domingo, 23 de noviembre de 2008

IV


"El hombre sentimental" - Javier Marías. Serbia, ed. EVRO GIUNTI
(Qué bonitas son tantas veces las cubiertas de los libros que nos gustan en ediciones extranjeras).

"Sputnik, mi amor" - Haruki Murakami

En "Sputnik, mi amor" lo más desafortunado es el título. La historia no es demasiado atrayente en sí, pero se agradece la forma en que está redactada (el cómo es siempre más importante que el qué, a mi parecer, en lo que se cuenta).

Los personajes vuelven a ser misteriosos y llenos de conflictos morales difíciles de resolver. La historia es en ocasiones, como en otras obras de Murakami, onírica, reflexiva, en la que los asuntos prácticos y "terrenales" tienen mucha menos importancia que los relativos al mundo de los pensamientos. En esta ocasión, la emotividad se busca haciendo que los personajes muestren lo más íntimo de sí mismos sosteniendo el alma en las manos, mostrándonos sin reparos todas sus dudas, sus miedos, sus secretos y sus limitaciones.

El final vuelve a ser abierto e inesperado ("inesperado" en el sentido de que, como lector, no esperas que acabe justo en ese momento, y lo hace).

Una imagen muy apropiada en el blog de Alfonso Casas.

viernes, 14 de noviembre de 2008

"¡Adelante!" - Charles Bukowski

"¡Adelante!" es una recopilación de poemas que Buk guardaba para que fuesen publicados sólo tras su muerte. Realmente la gran mayoría tienen una carga importante de melancolía, de tristeza y despedida. El mítico alter ego de Buk, Hank, ha dejado ya esa mala vida en la que el alcohol y el mal humor eran los protagonistas: ha triunfado sin dejar nunca de ser él mismo pero su tiempo ya se acaba, y dice adiós.

Su poesía es cruda, real y sin dobleces o adornos, al igual que su prosa, aunque en este caso sería muy interesante leerlo en su idioma original, pienso.

Hay mucho para elegir, vesos sin despercidio, pero por algún motivo una estrofa me ha parecido reveladora. Pertenece al poema: "Un apunte sobre poesía moderna":


"(...) la poesía sigue avanzando lentamente, supongo,

y cuando un mecánico de coches cualquiera

empiece a llevar libros de poesía para leer

a la hora del almuerzo

entonces sabremos que estamos avanzando en

la dirección

adecuada."

Mucha gente nunca lee poesía, -es normal después de que en el colegio te inculquen una idea errónea y parcial de lo que la poesía es-. Pero un buen día te sonríe la suerte y tropiezas con un libro de alguien como David González y esa idea de la que hablaba, cambia. Drásticamente.

Posiblemente uno de los mejores poemas de "¡Adelante!":


Mis gatos

ya sé. ya sé.
son limitados, tienen necesidades
y preocupaciones
distintas.

pero los observo y aprendo de ellos.
me gusta lo poco que saben,
que es
tantísimo.

se quejan pero nunca se
preocupan.
caminan con una dignidad sorprendente.
duermen con una simplicidad directa que
los seres humanos sencillamente no podemos
comprender.

sus ojos son más
hermosos que los nuestros.
y pueden dormir 20 horas
al día
sin vacilar ni sentir
remordimientos.

cuando me siento
bajo de ánimos
me basta con
observar a mis gatos
y me
vuelve
la valentía.

estudio a estas
criaturas

son mis
maestros.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

"El tiempo huye" - Espido Freire


Es siempre un placer reencontrarse con las palabras de Espido Freire. Aunque sea en una relectura, como es el caso ("El tiempo huye" es una pequeña selección de relatos de "Juegos míos"). El título de este pequeño volumen corresponde a uno de esos relatos y, sin embargo, el mejor de todos es sin duda alguna "Nuestra familia". En mi opinión.

Este relato te envuelve en una atmósfera que solo Espido Freire podría crear, muy en la línea de su novela "Irlanda" (no podía pasar por alto esta alusión, es un libro sencillamente genial, no sé cuántas veces puedo haberlo releído y siempre lo he recomendado con fervor). Esa atmósfera a la que me refería podría definirse como mágica, febril, onírica, en la que los personajes muestran una suerte de crueldad romántica sin límites: personajes siempre adolescentes o bastante jóvenes al menos, que no se lo pensarán dos veces antes de hacer cualquier cosa con tal de conseguir lo que desean y donde no siempre ganará el mejor, o el bueno.

Me gusta esta autora y me acabo de enterar de que ya hay un nuevo libro de cuentos: "El trabajo os hará libres". Y aun he de hacerme con la segunda parte de "Mileuristas": "La generación de las mil emociones: Mileuristas II".

"La ladrona de libros" - Markus Zusak

Es un libro sorprendente. Pese a tener muchas características en común, no es ni siquiera comparable a "El niño con el pijama de rayas" (me parecía inevitable esta alusión). Ambos se desarrollan en el mismo marco, utilizan personajes infantiles y parecen haber sido escritos para un público adolescente. Pero en "El niño..." no encontraremos originalidad, frescura, ironía, sutileza, personajes bien construídos ni una historia que te atrape desde el principio y consiga que no quieras dejar de seguir leyendo como sin embargo sí ocurre con "La ladrona...".


Desde luego, el narrador y su perspectiva en la historia no podrían haber estado mejor elegidos. Lo descubrirán quienes se animen a leerlo (lo sabrán quienes ya lo hayan hecho).


Las horribles historias de la época nazi (el sufrimiento, la bestialidad, todo aquello que no puede describirse con palabras porque aun no han sido inventadas) son ya conocidas gracias a otras muchas novelas y testimonios de supervivientes, pero M. Zusak, a pesar de no haber estado presente entonces, ha sido capaz de reproducir de alguna forma todo aquello y convertirlo en una historia que al mismo tiempo muestra lo más bajo donde puede llegar el hombre y la belleza de lo que puede llegar a crear si se lo propone.
No creo que este libro pueda hacer quedar indiferente a nadie, aunque tampoco me parece que contenga todos los elementos para conquistar al gran público. Antes que la lágrima fácil, creo que esta historia (ágil y novedosa en cuanto a muchos de sus elementos) lo que busca es entretener y no dejar que tanto horror caiga en el olvido.

lunes, 3 de noviembre de 2008

III

En el mostrador de una biblioteca pública. Por la mañana, un usuario. Es un hombre mayor, pregunta.
-Buenos días.
-Buenos días.
-¿Tienen el libro de la reina, de Pilar Urbano?
-¡Uy, qué va! ¡Pero si lo están presentado todavía! Ese no lo tendremos hasta dentro de un año, por lo menos.
Los bibliotecarios se miran y cruzan una sonrisa de complicidad. El hombre da las gracias y se va.
Y yo me pregunto si era necesario atenderle mal, tan mal.

sábado, 1 de noviembre de 2008

"Al sur de la frontera, al oeste del sol" - Haruki Murakami


Podría definirla diciendo que desde las primeras páginas he continuado leyendo solo por descubrir de qué se trataba el misterio que envolvía a un personaje y que, presumiblemente, se desvelaría hacia el final de la novela. Pero, en contra de todo pronóstico, la novela termina como si nada y sin desvelar la incógnita, quedándote un poco en las mismas y haciendo que te preguntes, ¿y?

No me ha parecido que los personajes tuvieran tantos matices como ocurre en otras novelas de Murakami, y creo que es sobre todo por eso por lo que me ha decepcionado un poco.
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