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lunes, 14 de octubre de 2013

"La tercera persona" - Álvaro de la Rica


Álvaro de la Rica (Madrid, 1965), en esta brevísima y extraña novela compuesta por tres pequeños textos que se unen entre sí, concluye que en toda relación ha de existir una tercera persona que la mantenga a flote y la dirija en la dirección correcta. Puede deducirse que en una relación monógama tradicional es positiva la existencia de la tentación para dar coherencia y mayor sentido a todo lo demás, puesto que los miembros de la relación renunciarán libremente a ella y reforzarán así el vínculo que los mantiene unidos. No sé. Partiendo de la base de que las relaciones de a dos, tradicionales y convencionales, son un producto artificial y en gran medida, impuesto por la sociedad, la fidelidad no es más que otra de las reglas del juego que pueden establecerse antes de echar la partida. Hacer trampas es divertido, no tanto cuando te piden por favor que no las hagas mientras asistes en silencio a todo un muestrario de exhibiciones cutres de ases en la manga.

Obviamente, este libro contiene un sinfín de lecturas por su propia temática y por el entramado de historias y personajes que plantea. Su conclusión, en todo caso, no es válida para personas inmaduras que establezcan las reglas del juego descuidadamente, a sabiendas de que las incumplirán. Además, y a pesar de que el mensaje principal es el de la tercera persona como pilar fundamental para sostener a la pareja propiamente dicha, la novela se centra en la relación de miembros de una pareja con esa "tercera" persona suya, dándole más importancia y sirviendo al final como revulsivo para determinar que las relaciones de pareja de los personajes son insatisfactorias, o acaso lo sean sus vidas con todo lo que tienen dentro.

Álvaro de la Rica (profesor en la Universidad de Navarra) utiliza un lenguaje elegante y depurado propio de un profesor de universidad clásico. Si esta novela, por su breve extensión, deja al lector con ganas de continuar, desde la editorial informan de que "La tercera persona" es sólo la primera parte de una serie que publicará próximamente.

Para terminar, es muy probable que la presencia intocable de una tercera persona sea positiva para que una pareja se mantenga y evolucione: en todo caso, lo principal es ser sincero con el otro, y para eso, hay que ser antes sincero con uno mismo. Y es ahí donde los más débiles fracasan.

sábado, 12 de octubre de 2013

Alabanza de la lejanía


En la fuente de tus ojos
viven las redes de los pescadores del falso mar.
En la fuente de tus ojos
cumple el mar su promesa.

Aquí arrojo
un corazón que estuvo entre los hombres,
mis ropas y el fulgor de un juramento:

Cuanto más negro estoy en lo negro, estoy más desnudo.
Sólo si soy desertor soy fiel.
Soy tú cuando soy yo.

En la fuente de tus ojos
derivo y sueño un rapto.

Una red capturó una red:
nos separamos entrelazados.

En la fuente de tus ojos
estrangula la soga un ahorcado.


Paul Celan. Amapola y memoria, Ed. Hiperión, 1996










Imagen de cabecera: boceto de Leonardo Da Vinci.

miércoles, 2 de octubre de 2013

"Protocolos para un apocalipsis" - Frank G.Rubio y Enrique Freire


Inauguramos la temporada literaria otoñal con un libro ecléctico, apocalíptico y conspiranoico. No combina con la ideología que vomita la televisión a diario ni tampoco con las creencias populares establecidas. Es un libro que nada a contracorriente, que se atreve a exponerse (solitario y por lo tanto, vulnerable) ante una avalancha de versiones contrarias sobre la misma historia.

En este mundo egoísta y cruel, hay que posicionarse y decidir de qué forma vivir: ajeno a todo pero formando parte del rebaño (o sea, del sistema), ajeno y en contra del sistema pero de verdad (Thoreau lo intentó, pero por poco tiempo) o participando activamente del sistema (de una forma más o menos disimulada) y sacando tajada de ello.

Este libro explica los tejemanejes ocultos del sistema, que Enrique y Frank creen atisbar aislando fragmentos de la avalancha de información que nos envuelve y embrutece (pues no con otro fin nos es lanzada).

