Ha buscado durante semanas por las barras de los bares la respuesta. Sin resultado. ÉL es su única esperanza. ÉL le acomodará a SU lado. Allí sí será feliz.
Por eso se coloca junto a la vía del tren y cuando, los ojos cerrados, lo escucha llegar, avanza.
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
*
Ha caído de un andamio y su hijo, 14 años 15, los ojos secos, rojos, escucha de labios de una vecina la frase que ya no le ha de abandonar:
-Dios lo quiso para sí.
Ahora
ya tiene
un culpable.
No tomarás el nombre de Dios en vano.
*
6:10 de la mañana. Polígono en las afueras de una pequeña ciudad, la luz de neón y una discoteca. Ocurre tras litros de alcohol por la garganta. Un empujón responde a un roce al pasar, después vienen los insultos. Y al final, el brillo de las navajas resplandece bajo la luz de la luna. El brillo de la sangre.
Ya se escucha,
a lo lejos,
la ambulancia.
Santificarás las fiestas.
*
Nunca tuvo ningún hermano, nunca le faltó calor, cariño, nunca le faltó de nada. Si no tuvo algo más fue porque no lo quiso. Pero mamá y papá desaparecen un día, un accidente, un golpe de volante, un golpe de mala suerte. Un golpe. Contra el cristal. Y una voz en el móvil le transmite entre sollozos la noticia.
-Aquí está -no lo puede evitar pensar, él no lo quiso, no se le debe tener en cuenta.-
Ya
tengo
la herencia.
Honrarás a tu padre y a tu madre.
*
Ha ocurrido un accidente, y se encuentran a muchos metros bajo el mar. Las bombas de oxígeno no están igualadas, pero se pueden compartir. Esperar y cederle tu oxígeno a otro. Escapar y dejar al herido sin aire. (Pero la luz del sol se adivina tan apetecible, allí arriba).
Y escapa.
No matarás.
*
3:00 de la mañana, conduce despacio, hastiado, alargando el momento de llegar al domicilio familiar. Recreándose en el sinsentido que es su vida, en su falta de agallas para acometer con elegancia una nueva. Una sirena de neón le invita a cambiar el rumbo. Esta noche ya se ha gastado mucho dinero en alcohol y es raro, pero aun le queda un poco,
aún
no se ha gastado
el sueldo del mes.
No cometerás actos impuros.
*
Es de día, es una ciudad tranquila, es una calle comercial y está abarrotada de gente. Pero pasa todo tan deprisa, en unos segundos le han roto el corazón, se han llevado su serenidad, le han lastimado el hombro, se han llevado su intimidad, su cuaderno, su dinero y su alegría, para el resto de la tarde. Su pulso a un ritmo normal, su fe en los seres humanos. Y les ha dado igual, todo ha salido bien.
Han conseguido
robarle
el bolso.
No robarás.
*
Ha cometido un error de bulto, un desliz de principiante. Todavía no se explica cómo puede haber pasado, en todo caso ya es demasiado tarde para enmendarlo.
-¿Quién ha dejado esto así, quién lo ha hecho, cielo santo? Nos llevará horas arreglarlo y ha de presentarse urgente, solo tenemos un día. ¿Quién ha sido el inútil? Le voy a...
-Señor, el nuevo. Pero no se preocupe Vd. que
yo,
si quiere,
lo arreglo.
No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
*
Sólo pueden ser amigos, pero sólo quieren ser amantes. Y los dos son buenos chicos. Y aún así. Ocurre.
No pueden
dormir
por las noches.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
*
Su amiga ha salido a la puerta del bar, solo un minuto, para hablar por teléfono. Y ella se ha quedado sola ante el café. Una pareja a su lado recoge sus cosas, se levantan, salen. Han olvidado, junto a una servilleta, un móvil.
Aún no han terminado de atravesar la puerta y ella ya ha deseado guardarlo en el bolso. La sangre ilumina su rostro, el pulso se le acelera. Pero no sabemos, al final, qué ha hecho.
Qué tontería.
No codiciarás los bienes ajenos.
Que buen camino llevas... una estupenda idea escrita con intensidad. Felicidades, y sigue, con la paciencia y el ritmo lento pero inexorable del oleaje. Mar.
ResponderEliminarGRACIAS.
ResponderEliminarMe ha encantado Mar!!! Estan geniales todas las historias, super originales! :)
ResponderEliminarGracias Juani ;)
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