domingo, 28 de abril de 2013

"La sociedad del espectáculo" - Guy Debord


Esta obra maestra de la situación política y social del siglo XX fue publicada por primera vez en 1967 y posee total vigencia hoy día. Aunque pueda parecer muy teórica y de difícil aplicación y comprensión para el lector medio, por su componente filosófico y su forma de presentación poco convencional, muchos reticentes se llevarían una grata sorpresa al aventurarse entre sus páginas, porque descubrirían que no es tan difícil de desentrañar como parece a primera vista. A la hora de exponer algunos postulados es un tanto críptico, pero no desarrolla el contenido de todo el libro de una forma abstracta e, incluso, llega a presentar en ocasiones sus teorías de una forma muy gráfica acompañada de ejemplos concretos.

Pero es precisamente esa capacidad de abstracción (además de por su clarividencia ideológica y su talento para observar con la perspectiva adecuada los porqués de los vaivenes sociales y políticos a nivel mundial) lo que hace de este libro algo tan especial. Leerlo es un placer para los sentidos, un pulso con nuestra propia capacidad de abstracción y de comprensión: agudiza el ingenio, aclara aún más los conceptos propios y renueva las ideas ya caducas.

La mayor parte de la sociedad ha regalado su existencia, su vida social y también la privada a través de una sumisión informativa y social que nos es presentada artificialmente con la apariencia de la normalidad y de lo cotidiano. Precisamente, Guy Debord arranca de un tirón esos ropajes descubriendo al gran público la vergüenza desnuda de los tejemanejes del poder, que juega con hilos de hierro a la segregación forzando los mecanismos de las cada vez más máquinas. Y lo hace, incomprensiblemente, sin que la sociedad en bloque se una para escapar a esa forma de esclavismo, sino que sigue participando, cobarde e idiotizada, de esa paupérrima forma de vivir, para su propio perjucio.

Sin embargo, nada como los propios postulados de Debord para ayudarles a abrir (aún más) los ojos.
La traducción de José Luis Pardo, por cierto, es estupenda.

«La primera fase de la dominación de la economía sobre la vida social comportó una evidente degradación del ser en tener en lo que respecta a toda valoración humana. La fase actual de ocupación total de la vida social por los resultados acumulados de la economía conduce a un desplazamiento generalizado del tener al parecer, del cual extrae todo "tener" efectivo su prestigio inmediato y su función última. Al mismo tiempo, toda realidad individual se ha hecho social, directamente dependiente del poder social, elaborada por él. Sólo se le permite aparecer en la medida en que no es

«Cuando la necesidad es soñada socialmente, el sueño se hace necesario. El espectáculo es el mal sueño de la sociedad moderna encadenada, que no expresa en última instancia más que su deseo de dormir. El espectáculo vela ese sueño.»

«Con la separación generalizada del trabajador y su producto, se pierden todo punto de vista unitario sobre la actividad realizada y toda comunicación personal directa entre los productores. Conforme progresan la acumulación de productos separados y la concentración del proceso productivo, la unidad y la comunicación se convierten en atributo exclusivo de la dirección del sistema. El triunfo del sistema económico de la separación es la proletarización del mundo.»

«El sistema económico basado en el aislamiento es una producción circular de aislamiento. El aislamiento funda la técnica y, en consecuencia, el proceso técnico aísla. Desde el automóvil hasta la televisión, todos los bienes seleccionados por el sistema espectacular constituyen asimismo sus armas para el refuerzo constante de las condiciones de aislamiento de las "muchedumbres solitarias". El espectáculo reproduce siempre sus presupuestos, cada vez de un modo más concreto.»

«La victoria de la burguesía es la victoria del tiempo histórico profundo, el tiempo de la producción económica, que transforma constantemente y de parte a parte la sociedad. Mientras la producción agraria siguió siendo el trabajo primario, el tiempo cíclico, que seguía presente en el fondo de la sociedad, alimentaba las fuerzas concentradas en la tradición, que intentaban frenar el movimiento. Pero el tiempo irreversible de la economía burguesa extirpó en todo el mundo estas resistencias. La historia, que hasta entonces se había presentado como un movimiento exclusivo de los individuos de la clase dominante, y que por tanto se había escrito como historia de los grandes acontecimientos, se comprende a partir de este momento como el movimiento general, un movimiento a cuya importancia se sacrifican incluso los individuos. La historia, al descubrir que su base es la economía política, descubre la existencia de lo que hasta entonces era su inconsciente, pero que no obstante sigue siendo aún inconsciente, sigue siendo algo que no puede sacar a la luz. Esta prehistoria ciega una fatalidad que nadie domina es lo único que ha democratizado la economía mercantil.»


