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miércoles, 25 de abril de 2018

"Estabulario" - Sergi Puertas


Sergi Puertas (Barcelona, 1971) ha publicado novelas y poemarios. En la información sobre el autor que se puede leer en “Estabulario”, Puertas se nos presenta como un artista multidisciplinar: escritor, periodista, poeta, músico y guionista de novela gráfica en la actualidad, además de haber desempeñado su carrera profesional en la industria editorial en el pasado.

El libro que tengo entre manos es una rareza difícil de clasificar, que se divierte provocando en el lector algún que otro dolor de cabeza: la inquietante imagen que ilustra la cubierta (un tótem de estética hindú con máscaras que observan desafiantes) ya vaticina un contenido extraño y desalentador, que en absoluto está reñido con la buena calidad, como veremos a continuación. Las referencias que lo avalan, invitan sin duda a la lectura.


El encanto de lo grotesco

“Estabulario” ha conquistado a la crítica española, y ha sido comparado con Ballard, Lem, Chirbes y Cronenberg, además de con la maravillosa serie británica “Black Mirror”. Con estas referencias es imposible que como mínimo no llame nuestra atención.

Se compone de seis relatos con las temáticas más descabelladas que quepa imaginarse. Por ejemplo, en el primero tenemos un restaurante especializado en cocinar patos, donde los cocineros son budas obesos con el uniforme de carne adherido a su ADN. La narración no es fácil ni amable, sino extraña y un tanto críptica, es fácil perder el hilo. La ciencia ficción juega a mimetizarse con la realidad en este experimento en el que su autor no buscaba fama y sigue extrañado por haber cosechado éxitos, ya que su intención era más bien explorar los límites del cuento como género literario.

El resultado es una compilación en la que Puertas rinde homenaje a los autores que le sirven de inspiración a la vez que trata (a su manera) temas complejos y de actualidad que le inquietan, como la religión, el islamismo, la era de Internet, la sociedad parapetada tras una pantalla, las consecuencias espantosas que se derivan del mal uso de la tecnología, etc. La excusa es escoger una serie de personajes y someterlos a distorsiones de la realidad para ver cómo se comportan, exactamente como ratas en un laboratorio.

Precisamente, la idea del título, según ha comentado el propio autor, surgió a partir de una conversación con un amigo que trabajaba en un animalario o estabulario con ratas de laboratorio. No conocía ese término y le gustó tanto que finalmente sirvió de título a este volumen. A partir de ahí, Puertas tiró del hilo y pensó qué pasaría si le hiciera algo parecido sobre el papel a seres humanos ficticios.


Nuestra canción

El penúltimo cuento y que más me ha gustado, “Nuestra canción”, es tan inquietante y extraño como el resto pero, además, posee una estructura especial que le confiere un ritmo hipnótico, es un cuento que no se puede leer una sola vez, impacta. Es una metáfora con personajes cambiantes, donde se ponen sobre la mesa temas tan maltratados y complejos como el racismo, el machismo, las normas sociales de convivencia, los choques culturales entre personas de diferentes procedencias, la desnaturalización de la vida humana en las ciudades industrializadas, la pérdida de lo esencial, la hostilidad del capitalismo que nos devora, incluso podemos encontrar ecos hacia la contaminación y la destrucción del planeta.

Todo esto en un relato que bien podría ser cantado, y que se configura en pequeñas estrofas encabezadas con colores y números que en cada nuevo punto y aparte sufren metamorfosis al más puro estilo de la manipulación transgénica. En este cuento nos damos cuenta de que quizá no hace falta alterar la realidad para someter a los humanos a situaciones distópicas o extremas para ver cómo reaccionan… sino que, más bien, somos los propios humanos los que hemos sido desnaturalizados, y que ya somos absolutamente incapaces de desenvolvernos y reaccionar con normalidad en un medio perfectamente natural, virgen.

Lo más destacable de “Estabulario” no es tanto su capacidad de encontrar belleza en lo grotesco, ni siquiera lo mejor o peor escrito que esté: es que tiene la valentía de ponernos enfrente un espejo sin la capacidad distorsionadora de un filtro de Instagram, y así, nos brinda el desafío de luchar contra esa realidad que nos incomoda: toda esa mierda que, como sociedad, solemos barrer y esconder bajo el felpudo.

El arte no es arte si no sacude, si no incomoda, si no consigue que salgamos de su influjo habiendo alterado algo dentro de nosotros. La técnica, la belleza, los referentes, las etiquetas, los movimientos, las épocas, los estilos… no son más que excusas. Precisamente “Estabulario” ni tan siquiera se encuentra dentro del estilo propio de la editorial que lo apadrina, Impedimenta, me pregunto si fue una apuesta editorial azarosa (“por si cuela, por si el boca a boca”, etc.), o es que Enrique Redel y su equipo pretenden explorar otros estilos diferentes a aquellos más amables y convencionales a los que nos tienen acostumbrados. Estaré pendiente, esta apuesta me ha cautivado.

