): "Quita tu cuello degollado de mi cuchillo". De la maquetación, el diseño de cubierta y la traducción, ya hablamos otro día.


domingo, 11 de octubre de 2020

"El valle de las mariposas" - Inger Christensen


Desde que se publicara “Alfabeto” en 2014, la editorial Sexto Piso ha seguido apostando por una de las eternas candidatas al Nobel de Literatura, Inger Christensen, introduciéndola en el panorama literario español con fabulosas traducciones y una inmejorable presentación, como nos tienen acostumbrados. Hace tan solo unas semanas, se ha publicado “El valle de las mariposas”, que supone la tercera de sus obras que Sexto Piso incorpora a su catálogo.

La originalidad de la poesía de Christensen es debida sobre todo a las estructuras en las que se enmarcan o que vertebran sus poemas: para ello, utiliza sistemas que pueden provenir de cualquier campo (artístico, científico). Para la composición de “Alfabeto” se basó en la sucesión de Fibonacci y “Eso” está relacionado con la teoría de las preposiciones del lingüista danés Viggo Brondal.

En “El valle de las mariposas”, si leemos con atención y recordamos pasajes de sus libros anteriores, encontraremos ecos de versos que ya conocemos y que, con pocas variaciones o ninguna, aterrizan de nuevo entre estas páginas para aportar consistencia al conjunto de la obra y servir de hilo conductor, en una suerte de intertextualidad que suele ser muy bien recibida por el público más fiel.

“El valle de las mariposas” se compone a su vez de varios libros, cada uno de ellos tiene su propia personalidad y razón de ser, pero empecemos por el principio. El primero de ellos, “Escaleras de agua”, se construye en torno a las fuentes de las plazas de Roma y utiliza estructuras repetitivas. Hay un “modelo” de poema que se va retorciendo y exprimiendo, del que se quita y se pone, que se pervierte al antojo de la autora, hasta que, vertiginosamente, se va convirtiendo en muchos otros derivados o ecos de sí mismo. 

Personalmente, los primeros poemas sí me conquistaron porque me trasladaron automáticamente a las desordenadas callejuelas romanas, a mis paseos hasta la tumba de Keats y a la sensación de no aburrirme nunca viajando sola que en buena parte le debo a Italia. Sin embargo, este primer libro me terminó pareciendo un ejercicio literario que tras la buena impresión inicial, me sacaba del texto a fuerza de repetir la misma información presentada de diferentes formas. Quizá es demasiado experimental para mi gusto y por eso terminó haciéndoseme largo, aunque por supuesto le reconozco el mérito, la originalidad y la capacidad de transmisión a nivel visual, de una forma casi plástica y palpable.

El segundo libro, “Carta en abril”, se construye a partir de un juego artístico y matemático creado cuando su hijo tenía 6 años. Esta estructura permite varias formas de organizar las estrofas y leerlas en diferente orden. En cuanto al contenido, se inspira en los paisajes que atravesaron al viajar y a las observaciones de detalles muy pequeños que la autora recogió de ese viaje (el momento de deshacer la maleta, su hijo dibujando sobre los mapas, las preguntas infantiles de su hijo acerca del mundo que les rodea…), las reflexiones de una madre durante los días en los que de alguna manera el tiempo se detiene solo para ellos de modo que puedan explorar lugares desconocidos que les permitan encontrarse a sí mismos (para qué viajar, si no es de esa manera).

El siguiente libro, “Poema sobre la muerte” es el más corto de los cuatro y se estructura en estrofas de cuatro versos. Leyéndolo, me ha dado la impresión de que se trataba de otro ejercicio donde la autora de alguna manera se obligaba a sí misma a reflexionar sobre la muerte plasmando pensamientos de aquí y de allá, casi cotidianos, sin que haya sucedido en su vida ningún episodio reciente directamente relacionado con la muerte, como podría ser la pérdida de un ser querido


por eso cada vez

que me miro en el espejo

miro a la muerte a los ojos

sin llorar

 

(…)

 

toma a la muerte de la mano

dale una manzana

ve a su tumba

y muerde la manzana tú primero


Puede que sea el libro que más me ha gustado de los cuatro. Me ha parecido precisamente eso, que solo con fijarnos un poco nos damos cuenta de que estamos rodeados de muerte y que, lejos de sumirnos en la desolación, debería hacernos reflexionar para apreciar y sentirnos más vivos. En estos poemas la hace presente y parecen una invitación a no mirar hacia otro lado (vivimos en una sociedad que vive de espaldas a la muerte y nuestra relación con ella está muy condicionada por ese motivo), sino mirarla de frente pero desde la serenidad y quizá, de alguna manera también, la alegría.