«El tiempo seudocíclico consumible es el tiempo espectacular, a la vez como tiempo de consumo de imágenes en sentido restringido, y como imagen del consumo del tiempo en toda su extensión. El tiempo del consumo de imágenes, medium de todas las mercancías, es, inseparablemente, el terreno en donde se ejercen plenamente los instrumentos del espectáculo y el objetivo que éstos presentan globalmente como lugar y figura de todos los consumos particulares: se sabe que el ahorro de tiempo que la sociedad moderna persigue constantemente 
ya se trate de la velocidad de los medios de transporte como de las sopas instantáneas se traduce positivamente, para la población de los Estados Unidos, en el hecho de que sólo la contemplación de la televisión ocupa una media de entre tres y seis horas diarias. La imagen social del consumo del tiempo, por su parte, está exclusivamente dominada por los momentos de ocio y vacaciones, momentos representables a distancia y postulados como deseables, como toda mercancía espectacular. Esta mercancía se ofrece aquí, explícitamente, como el momento de la vida real cuyo retorno cíclico hay que esperar. Pero incluso en estos momentos reservados para la vida, lo que se reproduce y se ofrece a la vista no es más que el espectáculo, que alcanza así un grado más intenso. Lo que se representa como la vida real se revela simplemente como la vida más realmente espectacular

«Bajo las aparentes modas, que se anulan y recomponen en la fútil superficie del tiempo seudocíclico contemplativo, el gran estilo de la época reside siempre en aquello que se orienta por la secreta y evidente necesidad de la revolución.»

«El mundo posee ya el sueño de un tiempo del que ha de alcanzar ahora la conciencia, para vivirlo realmente.»

«El espectáculo es la ideología por excelencia, porque expone y manifiesta plenamente la esencia de todo sistema ideológico: empobrecimiento, servidumbre y negación de la vida real. El espectáculo es, materialmente, "la expresión de la separación y del alejamiento de los hombres entre sí". La "nueva potencia del engaño", concentrada en su base, en torno a esta producción mediante la cual "con la masa de objetos, crece también el nuevo dominio de los seres extraños a los que el hombre está sometido", es la fase superior de una expansión que ha vuelto la necesidad contra la vida. "La necesidad de dinero es, pues, la verdadera necesidad producida por la economía política, y la única necesidad que ella sola produce" (Manuscritos de economía y filosofía). El espectáculo extiende a toda la vida social el principio que Hegel, en la Realphilosophie de Jena, concibe como el principio del dinero: es "la vida de lo muerto que se mueve a sí mismo".»


La sociedad del espectáculo, Guy Debord, editorial Pre-Textos, 2007.

jueves, 25 de abril de 2013

El libro de la selva - Rudyard Kipling


Nueva edición de este clásico imperecedero, en esta ocasión con encuadernación de lujo e ilustraciones (modernas, salvajes e impecables) de Gabriel Pacheco. Un nuevo título para la colección de Sexto Piso Ilustrado, que está a la altura de los libros anteriores y que es igual de recomendable para niños, o adultos de alma indomable.

No es casualidad que “El libro de la selva” vuelva a ser noticia, a pesar de datar de 1894. Se trata de uno de esos libros inmortales que, inagotables, siguen fabricando lectores a través de generaciones. Mowgli, el niño rana, es el encargado de adentrarse con el lector en la selva y, una vez allí, le esperan sus habitantes y salvajes aventuras.


Bienvenidos a la selva

La narrativa de Kipling introduce al lector con delicadeza hasta el mismísimo corazón de la selva, un lugar mágico y oscuro donde el hombre todavía no ha sido capaz de imponer su voluntad a las bestias que lo habitan. Un lugar en el que impera la ley del más fuerte, donde uno debe comer para evitar ser comido. Es allí, lejos de cualquier rastro de civilización donde, por azares del destino, llega Mowgli siendo todavía un niño tan pequeño que aún se mueve a cuatro patas. 

Los lobos le acogen y le ofrecen sus cuidados y el calor de su guarida, y su educación corre a cargo de Baloo, un oso viejo que enseña al niño todo lo que debe aprender a fuerza de golpes, a pesar de erigirse como su protector y su guía. La naturaleza diferente de Mowgli con respecto al resto de bestias que habitan la selva, hace que deba buscar la compañía de los hombres, sus semejantes, con el paso de los años. Sin embargo, el hecho de haberse criado entre animales ha convertido a Mowgli en algo muy parecido a ellos, de modo que también ha perdido su sitio entre los hombres. ¿Qué hará Mowgli, solo, abandonado a su suerte en el límite de la selva? ¿Hacia dónde dirigirse, cuando los dos mundos que conoces te son vedados?


No sólo Mowgli

La ya mítica historia de Mowgli siempre se identifica con el Libro de la Selva como tal, pero hay que aclarar que este libro consta de más relatos protagonizados por animales salvajes en los que Mowgli no aparece. La culpa de esta identificación errónea, o incompleta, la tiene sin lugar a dudas la factoría Disney (como también sucede en el caso de muchas otras novelas infantiles o juveniles que han sido adaptadas por ella), que lleva años convirtiendo historias clásicas en películas que proyectar en la gran pantalla, haciendo que el imaginario colectivo asimile tales adaptaciones como los cuentos de los que provienen. 