No obstante, no hay que ser muy listo para darse cuenta de que vivimos en una sociedad que está muy lejos de ser puramente democrática, libre, y que hace todo lo posible por el bienestar de sus miembros: nada más lejos. Lo primero que siempre se recorta al máximo es la educación, bien es sabido que una masa iletrada es muchísimo más fácil de dirigir y controlar para el bienestar de unos pocos. El acceso a la cultura cada vez es más difícil (no hay becas para los estudiantes, no hay dinero para las bibliotecas, el IVA de los productos culturales cada vez es más alto y prohibitivo, etc.) Según Enrique y Frank: “Tanto la cultura media como las aptitudes intelectuales están cayendo en picado en el planeta entero”.

Enrique y Frank avisan de los peligros del embrutecimiento que se sufre embobándose delante de la televisión, que elimina la facultad de hacer otras cosas y además introduce cantidades ingentes de información basura en la cabeza del televidente. Se puede vivir sin ver la televisión, doy fe de ello. Y es tan liberador... supongo que quienes consiguen dejar de fumar experimentarán una sensación similar a la de desenchufar el dichoso aparato. Uno llega a preguntarse de dónde sacan tiempo para ver la TV quienes lo hacen. Son tantas horas desperdiciadas que nadie les devolverá... es para planteárselo, cuanto menos.

Krugman se dio cuenta de que la actividad eléctrica cerebral cambiaba con un incremento de las ondas Alfa, en detrimento de las ondas Beta, las que se emiten en un estado de conciencia normal. Curiosamente, cuando la persona dejaba de ver la televisión y leía un texto escrito, todo volvía a la normalidad, aumentaba el número de ondas Beta, las ondas de la zona consciente de nuestro cerebro. Algunos investigadores asocian las ondas Alfa con la meditación y algunos fenómenos derivados de ella: inmovilidad, respiración superficial...

Y, según Jerry Mander:

Siempre ha sido más fácil hipnotizar a alguien en un espacio confinado donde la realidad exterior ha sido eliminada. Si usted decide mirar la Televisión no hay otra alternativa que aceptar la corriente de imágenes electrónicas, tal y como vienen.

Desde hace algún tiempo, lo que se pretende es que los miembros del gran rebaño leamos en... una pantalla. Saquen sus propias conclusiones. (Y que se lea cada vez menos, a poder ser, y que se lean gilipolleces).

Al hilo de todo esto, Enrique y Frank citan una intervención brillante de José Saramago (QEPD):
La manipulación de las conciencias ha llegado a un punto intolerable... Forma parte de una operación de banalización que es cultivada sistemáticamente. Revistas que antes eran de reflexión y pensamiento ahora son frívolas; la televisión, que puede ser un elemento de educación extraordinario, se ha convertido en eso que algunos llaman muy bien “telebasura”. Y hay gente muy interesada en ello, en que sea así. En el fondo esto no es nuevo. Ya en la época de los romanos se daba la política de “pan y circo”. Un golpe de efecto genial de las sociedades modernas ha sido convertirnos a todos en actores. Todo hoy es un gran escenario. Es la panacea universal porque ha hecho que todos queramos aparecer como actores (...) Vivimos en un espectáculo bochornoso en el que se muestra en directo la muerte, la humillación...
Texto que requiere, obligatoriamente, que haga una pausa para recomendar “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord en este blog, una vez más...

Siguiendo con el embrutecimiento que se consigue situando al individuo delante de una pantalla: “El MP3 convirtiendo el ruido generalizado de nuestra vida cotidiana en un video clip fashion (eso sí, personalizado, “al gusto de cada uno”), el móvil como símbolo de ubicuidad y de control (y por ende de esclavitud) o las sempiternas gafas de sol, mas que un elemento de protección visual una metáfora de la pantalla que nos roba unas cuantas horas al día y que nos permite observar sin ser observados (...) Si alguien se resiste ya se le convencerá.”
¿Gafas de sol? MATRIX...

Hay un gran interés en convertirnos en rebaño idiotizado, sí, por parte de una pequeña parte de la población exageradamente enriquecida y poderosa, integrante de gobiernos, iglesias y fuerzas de seguridad. Esto es algo muy antiguo pero precisamente por eso cada vez está mejor diseñado y es más sutil. También el rebaño debería haber evolucionado e ideado formas para combatir los abusos, maldita sea.

