Este libro me ha devuelto una antigua ilusión: la que surge durante la lectura de las primeras páginas de un libro, cuando descubres que es tan perfecto que te prometes leerlo muy lento memorizando cada letra, para que dure el mayor tiempo posible. Esa emoción me ha durado hasta la última página. Ha sido un privilegio toparme con Tausiet y redescubrir a Mary Poppins bajo una perspectiva que jamás hubiera imaginado.
¿Alguien conoce a la verdadera Mary Poppins?
¿Quién se podía imaginar que detrás de un personaje popular infantil se escondieran tantos enigmas? Ni siquiera se conoce a Mary Poppins por la saga de libros escritos por Pamela Travers. De hecho, de los 8 que la componen, solamente se han traducido y publicado los dos primeros en España. Todos conocemos a Mary Poppins por esa antigua película de Disney y por los productos que se derivaron de ella. Pero era una Mary Poppins adapatada y reformulada que, aunque se basaba completamente en los libros, también mezclaba, quitaba y ponía… así pues, no, no la conocemos bien.
El polémico acuerdo entre Pamela Travers y Disney se plasmó en la película “En busca de Mr Banks”, como bien me recordó la genial librera de “Mujeres y compañía” (C/ Unión 4, Madrid).
Tráiler de la película de Disney "Al encuentro de Mr. Banks" (2013)
Travers era muy reacia a modificar aspectos de este personaje al que había dedicado toda su vida: según Tausiet, una de las ambiciones de la autora a la hora de configurar a Mary Poppins fue que supusiera el resultado de la suma de los polos opuestos que eran su madre y su padre. Además, y en palabras de Travers, a quien no le gustaba responder a preguntas personales en las entrevistas…:
p.152 “Mientras tanto, si lo que buscáis son hechos autobiográficos, Mary Poppins es la historia de mi vida”.
Tráiler de la película de Disney "Mary Poppins", 1964
Mitología y magia en Mary Poppins
El objeto de este libro es analizar los principales asuntos mágicos en la saga de Mary Poppins y establecer paralelismos con mitos, leyendas e historias antiguas donde existen referencias a los mismos hechos. Así como también poner de relieve todas aquellas ocasiones donde Mary Poppins hace alusión a cuestiones que nada tienen que ver con lo cotidiano y que pasarían por alto al público infantil al que en principio estaban dirigidas estas historias.
Pamela Travers fue amiga de escritores con profundos intereses en las historias mágicas, y así lo plasmaron en sus obras, como es el caso del irlandés William Butler Yeats. Además, la escritora estudió durante toda su vida mitología céltica, folclore irlandés y británico, narrativa tradicional australiana y sudafricana, hinduismo y taoísmo, entre otros.
Su personaje, Mary Poppins, tiene la capacidad de hacer el pasado presente, o de convertir el presente en magia. Representa una forma de estar en el mundo con actitud abierta de curiosidad confiada. Su nombre proviene de la expresión inglesa pops-in, que significa aparecer. Sus idas y venidas siempre están relacionadas con la meteorología, hace alusión a “vientos” que la llevarán o la traerán de vuelta, así como a “puertas” invisibles para el resto de mortales, y que atravesará cuando estén abiertas. Me ha gustado especialmente este fragmento en el que se analiza su naturaleza con el fin de intentar contextualizar a la brillante institutriz dentro de alguna categoría mágica, si eso tiene sentido…
p.30 No es un ángel ni un demonio, una santa o una bruja, ni mucho menos un fantasma. Si a algo podría asemejarse sería a una musa griega, por su carácter inspirador, o a un hada de la tradición celta, por la labor de mentora que ejerce con los niños que están a su cuidado.
A lo largo de la trama, existen multitud de motivos religioso-folclóricos tradicionales, que juguetean con el día a día de la casa de la familia para la que trabaja Mary Poppins como institutriz: pinceladas de mitología griega y céltica, de la Biblia, de los cuentos de hadas, antiguos relatos europeos y textos clásicos de la literatura hindú.