Uno consume estos productos siendo niño y, si tiene suerte, luego descubre las fuentes originales de que proceden, y se da cuenta de que la visión idealizada y colorida que hacen de los cuentos dista mucho de las fuentes en las que se ha basado. Y que el producto que venden es artificial y engañoso como lo es un restaurante de comida rápida frente a los productos de una huerta bien cuidada en algún lugar del norte.

Procurar a los niños los cuentos y películas de Disney para su educación y entretenimiento de poco les servirá frente a las crueldades que la vida les depara: todo lo contrario sucede cuando el alma de los más pequeños se nutre desde el principio con los relatos puros e impecables de los autores de la talla de Kipling, tejedores de sueños y artífices de almas nuevas. 

La visión que se tiene de este libro, debido a todos esos álbumes ilustrados y películas que comentaba, es ideal, tierna y colorida: sin embargo, Kipling relata los hechos de una forma mucho más brutal y descarnada, lo que no quiere decir que deje de ser recomendable para un público muy joven. Simplemente, relata la fiereza de la vida en la selva de un modo realista que no resta elegancia ni solemnidad al relato.

Pero en este libro, como decimos, no sólo encontraremos localizaciones selváticas: por citar sólo un ejemplo, Kipling también nos hace viajar hasta las estepas polares para que sintamos en nuestra piel el mismo frío que abraza a las tan injustamente maltratadas focas, y que de esa forma aprendamos a sentir físicamente, a través de la literatura, la caricia húmeda del agua y el aliento fresco del viento.


Rudyard Kipling

Los cuentos de Rudyard Kipling llevan fabricando lectores desde hace varias generaciones. La lectura que ofrece es de tan buena calidad y lleva a lugares tan poderosamente atrayentes que hace de la lectura una actividad de la que enamorarse irremediablemente desde las edades más jóvenes.

Su forma de narrar está a la altura y es semejante a la de otros escritores como Michael Ende (“La historia interminable”, “Momo”, “La prisión de la libertad”, etc.) o Emilio Salgari (“El corsario negro”, “Sandokán”, “Los misterios de la jungla negra”, etc.), que también se dirigían a un público joven y plagaban sus relatos de aventuras. Leyendo con atención, casi podemos escuchar la voz de quien nos está hablando: así de presente se encuentra la tradición oral en los relatos de este magnífico escritor, y ése es uno de los motivos por los que la cadencia de sus frases posee tan hipnótico encanto.

Sujétense con fuerza a esta liana, aprovechen la ocasión que Sexto Piso les pone en suculenta bandeja, aliméntense de sueños, aprendan la ley de la selva. Recuerden... el sabor de la sangre.




domingo, 21 de abril de 2013

Excusa (por David González)


EXCUSA

no, yo no trabajo
en una fábrica de armas
ni levanto muros de cemento armado
o redes de alambre de espino
no, yo no trabajo
en ese ramo de la construcción
ni soy el brazo de la ley
que trata de llegar al cuello
o a las ropas de inmigrantes i legales
cuando tratan de pasar por encima
de esos muros y alambradas
ni tampoco soy,
en otro orden de cosas,
el gancho, la porra, el rifle o el arpón
que asesinan a sangre fría
focas, ballenas o cualquier otra especie
animal que se les ponga por delante
no, yo no trabajo
en ninguna de esas historias
o en otras por el estilo
no, lo lamento,
yo no tengo vuestra excusa:
yo no tengo
crías que alimentar


David González, Loser, Bartleby Editores, 2009 

Poema dedicado a todos aquellos que cuando van a recibir un golpe, ponen a sus crías delante.
Y les dejan en herencia, para el futuro, un mundo por el que no han luchado cuando hubieran debido hacerlo.
Y les inculcan como ejemplo su propia cobardía.
Y nunca, nunca hay que ocultar de una forma tan vil la cobardía.

sábado, 20 de abril de 2013

¿Será verdad que, cuando toca el sueño...?


LXXV

¿Será verdad que, cuando toca el sueño,
con sus dedos de rosa, nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo,
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?

¿Y allí desnudo de la forma humana,
allí los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?

¿Y ríe y llora y aborrece y ama
y guarda un rastro del dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros.
Pero sé que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco.

Rimas y leyendas
Gustavo Adolfo Bécquer (1836  1870)

jueves, 18 de abril de 2013

Cuando acabe el invierno - Mary Ann Clark Bremer


«El cuaderno no era mi confesor, sino el taller donde me abría en canal a mí misma y analizaba mis vísceras y mis pensamientos. Y había, dentro del cuaderno, tickets, fotografías, billetes, sellos, alguna hoja o alguna flor.
"La herencia de las mujeres sensibles", reía Fanny. "Las mujeres siempre han coleccionado levedades dentro de sus cuadernos".
Y aquello nos parecía hermoso a las dos, formar parte de una herencia de silencio y escritorio y cubrecama. No desdeñaríamos lo que la comunidad de las mujeres nos había entregado aun sin saberlo. Y claro que el cuaderno podía ser una "bagatela", pero no se trataba sólo del cuaderno, como tampoco se trataba sólo de las palabras de Virginia Woolf. Éramos nosotras contra el hombre victoriano, contra la cita, contra los grises convertidos en negro. Debíamos aprender a ser felices en este otro tiempo que también trataba de negársenos. No más piedras en los bolsillos de las ahogadas. No más estampas cursis con voces arrulladoras y tipografías engoladas, con el blanco o rosa que merecen, dicen, las niñas.
Mejor negro antes que ese blanco, que ese rosa, que ese azul desvaído.
Mejor gris paloma, gris cielo.»