Cito a Enrique y Frank:

El temor ha sido una de las armas de sometimiento que a lo largo de la historia ha sido impuesta a la sociedad, aunque sus efectos en la misma han ido variando con el paso del tiempo. Mientras que el miedo, hace unos cuantos siglos era un arma de control social puro, actualmente el temor se inscribe en una sensación de inseguridad permanente que, encontrándose instalada en nuestras sociedades consumistas, hace que nos rodeemos de “cosas” con la sensación de un vacuo sentimiento de disfrute en función de que “todo se acaba”.

En este libro también se tratan otros aspectos de la dominación, se habla de religiones, de gobiernos dentro de gobiernos que ordenan manteniéndose en la sombra, de altos mandos de las fuerzas de seguridad que ya no colaboran con los terroristas, sino que ejecutan ellos mismos los actos supuestamente terroristas calculando las pruebas que ellos mismos van a encontrar y elaborando previamente las comunicaciones al pueblo por parte de los poderes políticos... parecen tramas más propias del cine, pero es que, de todos es sabido que la realidad supera a la ficción.

“No es para encerrar a Dios sino para encerrar a los fieles, para religarlos, para lo que se construyen los templos.”

Pero ni Frank ni Enrique pretenden inculcar a toda costa su visión de la situación tan cual: lo que pretenden es ofrecer otro enfoque, otra forma de aprender a ver las cosas que nos ponen delante de los ojos. Quieren que la gente piense por sí misma y esto les convierta en seres libres:

Lector, lee entre líneas y no apliques la mentalidad que utiliza el hombre común ante los materiales propuestos por los mass media, donde la credulidad más borreguil se alía con la predisposición condicionada, tras muchas horas de “apredizaje”, a encontrar lo que han puesto claramente ante sus narices para ser encontrado.

En este libro se incluye un último apartado que recoge artículos más antiguos de Enrique y Frank ya publicados en otros medios, que hacen relación a los mismos temas tratados en el libro y que aún son bastante actuales y oportunos.

Este no es el mejor ni el peor libro sobre asuntos conspiranoicos, pero es uno más para ayudar a liberar la mente de la morralla con la que se nos intenta tapar la boca a diario.

USA es el “policía malo”, todo músculo; Europa, el soft power, el “policía bueno” que quiere negociar e intervenir humanitariamente en todo. Mera división del trabajo. Objetivo táctico: absorber al Islam fagocitándolo. Método: dureza USA, comprensión europea. Látigo y azúcar. Fundamentalismo “violento y maléfico” cuidadosamente elaborado en los circuitos de Inteligencia y de Operaciones Encubiertas para hacer surgir dialécticamente “Islam moderado” a raudales, democrático, amigo y dispuesto a ir a la guerra contra China y Rusia si hace falta. (Frank G. Rubio)


martes, 16 de noviembre de 2010

"Lamentaciones de un prepucio" - Shalom Auslander

(...) En lo alto, Dios va deslizándose hasta el borde de Su asiento y mira hacia abajo, los codos apoyados en las rodillas, el mando a distancia en la mano, el pulgar rozando la tecla de MATAR.

Lamentaciones de un prepucio es sin duda el libro más divertido que he leído en mucho tiempo; critica los ritos judíos con un humor inteligente y certero, descubriendo sin pudor lo absurdo de las costumbres judías. En primera persona, Auslander recuerda su infancia a través de anécdotas repletas de prohibiciones, frustraciones y deseos reprimidos y nos muestra, con humor, las carencias y aspectos negativos que recaen sobre un ser humano inocente -un niño- por nacer en el seno de una familia absorbida por una religión: el peligro que reside en la fina línea que separa la Fe del Fanatismo.

Por tradición, se llevan a cabo millones de acciones y ritos absurdos en el mundo cada día, que perjudican antes que benefician en modo alguno al ser humano. ¿Para qué reprimirse, abstenerse, prohibirse, sentir ante cualquier cosa, temor? ¿Quién asegura la existencia de ningún dios todopoderoso? ¿Por qué no liberarse y pensar -por dios- al menos una vez, con la cabeza?

En realidad, y a pesar del toque humorístico, resulta dramático que un niño deba esconderse, escaparse, sentirse culpable por comer una miserable gominola. Que crea que un ente abstracto le castigará por ello. Que sienta miedo. Deberían revisarse de una vez ciertas creencias y conceptos ya caducos.

sábado, 25 de septiembre de 2010

MENTIRAS.