El cuarto y último, “El valle de las mariposas. Un réquiem” da nombre al poemario y supone una rareza para la poesía danesa (idioma original de este poemario) ya que utiliza el soneto, una forma poco experimentada en la tradición literaria danesa (sí en la española e italiana). La idea surgió del último soneto o soneto maestro, que fue escrito por el aniversario de una editorial danesa y durante un debate con sus alumnos, Christensen se preguntó si podría ser el punto de partida para crear una corona de sonetos. La versión en español es una auténtica virguería de la traducción, porque mantiene la forma de soneto procurando transmitir a la vez el sentido original del texto de la forma más fiel posible.

Por el momento, ni “Alfabeto” ni “El valle de las mariposas” superan a “Eso”. Y ya sé que no se trata de comparar, y que cada libro tiene su por qué y su propia idiosincrasia. Pero es que “Eso”, para mí, fue un puñetazo en la barriga, una sacudida por los hombros, una lectura que me inspiraba constantemente según avanzaba y que me traía referencias personales de muchas otras lecturas: era literatura, en una palabra. Una obra de la que no sales siendo la misma persona que eras antes de leerlo. Por eso hablaba de ella así en 2015: “Dejemos la mediocridad a un lado. Poesía es lo que hace Inger Christensen.” Estoy segura de que no me perderé nada que se publique en el futuro y que lleve su sello.


domingo, 5 de enero de 2020

"Babel" - Patti Smith




hay una dulzura
en tu boca de muchachita
y las perlas que sujetas
en la palma de tu mano
siempre que extiendes esa mano
te vienes abajo fantaseas
estás circuncidada
agonizada
mortificada
coronada
crucificada
atravesada cuatro veces
sangra tu sagrado corazón
manando y manando
las mujeres lloran a tus pies
doce hombres te dan la vuelta
doce hombres te desean
(nubes de amoniaco tus axilas)
un pez estrella se estremece en tu vientre
y las flechas se desparraman
se desparraman se desparraman
y duelen los músculos de tu corazón
un pez contesta abofeteándote
y tú ruedas sobre ti misma ruedas
en los patios del santuario
con un tosco vestido negro
bendita sea tu caliente boca de virgen
tú serás judas
y el propio cristo
serías María Magdalena
la única mujer
que hizo llorar a  nuestro salvador
pero te meterías mandrax
como la sagrada hostia
abandonándome por el sueño eterno
no te dejaré marchar. no.
desde luego que no. no te dejaré marchar.
no dejaré que se seque la miel
de tu dulce dulce caja
no dejaré que las muchedumbres se ruboricen y atraganten
mientras cargas con tu cruz
no dejaré que las niñas de las flores te abaniquen
tras un gran coche fúnebre negro
no dejaré que las perlas
se derrumben se derrumben
de tu boca de muchachita

domingo, 29 de diciembre de 2019

"El asesino y otros poemas" - Anne Sexton



La poesía de Anne Sexton me recuerda mucho a la de Sharon Olds. Ambas tienen una manera muy similar de trabajar con la violencia. Las dos son delicadas y cuidadosas, artesanas de la palabra, y saben transmitir muy bien las sensaciones del ambiente familiar, en el que de alguna manera todas (las personas) podemos reconocernos.

Una vez situadas en ese refugio seguro, comienzan las sorpresas. Imaginad un sueño en el que un alfarero trabaja apaciblemente haciendo girar su torno, acomodaos en esa escena. Su rostro concentrado y sereno, sus manos sabias moldeando el barro, el aroma dulce de la humedad en la estancia. Ahora, y sin poderlo evitar, la hoja afilada de una cuchilla brota del barro y atraviesa sus manos. Pero no es eso lo que produce la herida: son las palabras, crueles, de su madre o de su padre durante su infancia y adolescencia, la herida no se puede cerrar y cada vez que se recuerda vuelve a abrirse. Algo así sería la poesía de Anne Sexton (tan similar a la de Sharon Olds), que casi siempre oculta una daga entre brumas, que hace referencia a las relaciones humanas.