«Al escribir estas palabras sé que el hombre ya ha caminado por la luna, pero no dejo de mirarla sintiendo que aún me parece territorio no hollado.
O necesito que sea así.
En la luna siento otra forma de amistad.
(...)
Con esa luna llena se siente acompañada. Baja la cabeza, escribe, vuelve a levantarla. Ni suspira ni sonríe. Sólo habla con el papel, y muy pronto en voz alta, aunque consigo misma. Ha llegado la edad de decírselo todo en voz alta, incluso por la calle, de eso está también segura.
»

«Confieso ahora mi cercanía a Leonard Woolf, siento devoción por su amor y amistad incondicional. Por su compañerismo, por su humildad. En todo retrato, firmado o no por su esposa Virginia, Leonard es el hombre-mujer, el ser perfecto.»

"Cuando acabe el invierno", Mary Ann Clark Bremer. Editorial Periférica, 2013.

martes, 16 de abril de 2013

Animales perdidos - Vicente Muñoz Álvarez


Este poemario es un estallido de realidad, honestidad y vida. Concentrado en poco más de cien páginas y dividido en tres estupendos apartados (Infierno, Purgatorio y Cielo) recoge las fases que atraviesa el poeta tras una ruptura sentimental. Poesía realista, de corte autobiográfico y de inmensa calidad, made in Spain.

Vicente Muñoz Álvarez, poeta de origen leonés, también ha escrito otros libros como “Canciones de la gran deriva” (ed. Origami), “Cult movies” (ed. Eutelequia), “Parnaso en llamas” (ed. Baile del Sol) o “Mi vida en la penumbra” (ed. Literatúrame), entre otros, además de dirigir la estupenda publicación underground “Vinalia Trippers”, dedicándose a la literatura con oficio y buen hacer desde hace muchos años.

Infierno y purgatorio

El poemario comienza precedido del prólogo a cargo del escritor José Ángel Barrueco. Es un texto que sirve para describir a la perfección el contenido del libro y además aporta interesantísimos paralelismos y posibles influencias literarias que vamos a encontrar en el mismo a lo largo de la lectura. Por ejemplo, la angustia bernhardiana presente en los poemas de “Infierno”, la influencia beatnik en los viajes por carretera del poeta mientras trata de ganarse la vida como comerciante, las jugarretas del subconsciente tan presentes en la obra de autores como William S. Burroughs o Céline, etc. Es un análisis estupendo que concluye afirmando que las grandes derrotas suelen dar como fruto grandes triunfos, como es el caso.

Como apunta Barrueco en el prólogo, “Animales perdidos” tiene similitudes con una novela, debido a la línea argumental que siguen los poemas y por el carácter narrativo de éstos. Precisamente este poemario entronca con la corriente poética realista y de corte autobiográfico en la que también se encuadran otros escritores como el mismo José Ángel Barrueco, el poeta David González, Gsús Bonilla, Mark Strand, Charles Bukowski, etc., todos ellos magníficos escritores que hacen de la poesía algo muy diferente a lo que suelen inculcar en las escuelas (rimas consonantes sobre el canto de los pájaros y el amor cortés).

Los poemas de esta primera parte, “Infierno”, son desgarradores y dolorosamente reales: el hecho de estar escritos de una forma tan honesta (dotando de esa forma al poemario de gran valor artístico, como siempre defiendo) provoca en el lector una mezcla de desasosiego debido a la empatía que se puede alcanzar recordando sin querer antiguos desengaños amorosos; por otro lado, estimula una suerte de alegría irracional el hecho de leer, descritos de una forma tan precisa y tan dolorosamente real, situaciones que a nadie pueden resultar ajenas.


La travesía de Vicente Muñoz

Los poemas de “Infierno” se presentan titulados y a menudo incluyen dedicatorias a otros músicos y escritores influyentes en la obra del poeta, y que definen sus gustos literarios (magistrales): entre ellos, los ya citados David González, José Ángel Barrueco, Burroughs y Céline, pero también Raúl Núñez, Philip K. Dick, etc.

Sin embargo, los poemas de “Purgatorio” se caracterizan por la ausencia de títulos y dedicatorias; son poemas de apariencia frágil y desprotegida, en los que el autor se muestra indefenso y agotado tras su travesía por la crudeza de los días que siguieron a su desgracia personal: son poemas de soledad y abandono, que versan sobre la dificultad de mantener la fe en la venida de tiempos mejores y sobre el desapego a todo lo que le rodea por culpa de su propio estado de ánimo.