El bolso sin fondo y otras cuestiones mágicas
Por ejemplo, su inolvidable bolso sin fondo, del que extraía utensilios a cual más inimaginable, aparece con similares características en “La vuelta al mundo en ochenta días” de Julio Verne, y el mito de la bolsa inagotable se plasmó en historias por toda Europa a partir del siglo XV. El bolso no es un elemento en absoluto accidental, puesto que también se pueden establecer paralelismos con las filosofías orientales y la conveniencia de vaciarse o desposeerse interiormente. En una charla, le preguntaron sobre el particular a Travers y respondió que sí existía esa relación puesto que en todo relato zen hay siempre un objeto que contiene un secreto. Ese secreto sería el contenido inaudito del bolso de Mary Poppins, que se mantiene sin embargo oculto a ojos de quienes no están bendecidos con la gracia de la magia.
Y así, muchos ejemplos más, como los objetos que se hacen materiales procedentes de los sueños o la comunicación con el Más Allá a través de la quema de mensajes escritos en papeles, a fin de que el humo los lleve por el aire hasta su destino: una práctica habitual durante la alta Antigüedad y la Antigüedad clásica. Aunque bien mirado, en las tiendas esotéricas de mi barrio es probable que estas prácticas se sigan llevando a cabo hoy en día, a tenor de los irreverentes utensilios que exhiben en los escaparates: si tienen un estante dedicado a exponer velas de todos los colores con forma de gigantes falos, escribir un deseo para a continuación quemar el papel y que empiece la magia, me parece una nimiedad. También es cierto que Whatsapp funciona fatal, who knows.
Es habitual que Mary Poppins hable de forma que nunca diga todo, que juegue al despiste y no se explique, que sea críptica y contradictoria. Además, hace numerosas menciones a la imposibilidad de expresarse sólo con palabras, a la cualidad de lo indecible. Esto también me resulta familiar.
Supercalifragilisticoespialidoso
Por supuesto, también hay lugar para explicar el origen y la polémica sobre la palabra supercalifragilisticoespialidoso, que se incorporó al Oxford English Dictionary en 1986. Es interesantísimo. Sobre todo la cita de Mary Poppins animando a los niños a pronunciar la palabra al revés, algo común en el marco de la filosofía oculta cuando se trata de recitar hechizos basados en textos sagrados, cometiendo sacrilegio. Algo que también está presente en las letras de canciones de bandas míticas de las últimas décadas, como The Doors, Led Zeppelin o The Beatles: sus seguidores afirman que leyendo al revés algunas de sus canciones, se escuchan letras nuevas con otros significados (Tausiet no cita la música en su ensayo, es cosa mía, que me animo en cuestión de oscuridades).
Es palpable la capacidad intelectual de Tausiet y aunque algunos conceptos se repiten ligeramente en ocasiones, esto no resta calidad al libro, que en algún fragmento llega a analizar paralelismos con la obra de William Blake y William Wordsworth, haciendo alarde de un vasto bagaje cultural ante el que no cabe más remedio que quitarse el sombrero. Incluso hay una reproducción de “La danza de las esferas” de Doré, yo no sé qué más necesitáis para correr a compraros el libro.
Para terminar, me fascina el asunto de los extremos y de las contradicciones (en la literatura, pero también y sobre todo en mi día a día), y en este libro hay varias ocasiones en las que se estudian estos fenómenos en relación al tratamiento que sobre los mismos se da en Mary Poppins. Me ha resultado especialmente esclarecedor este párrafo:
p. 133 Frente al famoso principio de no contradicción, según el cual nada puede ser y no ser al mismo tiempo, las historias de Mary Poppins demuestran que los contrarios no son tales. Más allá de lo verdadero y lo falso, así como del bien y el mal, la institutriz ofrece casi siempre una dimensión inesperada que integra los extremos.
Sólo por eso ya es maravillosa. La opción fácil es la tibieza. La polémica y bruta, la que se posiciona en uno de los dos extremos. Pero la única de verdad inteligente siempre está en pensarlo las veces que sea necesario hasta conseguir que los extremos convivan, así como convertir la radicalidad en un feliz viaje a la raíz de las cuestiones. Y posicionarse fuera de ello, observando, como flotando desde lejos. Ya os podéis imaginar ligeramente lo que es vivir dentro de esta cabeza.
…Chim chiminey, chim chiminey
Chim chim cheree!