Para Anne Sexton la escritura formó parte de su terapia psicológica: "se trataba, al parecer, de utilizar las supuestas propiedades curativas de la escritura a fin de que la paciente comprendiera qué estaba ocurriéndole. Efectivamente, comprendió. Comprendió, entre otras cosas, que era adicta a la aprobación masculina (la de su padre, en primer lugar), tanto sexual como intelectual. Comprendió que el papel de la mujer estaba culturalmente impuesto, que era un juego de culpa y poder." Sin embargo, a tenor de su desdichado final, la terapia no obtuvo muy buenos resultados.

Me gusta su forma de señalar con el dedo lo dañino, el resultado, la calidad literaria que surge de ese ejercicio de poner nombre a todo lo que acostumbramos a ocultar, incluso a engañarnos a nosotras mismas (las personas) diciéndonos que no existe, no es, no pasó. Estamos más guapas calladas (las mujeres): Adrienne Rich se preguntaba si el suicidio de Anne Sexton no fue sino una manifestación de la única forma de violencia que se nos permite a las mujeres.

A continuación, transcribo algunos poemas en la traducción de Jonio González y Jorge Ritter:


FANTASMAS
Algunos fantasmas son mujeres,
ni abstractas ni pálidas,
sus senos son tan blandos como peces muertos.
No son brujas sino fantasmas
que vienen moviendo sus brazos ociosos
igual que sirvientes desamparados.

No todos los fantasmas son mujeres,
he visto otros;
hombres gordos de vientres abultados
llevando sus genitales como trapos viejos.
No eran demonios sino fantasmas.
Uno de ellos arrastra los pies descalzos, dando tumbos
encima de mi cama.

Pero eso no es todo.
Algunos fantasmas son criaturas.
No son ángeles sino fantasmas;
ensortijados como rosadas tazas para el té
en cualquier almohada, o pateando,
mostrando sus inocentes traseros, gimoteando
por Lucifer.


CUANDO EL HOMBRE PENETRA EN LA MUJER
Cuando el hombre
penetra en la mujer,
igual que el oleaje rompe contra la costa,
una y otra vez,
y la mujer abre la boca con placer
y sus dientes brillan
igual que el alfabeto,
Logos aparece ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
ata un nudo
de modo que nunca
puedan volver a separarse
y la mujer
trepa a una flor
y traga su tallo
y Logos aparece
y desencadena sus ríos.

Este hombre,
esta mujer,
con su doble anhelo
han tratado de atravesar
la cortina de Dios,
y por un instante lo han conseguido
aunque Dios
en Su perversidad
desata el nudo.



(No incluyo, como de constumbre, el link a la web de la editorial con la ficha del libro, porque este libro no está disponible en el catálogo de Icaria).


sábado, 28 de diciembre de 2019

"Buffalo Bill ha muerto" - e.e. cummings


52

quién eres, pequeño yo

(de cinco o seis años de edad)
que observas desde una alta

ventana:eldorado

ocaso de noviembre

(y piensas:que si el día
ha de convertirse en noche

esto es un hermoso modo de hacerlo)



REFLEXIONES, 1918
IX

una Mujer
                de bronce
triste
                                se yergue
junto a la bocana
una mujer algo vieja
                                               en camisón
                              que sostiene en alto una
antorcha
Siempre
               una mujer cansada
               ha tenido hijos
                                      y Ellos se han olvidado
de vigilar
              Permanentemente
el mar



69

ahora todos los dedos de este árbol(cariño)tienen
manos,y todas las manos tienen gente;y
cada persona concreta está más(amor mío)
viva de lo que cada mundo puede entender

y ahora tú eres y yo soy ahora y nosotros somos
un misterio que no volverá a ocurrir jamás,
un milagro que no ha ocurrido nunca con anterioridad
y brillando este nuestro ahora ha de mudarse en después

y nuestro después será una oscuridad en la que
los dedos estén sin manos;y yo no te
tenga;y todos los árboles sean(no más de lo que cada uno de ellos
deshojado)su silencio en la perpetua nieve

pero no temas jamás(alma mía,hermosa mía
flor mía)pues también después es hasta



X

cuando hayas recibido tu último aplauso,y
el telón final haga desaparecer el mundo,
sumiendo en el desaliento y en un sombrío silencio
ese escenario que no volverá a conocer tu sonrisa,
y te quedes un momento mientras yo te miro
reflexiona en el triste papel que te permitirán representar;
ya veo los grandes labios encendidos,el rostro gris
y los melancólicos y silenciosos ojos de Magdalena.
Las luces han reído por última vez;afuera,la oscura
calle aguarda a aquélla cuyos pies han pisoteado
las necias almas de los hombres hasta convertirlas en polvo dorado:
se detiene en el umbral de la derrota,
su corazón se quiebra en una sonrisaes el Deseo...