Es una travesía necesaria para alcanzar días más luminosos, que da lugar a interesantes reflexiones sobre el conocimiento personal y la observación detenida del entorno. Esta segunda parte contiene infinitos destellos de genialidad atrapados en breves versos de apariencia gris.


Al final, siempre el infierno

Los poemas del último apartado son los de la calma, la plenitud personal y la felicidad. Comparten realismo y sinceridad con el resto de poemas del libro, pero carecen de la fuerza que el desagarro aporta a los textos de las dos primeras partes. Y es que es a través del dolor y de la desazón como siempre se han logrado mejores resultado en el arte.

En conclusión, Vicente Muñoz ha creado algo hermoso y muy bien construido a partir de sus propias cenizas y de cosas que ya estaban rotas. Además, con eso ha hecho un honesto homenaje a la “Divina Comedia” de Dante Alighieri, utilizando los mismos epígrafes en la división de la estructura del poemario.

Pueden convertirse en Virgilio por un día y acompañar a Vicente en su travesía, suponemos que tocado con capucha roja. Disfruten del trayecto e interioricen para siempre lo aprendido.

miércoles, 10 de abril de 2013

José Luis Sampedro


Barcelona , 1 de febrero de 1917 – Madrid , 8 de abril de 2013

Recuerdo que una vez le di la mano entre lágrimas y eso, ahora, es suficiente.

domingo, 31 de marzo de 2013

"Negra sombra", poema de Rosalía de Castro


Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.

Rosalía de Castro, "Follas Novas", 1880

Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
al pie de mis cabezales,
vuelves haciéndome burla.

Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que sopla.

Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.

En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mí misma moras,
no me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.


jueves, 28 de marzo de 2013

"El misterio de las hadas" - Arthur Conan Doyle


Resulta enternecedor (y sorprendente, a partes iguales) que un tipo tan serio como Arthur Conan Doyle, honorable creador del personaje de Sherlock Holmes, de sus aventuras y de admirable estética, dedicase tiempo y esfuerzos en investigar el supuesto caso de dos niñas inglesas que a comienzos del s. XX dijeron haberse fotografiado junto a unas hadas.


En este libro, A. Conan Doyle expone los hechos con claridad para que sea el lector quien decida si creer o no la historia. Cuenta que las niñas estaban tan habituadas a ver a las hadas en sus paseos por el campo, que en las fotografías aparecen posando y mirando al objetivo porque lo que les resultaba sorprendente era la cámara de fotos, algo todavía inusual en 1917... Así, explica uno a uno cada detalle, al más puro estilo de Sherlock Holmes, incluyendo testimonios de supuestos expertos en el tema y de personajes que viajaron al lugar atraídos por la noticia de las apariciones y que vieron todo tipo de seres feéricos junto a las niñas.

Según se aclara hacia el final del libro, las niñas quisieron apartarse de los focos tras expandirse como la pólvora la noticia de sus supuestos encuentros con las misteriosas criaturas: una de ellas decía que no había sido más que un juego infantil que se les había ido de las manos, y que las hadas no eran más que muñecas de cartón recortadas junto a las que se fotografiaban; la otra, sin embargo, aseguraba que todo había sido verdad y que aún recordaba haberlas visto.

Las hadas de verdad, que como todo el mundo sabe, no tienen la apariencia que le gustaba imaginar a Conan Doyle, debieron divertirse mucho con todo este revuelo.


Ilustración de Brian Froud.

jueves, 14 de marzo de 2013

"Animales perdidos" - Vicente Muñoz Álvarez


como rayos que iluminan lo profundo
así quiero que sean mis palabras

como flores adornando un mausoleo
así quiero que sean mis palabras

como estigmas en la carne del creyente
así quiero que sean mis palabras

como sueños de corte de cuchillo
así quiero que sean mis palabras

así quiero
que sean
mis palabras


Poema extraído de Purgatorio, en "Animales perdidos" de Vicente Muñoz Álvarez, editorial Baile del Sol.
Una de las más impresionantes lecturas que he tenido en mucho tiempo.
Enhorabuena al autor, bienvenido a este mar de letras.
 

martes, 5 de marzo de 2013

Nuevo libro de Maite Dono: SOBRAS

La magnífica (y muy intensa) poetisa Maite Dono acaba de ver publicado un nuevo libro: su título es "Sobras", y después de "Circus girl" sólo puedo esperar que sea una lectura espectacular. Maite Dono sabe plasmar a la perfección sobre el papel su concepto estético, que es personalísimo e irrepetible,  si la han leído sabrán por qué.


Hay que decir que la editorial de "Sobras", El Gaviero Ediciones, tiene una distribución un tanto peculiar y puede que en sus librerías resulte complicado recibir ejemplares. Por si acaso, y para aquellos a quienes interese, el libro puede conseguirse en la librería Arrebato de Madrid (C/ Palma nº 21), así como en la web de la editorial, a través de este enlace.