*
Ha buscado durante semanas por las barras de los bares la respuesta. Sin resultado. ÉL es su única esperanza. ÉL le acomodará a SU lado. Allí sí será feliz.

Por eso se coloca junto a la vía del tren y cuando, los ojos cerrados, lo escucha llegar, avanza.

Amarás a Dios sobre todas las cosas.

*
Ha caído de un andamio y su hijo, 14 años 15, los ojos secos, rojos, escucha de labios de una vecina la frase que ya no le ha de abandonar:

-Dios lo quiso para sí.

Ahora

ya tiene

un culpable.

No tomarás el nombre de Dios en vano.

*
6:10 de la mañana. Polígono en las afueras de una pequeña ciudad, la luz de neón y una discoteca. Ocurre tras litros de alcohol por la garganta. Un empujón responde a un roce al pasar, después vienen los insultos. Y al final, el brillo de las navajas resplandece bajo la luz de la luna. El brillo de la sangre.

Ya se escucha,

a lo lejos,

la ambulancia.

Santificarás las fiestas.

*
Nunca tuvo ningún hermano, nunca le faltó calor, cariño, nunca le faltó de nada. Si no tuvo algo más fue porque no lo quiso. Pero mamá y papá desaparecen un día, un accidente, un golpe de volante, un golpe de mala suerte. Un golpe. Contra el cristal. Y una voz en el móvil le transmite entre sollozos la noticia.
-Aquí está -no lo puede evitar pensar, él no lo quiso, no se le debe tener en cuenta.-

Ya

tengo

la herencia.

Honrarás a tu padre y a tu madre.

*
Ha ocurrido un accidente, y se encuentran a muchos metros bajo el mar. Las bombas de oxígeno no están igualadas, pero se pueden compartir. Esperar y cederle tu oxígeno a otro. Escapar y dejar al herido sin aire. (Pero la luz del sol se adivina tan apetecible, allí arriba).
Y escapa.

No matarás.

*
3:00 de la mañana, conduce despacio, hastiado, alargando el momento de llegar al domicilio familiar. Recreándose en el sinsentido que es su vida, en su falta de agallas para acometer con elegancia una nueva. Una sirena de neón le invita a cambiar el rumbo. Esta noche ya se ha gastado mucho dinero en alcohol y es raro, pero aun le queda un poco,

aún

no se ha gastado

el sueldo del mes.

No cometerás actos impuros.

*
Es de día, es una ciudad tranquila, es una calle comercial y está abarrotada de gente. Pero pasa todo tan deprisa, en unos segundos le han roto el corazón, se han llevado su serenidad, le han lastimado el hombro, se han llevado su intimidad, su cuaderno, su dinero y su alegría, para el resto de la tarde. Su pulso a un ritmo normal, su fe en los seres humanos. Y les ha dado igual, todo ha salido bien.

Han conseguido

robarle

el bolso.

No robarás.

*
Ha cometido un error de bulto, un desliz de principiante. Todavía no se explica cómo puede haber pasado, en todo caso ya es demasiado tarde para enmendarlo.

-¿Quién ha dejado esto así, quién lo ha hecho, cielo santo? Nos llevará horas arreglarlo y ha de presentarse urgente, solo tenemos un día. ¿Quién ha sido el inútil? Le voy a...

-Señor, el nuevo. Pero no se preocupe Vd. que

yo,

si quiere,

lo arreglo.

No levantarás falsos testimonios ni mentirás.

*
Sólo pueden ser amigos, pero sólo quieren ser amantes. Y los dos son buenos chicos. Y aún así. Ocurre.

No pueden

dormir

por las noches.

No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

*
Su amiga ha salido a la puerta del bar, solo un minuto, para hablar por teléfono. Y ella se ha quedado sola ante el café. Una pareja a su lado recoge sus cosas, se levantan, salen. Han olvidado, junto a una servilleta, un móvil.

Aún no han terminado de atravesar la puerta y ella ya ha deseado guardarlo en el bolso. La sangre ilumina su rostro, el pulso se le acelera. Pero no sabemos, al final, qué ha hecho.

Qué tontería.

No codiciarás los bienes ajenos.


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