el mío también,pequeño poema pintado por dios



LVII

en algún lugar adonde nunca he ido,gozosamente más allá
de toda experiencia,tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más delicado hay cosas que me rodean,
o que no puedo tocar porque están demasiado cerca

tu mirada más leve me abrirá sin esfuerzo
aunque me haya cerrado como unos dedos,
tú siempre me abres pétalo a pétalo como abre la Primavera
(tocando hábil, misteriosamente)su primera rosa

o si tu deseo fuera cerrarme,yo y mi vida
nos cerraremos muy delicadamente,de repente,
como cuando el corazón de esta flor imagina
la nieve cayendo cuidadosamente por todas partes;

nada de lo que podamos percibir en este mundo iguala
el poder de tu intensa fragilidad:su textura
me domina con el color de sus países,
produciendo muerte y eternidad a cada latido

(no sé qué hay en ti que se cierra
y se abre; pero algo en mí comprende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie,ni siquiera la lluvia,tiene unas manos tan pequeñas


jueves, 31 de enero de 2019

"Introducción al límite" - María Alcantarilla


Cuando hace tiempo leí “La edad de la ignorancia” y descubrí a María Alcantarilla, supe que se trataba de una de las grandes.

La recomendé muy seriamente entonces. Me impactó la manera en que hablaba de la necesidad de recuperar el instinto y la inocencia, como una filosofía de vida para sobrevivir en el mundo adulto o, mejor dicho, para ser más feliz y más real en él.

Si os acordáis, os contaba que en “La edad…” había un vaivén de géneros cuando la poeta hablaba en primera persona. Quienes me seguís sabéis que me parece importantísimo utilizar un lenguaje inclusivo no binario, ya que el lenguaje es realmente nuestra única arma para acabar con la lacra patriarcal. Además, mis lecturas siempre incluyen algún tratado sobre teoría de género. Pues bien, en esta ocasión los primeros versos ya nos hablan en un masculino “descarado”. ¿Estamos ante poesía queer? ¿Poesía que no entiende de géneros? ¿O que los entiende tan bien que los utiliza en cada momento según corresponda? Porque si hay algo de esto, me encanta: es algo que se añade a lo genial que ya me parecía la poesía de María antes.

Lo que aquí tenemos son poemas que tratan de la manera de explicarse las ausencias, de dar otra forma a la idea de la muerte, del no-retorno. Habla de lo que nos cuentan acerca de la pérdida, en contraposición a lo que sentimos llegado el caso.

p. 83 
Pero ¿no es el dolor otra fisura,
otro modo de estar y de entender
que quienes viven
aún deben darle al mar todas sus olas?

En una entrevista concedida por la autora, explica que este poemario gira también en torno al “lenguaje como forma de construir, en primer lugar, una identidad y, en segundo lugar, un marco relacional con el resto de personas”. Esa forma de enfrentarse a la literatura me parece hermosa y muy necesaria. Así, la escritura es la manera de dar forma física a los pensamientos y conseguir hacer de todo eso algo útil, que parta desde dentro hacia fuera, y que sea verdad. “Introducción al límite” es, un poco, una manera de purgar (o de sanar) todo aquello que no digo porque fuera del marco poético, además de inentendible, perdería sentido (…) sigo siendo un poco abstracta, me parece que en este libro hay un esfuerzo por traer la idea a tierra".

El poemario se distribuye en cuatro apartados: “Umbral” hace las veces de bienvenida o declaración de intenciones; “Proyección de perspectiva” habla de cuestiones tan dispares y cercanas a la vez como son la maternidad, el odio entre los hombres, el mundo hostil en el que se desarrolla todo, los hijos no deseados, los recuerdos de la infancia, etc. En este apartado hay siete poemas cortos, mas uno largo y denso al más puro estilo Juan Carlos Mestre que brilla y roba el protagonismo al resto. “Punto de fuga” se divide en poemas cortos o muy cortos y lo que más encontramos son pequeñas reflexiones en torno a la muerte.

p.62 Sospecho que no nos conocemos, que existe entre nosotros una sombra parecida a la que el cielo proyecta en las tormentas

No tiene miedo a volver la mirada hacia las cosas menos amables. Por último “Un segundo después” analiza la forma en que morimos y sí, es un tanto tétrico y cruel, pero también realista al mismo tiempo.

p.69 
Quizá la enfermedad sea otro lenguaje.
Quizá aquel hombre sepa
que ha llegado el momento
de intentar aprender un nuevo idioma.