Que ustedes lo sangren y lo disfruten, que se duelan, y que Maite les sacuda por los hombros. Muy fuerte.

Cuchillitas.

lunes, 4 de febrero de 2013

La Dama de Shalott y otros poemas


LXVII

Cuando en mi lecho da un rayo de luna,
yo sé que en lugar donde reposas
junto a esas vastas aguas, al oeste,
una gloria desciende entre las tapias:

When on my bed the moonlight falls,
I know that in thy place of rest
By that broad water of the west,
There comes a glory on the walls:

brilla tu mármol en la oscuridad,
y una llama de plata se desliza
despacio por las letras de tu nombre
y encima de la cifra de tus años.

Thy marble bright in dark appears,
As slowly steals a silver flame
Along the letters of thy name,
And o'er the number of thy years.

Tu gloria mística huye y nada lejos,
de mi lecho la luz desaparece,
y, juntos los aleros de mis ojos,
duermo hasta que las sombras se hacen grises:

The mystic glory swims away;
From off my bed the moonlight dies;
And closing eaves of wearied eyes
I sleep till dusk is dipt in gray:

entonces sé que la niebla ha echado
de costa a costa un velo reluciente,
y en la oscura iglesia, como un fantasma,
centellea tu lápida a la aurora.

And then I know the mist is drawn
A lucid veil from coast to coast,
And in the dark church like a ghost
Thy tablet glimmers to the dawn.


La Dama de Shalott y otros poemas. Alfred Tennyson. Pre-Textos, 2002



The Lady of Shalott
John William Waterhouse
1888

domingo, 3 de febrero de 2013

"El enamorado de la Osa Mayor" - Sergiusz Piasecki


Es imprescindible hablar de las condiciones en que fue escrito este libro y de la leyenda que lo rodea, antes de contar la historia que contiene y explicar por qué es tan especial. Se trata de una historia real: Sergiusz Piasecki (1901-1964) fue encarcelado por delitos derivados de sus actividades como traficante y espía, por lo que fue condenado a la pena de muerte. Durante su reclusión, solicitó material de escritura y escribió una obra maestra titulada “El enamorado de la Osa Mayor”, sin haber recibido ningún tipo de formación literaria en toda su vida. Ahí reside uno de sus principales reclamos.

Este libro no es una autobiografía, pero la vida del protagonista sí contiene multitud de paralelismos con la de su creador. Al parecer, una vez plasmado el punto y final de la novela, Piasecki se la entregó a su carcelero sin darle mayor importancia, y éste, por suerte, la tuvo en consideración e hizo que llegara a manos del juez. Así fue como Piasecki se libró de la pena de muerte y como consiguió poco después, durante un traslado, la ansiada libertad. Su libro se convirtió en un éxito de ventas y él se esfumó sin que se sepa con seguridad dónde se perdió su rastro. Durante ese tiempo de libertad escribió alguna algún otro libro basado en sus vivencias belicosas, y también sátira política.

“El enamorado de la Osa Mayor” es uno de los más hermosos y mejor escritos que he leído nunca. Se divide en tres partes  de hipnóticos títulos: “Bajo las ruedas del carro”, “Por los senderos de los lobos” y “Los fantasmas de la frontera”. Está acompañado por una de las mejores introducciones de la historia de la literatura, donde explica brevemente y con mucha intensidad y vitalismo sus experiencias como contrabandista en la frontera rusa.

El primer capítulo comienza exactamente cuando el protagonista, Władek, se enrola en la primera de sus rutas como contrabandista, con una portadera a cuestas cargada con material para transportar de incógnito y vender al otro lado de la frontera, junto con un grupo de piratas avezados que le sirven de guía y le enseñan las claves del oficio. Con el paso de los meses Władek sufre emboscadas de los soldados rusos, vive al límite, borra de su mente la diferencia entre el bien y el mal y aprende a amar la libertad y la naturaleza de una forma salvaje.

Precisamente este libro es una oda a la libertad. Władek pronto se ve atraído por la fueraza de las estrellas y aprende a amarlas, reconocerlas y dejarse guiar por ellas. Llega incluso a bautizar a cada una de las siete estrellas que conforman la constelación de la Osa Mayor (o Carro Mayor, de ahí el título del primer capítulo). No hay fajo de billetes por los que cambie su vida al aire libre, ni palacio que le resulte más seguro que una guarida en el bosque. Se siente más cómodo rodeado de pájaros, lobos y salteadores de caminos que de ciudadanos en una gran urbe.

La magia proviene tanto del embrujo de la naturaleza como de la forma de pensar de Władek: muestra un camino alternativo y asegura que otra forma de vida es posible. Además, el hecho de ser un libro tan lírico y cuidado contrasta con la historia que cuenta (salvaje, peligrosa, descarnada).

El argumento, trepidante, deja sin resuello al lector, no da tregua. Sin embargo, a la vez el texto está plagado de frases sutiles y delicadas, y descripciones gloriosas. Por todo ello, este libro es pura magia, y una muestra perfecta de literatura de la más alta calidad.

«Camino a través del bosque hacia el sendero que conduce a Zatyczno. En la lejanía, se oyen los suspiros sordos y pesados de los truenos. Se acercan. Se desencadena un viento que corre por las alturas, por las cúspides de los árboles, llenando el bosque de un rumor quejumbroso. Cierra la noche. A duras penas me abro paso entre los árboles. De improviso, un largo relámpago verde cae sobre el bosque. Abajo, casi en las entrañas de la tierra, se oye el trueno que huye hacia las tinieblas en oleadas grávidas... Otro relámpago, ahora amarillo, corta el aire... El tercero, rojo, explota como un fuego de artificio... El cuarto, dorado, se entrelaza con la oscuridad en la lotananza... El quinto, blanco, arranca la noche de la tierra y, durante un rato, puedo ver con toda claridad cada tronco, cada rama, cada hoja... Después, los relámpagos caen a puñados. Se entrecruzan, se esquivan... Uno corre en pos del otro. Derraman torrentes de luz entre los árboles. El aire vibra... Los árboles tiemblan... Un huracán... El viento rompe ramas y derriba árboles. Los relámpagos hacen trizas los pinos, los abetos y los abedules más robustos. El bosque se estremece... »


sábado, 2 de febrero de 2013

Jaime Gil de Biedma y Juan Ferraté: cartas y artículos


"En todo ello quizá influya el rumbo que está tomando nuestro país, que me resulta poco apetecible y que me hace temer que dentro de unos años seré un ante anacrónico. Parece que Epaña, que es un país feudal que no ha tenido feudalismo, y un país burgués que jamás ha hecho la revolución burguesa, se prepara para ser un país neocapitalista sin gran capitalismo. Vamos a la economía de consumo, pero de un consumo mínimo: nuestro porvenir consiste en convertirnos en el menos desarrollado de los países desarrollados. Es decir: adquiriremos nuevas miserias y nuevos defectos sin perder ninguno de los antiguos. Creo que hemos entrado resueltamente por ese camino y ni siquiera la inmediata caída de Franco y un colapso político –cosas, una y otra, casi por completo improbables– nos salvarían ya: el «milagro español» está en marcha y participaremos de la prosperidad europea a escala española; tendremos una prosperidad pequeña, bastante sórdida, pero que permitirá a todo quisque hablar con aire de superioridad de la falta de libertad y la falta de automóviles en las democracias populares.”

Carta de Jaime Gil de Biedma a Juan Ferraté. 6 de abril de 1962.

Ellos lo sabían.

Jaime Gil de Biedma: cartas y artículos. Juan Ferraté. Acantilado, 2009.

domingo, 27 de enero de 2013

Tim Burton por Tim Burton


Este libro es una deliciosa zambullida en el imaginario fantástico del cineasta Tim Burton. Todas y cada una de sus influencias aparecen en este estupendo libro, que es una lectura perfecta para los amantes del cine en general y para los seguidores de Burton en particular. El por qué de la ropa a rayas blancas y negras, los jóvenes solitarios y atormentados o las extrañas relaciones entre padres e hijos están aquí.

En esta edición el texto está ampliado y revisado, por lo que disponemos, entre otros datos interesantes, de una versión más extensa del prólogo de Johnny Depp que aparecía en las primeras versiones del libro. Sin embargo, la película más reciente sobre la cual constan datos es “La novia cadáver” (2005), por lo que se quedan fuera los títulos posteriores como “Sweeney Tood” (2007) o “Alicia en el País de las Maravillas” (2010), entre otros.

Magia, sueños y muñecos raros

Un mundo onírico y desquiciante se presenta en este libro ya desde la cubierta, donde vemos a un Tim Burton meditativo sobre el cual flotan los personajes de sus propios bocetos, tan reconocibles en esos trazos tan finos y quebradizos, representando siempre figuras de aire elegante y algo anticuado que parecen haber salido de una tumba en la que hubieran permanecido encerrados muchos años y que, sin embargo, consiguen ser siempre encantadores.

A lo largo de las páginas del libro, de papel satinado, desfila una fascinante galería de seres extraños en orden cronológico, desde los bocetos y fotografías de sus proyectos más antiguos (“Hansel y Gretel” o el antiguo corto de “Frankenweenie” que acaba de presentar como largometraje hace muy poco) hasta el último que abarca este libro, “La novia cadáver”.


Una de las partes más interesantes es en la que Tim Burton relata su paso por Disney, donde consiguió una beca de formación para animadores y permaneció luego varios años, a pesar de poseer un estilo artístico personal que no encajaba de ninguna manera con el de la compañía. No es un dato que todo el mundo conozca, y resulta curioso. Para Burton supuso una época de aprendizaje de sus propios límites y de reafirmación de su propio estilo. Además, pudo conocer a otros profesionales con los que llegó a entenderse y colaborar tras varios años de haber abandonado Disney.