Me sigue alucinando su control sobre el ritmo interno de los versos, su gusto en la elección de las palabras, el modo en que las encadena, como un baile. Cada vez veo que hay más defensores de esa pseudo-poesía que en realidad es un montón de juegos de palabras enlazados, afirman que como les conmueve, es poesía, y me pregunto si todos son filólogos o qué demonios pensarán entonces cuando se enfrenten a poesía de verdad. A un libro como este. En fin.

Sin duda, “Introducción al límite” supone una evolución con respecto a “La edad…”, aunque os prometo que ese poemario ocupa un espacio muy especial en mis estantes. “Introducción…” quizá sea una proeza técnica, una colección de textos más oscuros y maduros, en los que esa destreza de la que os hablaba, se hace más patente.

Además, aunque principalmente nos hable de muerte y enfermedad, que son lugares a los que habitualmente preferimos no mirar, también hay espacio para la ternura y la belleza en este poemario.

p.87 
El milagro y su discreta persistencia
también es invisible.
Hay un hombre observando cómo un mirlo
defiende su terreno
mientras él se pregunta por la vida;
una anciana limpiándole la flema
a un marido lejano
que olvida cada día
hablar con su memoria
pero sabe a quién ama
y acaricia la sombra compartida
como un niño regala la torpeza.
Hay un perro lamiendo
la herida de su dueño, entre basuras,
y alguien mira con celo
la pericia animal y los afectos
como si esto pudiera consolarlo
mientras calla su voz y vuelve a casa.
Porque el milagro y su impúdico tamiz
de gallinita ciega
que nos muestra los pasos acertados,
mientras los desoímos,
inunda cualquier calle.
No es ciego aquel milagro que sucede:
también el corazón cierra los ojos.


domingo, 14 de octubre de 2018

Alfonsina Storni y el mar


He leído estos días "Las grandes mujeres" (Nórdica Libros, 2014) y "Antología mayor" (Hiperión, 2003), y me he empapado de los poemas de brisa con sal de Alfonsina Storni. Podría definirse como poesía de siniestra delicadeza, porque Storni crea poemas mientras da forma con sus manos al dolor que la está rompiendo y que no puede detener. Observa este dolor, lo analiza, lo describe y hace figuras hermosas con él a pesar de todo, pero no sabe cómo hacer que desaparezca.

LXVII
No volverás. Todo mi ser te llama, pero no volverás. Si volvieras, todo mi ser que te llama, te rechazaría. De tu ser mortal extraigo, ahora, ya distantes, el fantasma aeriforme que mira con tus ojos y acaricia con tus manos, pero que no te pertenece. Es mío, totalmente mío. Me encierro con él en mi cuarto y cuando nadie, ni yo misma, oye, y cuando nadie, ni yo misma, ve, y cuando nadie, ni yo misma, lo sabe, tomo el fantasma entre mis brazos y con el antiguo modo del péndulo, largo, grave y solemne, mezo el vacío...

A través de sus textos me la imagino tierna, antigua, inocente, ingenua y mentalmente muy bloqueada. Vivía como con la inercia, sin un objetivo claro, casi sin salida; de hecho, no hace otra cosa que jugar con la idea de la muerte. Sus conceptos recurrentes son el amor, la muerte y el mar, la muerte y el mar, la muerte y el mar, la muerte y el mar...

Crepúsculo
El mar inmóvil,
desprendido de sus mandíbulas,
exhala un alma nueva.
No tiene fondo,
buques hundidos,
almas, abrazadas
a sus algas.
Recién nacido,
la cara de Dios,
pálida,
lo mira.
Buques no lo escribieron.
Hombres no lo descifraron.
Peces no lo pudrieron.
Baja a buscarlo
el sol,
precipitándose en llamas
entre bosques violáceos,
y al tocarle la frente
abre puertas de oro
que calan túnelesespacios desconocidos.
Escalinatas lentas
descienden al agua
y llegan, desvanecidas,
a mis pies.
Por ellas
ascenderé
un día
hasta internarme
más allá del horizonte.
Paredes de agua
me harán cortejo
en la tarde
resplandeciente.

Da la impresión de estar pidiendo a gritos expiar no sabemos qué culpas a través del dolor. En este enlace podéis aprender mucho sobre su trayectoria vital, que es clave para entender por qué escribía estas cosas y de esta manera. Inmigrante, ridiculizada desde niña, guerrera lingüística entre varios idiomas, madre soltera y dependiente emocional de un hombre casado, con quien mantuvo una relación frustrante. Lo tenía casi todo en contra para salir adelante, con el añadido de una época donde sus decisiones vitales la convertían en una mujer estigmatizada. Sin duda era una mujer culta, que escribía con mucha corrección y que presumía de referencias literarias de alto nivel: en sus poemas encontramos citas y alusiones a autores como Baudelaire, Rubén Darío, Gabriela Mistral o García Lorca.

A través de sus poemas creo entender que Alfonsina Storni por alguna razón era incapaz de encontrar la calma y el sosiego, era un ser extremadamente frágil en tanto dependía de otro para ser feliz, y ese otro no estaba, o no como ella creía necesitar (repite incansable la idea de "si no me quieres, me mato"). Y definitivamente, el mar era su obsesión. Incluso a veces pienso que es una masoquista literaria que reclama más dolor para seguir creando, o quizá para seguir viviendo en esa dinámica autodestructiva que era su día a día:

¡Ven, dolor!
¡Golpéame, dolor! Tu ala de cuervo
bate sobre mi frente y la azucena
de mi alma estremece, que más buena
me sentiré bajo tu golpe acerbo.
Derrámate en mi ser, ponte en mi verbo,
dilúyete en el cauce de mi vena
y arrástrame impasible a la condena
de atarme a tu cadalso como un siervo.
No tengas compasión. ¡Clava tu dardo!
De la sangre que brote yo haré un bardo
que cantará a tu dardo una elegía.
Mi alma será el cantor y tu aletazo
será el germen caído en el regazo
de la tierra en que brota mi poesía.

"Las grandes mujeres" contiene muy pocos poemas y es más bien una edición capricho para aproximarse a la literatura de Storni, acompañada en este caso por una pequeña colección de ilustraciones de carácter muy infantil. La "Antología mayor" de Hiperión, por su parte, contiene una gran cantidad de poemas pero es un despropósito de erratas ortotipográficas.

¿Cómo llego hasta Alfonsina Storni? En el momento en el que escucho de casualidad "Alfonsina y el mar", una canción compuesta en 1969 por el pianista Ariel Ramírez y el escritor Félix Luna. Si bien la muerte de Storni es un misterio, se popularizó la hipótesis de que se había hundido en el mar buscando la muerte. A la versión original le puso voz Mercedes Sosa, y no fue hasta hace unos meses que Amaia Romero la superó con una versión propia. Personalmente, creo que la letra de "Alfonsina y el mar" supera con creces a cualquiera de los poemas de Storni, y que esta canción sobre su muerte es lo más hermoso que tenemos con respecto a su vida y a su obra. No tiene que ver con OT, de hecho este año otros concursantes la han versionado destrozándola: tiene que ver con la extremada sensibilidad de Amaia Romero, quien explora como nadie en los matices oscuros casi góticos de siniestra belleza de esta canción, creando una atmósfera densa e irrespirable pero a la vez aterradoramente hermosa a través de esos giros musicales, tan sombríos, y esa letra aparentemente sencilla; consiguió que me pusiera a sus pies sin poder dejar de escuchar este tema en bucle (el tema empieza aprox. en el minuto 1:30):




lunes, 20 de agosto de 2018

"Poemas" - Safo



"SAFO DE LESBOS vivió en el siglo VI antes de Cristo. Poco se sabe de su vida. Nació en la aldea de Eresos, instalándose después en Mitilene, capital de Lesbos. De familia acomodada, su padre fue Scamandroymos y su madre Cleis. Dado su encanto siempre fue muy admirada. Tocaba la lira, con la que acompañaba sus composiciones poéticas. Se casó con un rico comerciante y, al quedar viuda y libre de obligaciones, fundó una escuela para mujeres jóvenes, enseñando además de literatura, música, danza… Escribió miles de composiciones, llegándonos a través del tiempo una pequeña parte, fragmentada. Después de su muerte, Mitilene acuñó monedas con su busto y los atenienses erigieron una estatua de bronce. Platón se refirió a ella como “La décima musa”.
Esta antología recoge trabajos de diferentes traductores por lo que, sin duda, la visión de su poesía resulta muy enriquecedora. 