En este libro Burton explica también la importancia de las influencias literarias en sus películas: a pesar de confesar no haber sido un gran lector desde niño, cuenta que sus preferencias eran los libros del Dr. Seuss y los cuentos de Edgar Allan Poe. Claramente, todo encaja.



Tim Burton y Johnny Depp

Es estupendo que esta maravillosa pareja de extraños llegase a conocerse y se diese cuenta de que debía colaborar unida, porque la genialidad de ambos y su profesionalidad nos han dado frutos inolvidables en forma de imágenes cinematográficas. Es por eso que en este libro el prólogo de Depp es idóneo para preceder al texto en el que toma la palabra Tim Burton, debido al cariño y la complicidad que ambos tienen, tanto en lo personal como en lo profesional, algo que salta a la vista cuando vemos las películas en las que trabajan juntos. De hecho, Depp no aporta apenas datos técnicos sobre el trabajo de ambos en su introducción, sino que se centra en la complicada tarea de explicar con palabras qué siente cuando colaboran, en qué se basa su química y por qué logran tan buenos resultados.

Esta relación ha sufrido críticas desde el comienzo, quizá por lo extravagante de los dos (ya que dan la equivocada imagen de ser caricaturas de sí mismos y quizá por eso llamen más la atención, o despierten más las envidias), o quizá porque casi todo lo que sale bien y triunfa lleva aparejada una inevitable lluvia de animadversiones.


En lugar de recibir una nueva colaboración de ambos con un despectivo “¿Otra vez?”, prefiero exclamar un entusiasta “¡Qué buena noticia!” en cada una de las ocasiones en que esto sucede. Para Depp, trabajar con Burton es “como volver a casa”. Una sensación parecida a la que tenemos sus fans cuando revisitamos sus películas o asistimos a la proyección de las nuevas por primera vez.

No hay que olvidar que Johnny Depp mantiene su propia carrera cinematográfica también al margen de las colaboraciones con Burton, y que precisamente logró una de sus cimas interpretativas en “Piratas del Caribe” (2007) con el personaje de Jack Sparrow. Hay otros actores fetiche en las películas de Burton que también aportan coherencia a su obra, como Helena Bonham Carter, Christopher Lee, Michael Gough o, más recientemente, Anne Hathaway. Si hay química, ¿por qué no repetir?

El niño Tim

La infancia de Tim Burton se ve reflejada en sus películas, donde ha intentado de forma más o menos consciente hacer justicia con su pasado y tomarse su revancha en aquellos asuntos que no salieron bien la primera vez. Por ejemplo, se venga de los cachas de instituto cuando Kim deja a su novio en “Eduardo Manostijeras”; refleja su trauma infantil con los aparatos metálicos para los dientes que rodean toda la cabeza cuando recrea la infancia de Willie Wonka en “Charlie y la fábrica de chocolate”; revive su amor infantil por los perros y reconstruye su visión tenebrosa de una aparentemente tranquilo barrio residencial en “Frankenweenie”; ajusta cuentas con su padre y la pobre relación que mantuvieron en la emotiva “Big Fish” y da forma a su proyecto de juventud “Pesadilla antes de Navidad”, que permanecía oculto en los archivos olvidados de Disney desde hacía años.


Además, ha tenido la inmensa suerte de colaborar profesionalmente con Vincent Price, que fue su padre cinematográfico, una de sus mayores influencias y la figura del mundo del cine a la que más ha venerado desde siempre. Entre otras colaboraciones, es el actor que da vida al padre-inventor de Eduardo Manostijeras.

Tim Burton se crió en una familia normal y tuvo una infancia demasiado pacífica para lo que se podría esperar de una mente tan lúcida e imaginativa como la suya. No obstante, desde muy joven asistía a su cotidianeidad de una forma peculiar, viviéndola a través de un matiz tenebroso, satírico y fantasioso que tan bien supo plasmar luego en sus películas. Sus comienzos más inocentes al mando de una cámara de vídeo se produjeron grabando vídeos caseros con otros niños del barrio usando una cámara de Súper 8.


Sabemos que definitivamente no hay nada artificioso en sus películas cuando descubrimos que siendo muy joven visitaba habitualmente el cementerio cercano a su casa en busca del inspirador sosiego y la inquietante soledad que no conseguía encontrar en otros lugares. De hecho, es curioso que todavía no haya rodado una película de verdadero terror (a pesar de los toques góticos y oscuros que ya son tan característicos y reconocibles), ya que declara que este es su género cinematográfico favorito.

Ha sabido hacer de lo raro algo comercial, de gran acogida por el gran público y no sólo para los freaks. Su eterno ajuste de cuentas con su infancia y sus revisiones de los clásicos que le marcaron de joven hacen desde hace años las delicias de niños y adultos en la oscuridad de las salas de cine: una sonrisa inocente aparece cada vez que sus incondicionales sabemos que un nuevo proyecto se fragua entre las manos de este increíble genio loco.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...