*

Oh luna vestida de oro
sirvienta de Afrodita.

* 


Da vértigo leer algo tan antiguo, que ha llegado, manteniéndose a través del tiempo, hasta veintisiete siglos más allá de haberse concebido. Me gusta pensar que la opresión de género que sufrimos en el presente y desde los últimos siglos, no es una inercia que existe y que se ha mantenido desde que el mundo es mundo. Igual que sé que en otras sociedades del pasado, los hombres se maquillaban y la homosexualidad era algo totalmente normal; así como que los antepasados femeninos de las mujeres que ahora ocultan partes de su cuerpo tras velos porque son pecado, no hace mucho tomaban el sol sin asomo de culpa o represión aprendidas. 

*


Después de muerta, no quedará de ti
memoria alguna, no habrá futuro ya
que no atesoras las rosas de las Musas;
tu alma errante vagará entre las sombras,
sin luz.
*
Leo a Safo y tengo la impresión de encontrarme ante los textos de una mujer tremendamente sensible y, sobre todo, muy inteligente. Quiero pensar que no fue perseguida por destacar en las artes, que nunca tuvo que publicar bajo un pseudónimo ni ceder la autoría a su macho dominante. 

*


Adormecida sobre el pecho de una tierna compañera.
* 

Y que de verdad fue una mujer que luchó por mejorar la vida de las mujeres de su entorno, que entre ellas no se dieran la espalda en nombre del feminismo. Siento que ahora está (casi) todo mal. Así que idealizar el momento y el lugar en el que ella vivió, es una ensoñación que alivia.

Safo






sábado, 7 de julio de 2018

"Encontraste un alma" - Edith Södergran (fragmentos)


DOS DIOSAS
Cuando viste el rostro de la felicidad te sentiste decepcionado:
esa mujer durmiente de rasgos vagos,
la más adorada y la más nombrada,
la menos conocida de todas las diosas,
que reina sobre los mares con calma,
los jardines en flor, los interminables días de sol,
y te decidiste a no servirla jamás.
De nuevo se te acercó el dolor con el abismo en los ojos,
la diosa jamás invocada,
la más conocida y menos comprendida de todas,
que reina sobre los mares tempestuosos y los navíos echados a pique,
sobre los presos con cadena perpetua,
y sobre las onerosas maldiciones que con los niños descansan
en el vientre de sus madres.

VIERGE MODERNE
No soy una mujer. Soy un neutro.
Soy un niño, un paje y una decisión valiente,
soy un rayo risueño de un sol escarlata...
Soy una red para todos los peces voraces,
soy un brindis en honor de todas las mujeres,
soy un paso hacia el azar y la ruina,
soy un salto hacia la libertad y el yo...
Soy el susurro de la sangre al oído del hombre,
soy la fiebre del alma, el deseo y la negación de la carne,
soy una señal de entrada a nuevos paraísos.
Soy una llama, buscadora e insolente,
soy agua profunda pero atrevida hasta las rodillas,
soy fuego y agua en comunión libre y leal...

LA PRINCESA
Todas la noches se dejaba acariciar la princesa.
Pero el que acaricia sólo acalla su propia hambre
y el deseo de ella era una mimosa tímida, un cuento con los ojos
muy abiertos ante la realidad.
Nuevas caricias llenaron de un sabor agridulce su corazón
y de hielo su cuerpo, pero su corazón aún quería más.
La princesa conocía cuerpos, pero buscaba corazones;
jamás había visto un corazón que no fuera el suyo.
La princesa era la más pobre de todo el reino:
había vivido de ilusiones demasiado tiempo.
Sabía que su corazón debía morir y desmoronarse por completo,
pues la verdad corroe.
La princesa no amaba las bocas rojas, le eran extrañas.
La princesa no reconocía los ojos embriagados con hielo al fondo.
Todos eran hijos del invierno, pero la princesa era del sur más
lejano y no tenía caprichos,
ni dureza, ni tapujos, ni astucia.

*


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