A su favor: la valentía de salirse de lo convencional y explorar nuevas formas de hacer literatura siendo atrevido, mordaz, irreverente, grotesco y salvaje. Incomoda al lector y se divierte jugando con su inteligencia, poniéndole contra los límites de sus propias convicciones.

Y, si hay que buscarle alguna pega, requiere un esfuerzo extra de concentración por parte del lector, así que es una buena elección para que los más acomodados se entrenen para escalar hacia otras formas de literatura que se rebelan contra las normas de lo establecido. No apto para cobardes.

martes, 16 de mayo de 2017

La vida de los clones - Miguel Espigado



La actividad de Miguel Espigado (Salamanca, 1981) se desarrolla entre letras: su formación universitaria se centra en la Teoría de la literatura, Hispánicas y Análisis textual, ha publicado novela y ensayo, y ha impartido clases de idiomas en diferentes países, así como talleres de escritura.

Para la publicación de “La vida de los clones”, la editorial Aristas Martínez parece una candidata ideal, puesto que se centra en la publicación de obras que se encuentran en el límite de los géneros. Su ecléctico e inclasificable catálogo contiene libros de poesía, ensayo, novela y cómic.

Empatía VS ser humano
Continuamente da la impresión de que, en su mayoría, el ser humano sólo se moviera por la fuerza de su propia inercia, desarrollando incapacidad para la empatía, desinterés por su propio crecimiento intelectual, poca facilidad para detectar la injusticia y un largo etc. Así, muchas veces se afirma que algunos individuos siguen respirando únicamente porque se trata de una actividad automática.

En literatura, como medio artístico útil para despertar conciencias entre otras funciones estéticas y culturales, se ha usado la desfamiliarización para presentar una realidad que resulte extraña al lector, ante la cual no haya desarrollado aún mecanismos de respuesta y de este modo se enfrente al texto con las barreras mentales deconstruídas. Así por ejemplo, obras que integran el absurdo, exageraciones, esperpento u otros en esa línea, realidades paralelas que suelen tener retazos de fantasía, humor ácido o paralelismos con situaciones conocidas pero que han sido muy tergiversados a propósito para conseguir esa sensación de extrañamiento en el lector.

Esto es lo que tenemos en “La vida de los clones”, una novela en la que al principio cuesta un poco captar el contexto en el que se desarrolla, pero que una vez dentro, absorbe totalmente la atención del lector. A medida que avanza, se hace más patente la intención del autor, que no es otra que denunciar una serie de realidades sociales que todos conocemos, y lo hace a través de la figura de los clones como veremos a continuación.

Clones, privilegios y colectivos opresores
Se podría decir que Miguel Espigado ha volcado en los clones todas las atrocidades que a lo largo de la Historia se han cometido (y aún se cometen en la actualidad) contra colectivos oprimidos como pueden ser esclavos, colectivo LGTBI, indigentes, judíos, mujeres y un larguísimo etcétera… sin olvidar a los animales, que no por pertenecer a otra especie son menos seres vivos que los humanos.

En la realidad paralela que observamos en “La vida de los clones”, la sociedad capitalista ha dado lugar a la creación de criaturas de fantasía, como podrían ser los llamativos peluches de cualquier juguetería infantil a los que se les haya insuflado vida para el goce y disfrute de los humanos. La creación de esta nueva raza da lugar a una amplia problemática que no vamos a desvelar aquí, y a la reacción del ser humano ante esta situación. Milenios de crueldad documentada bien pueden servir como prueba para imaginar cómo sería la respuesta humana en estas circunstancias. Si una de las capacidades del historiador es pronosticar acontecimientos en el futuro basados en la experiencia del pasado, la del literato bien puede ser profetizar aquellas que se den en escenarios imaginados (que, por otro lado, no son más que metafóricos y aplicables por tanto a realidades conocidas).

La ciencia-ficción deconstruida
A nivel técnico, hay que reconocer que la novela es una virguería. No sólo mantiene y defiende sin lagunas una sociedad paralela inventada, poblada por unas criaturas de lo más extravagantes, sino que la redacción es impecable y denota un gran conocimiento de la vida en las grandes ciudades chinas, que es donde se basan los escenarios de la novela.

Su rostro me resultó tan inexpresivo como el de todos esos pekineses que realizan una tarea con tal desapego que ni siquiera parecen aburridos.

Además de la opresión a colectivos como tal, y siguiendo la línea de la denuncia ante injusticias sociales, vemos reflejadas en los clones muchas otras problemáticas que conocemos, tales como la maternidad subrogada, la inmigración, la adopción, la bioética, la explotación reproductiva en animales, el comercio y consumo de cadáveres, etc.

El hombre había frenado las posibilidades de mejorar su especie a través de la selección natural y arrastraría para siempre una enorme cantidad de fallos de diseño genético debido a la naturaleza imperfecta de la evolución natural. Por comparación, los clones podían escalar etapas evolutivas a velocidades increíbles.

Otro punto muy destacable es la configuración de los personajes y las interacciones entre ellos. Tanto el clon que es la voz narradora y protagonista principal, como el resto de personajes que intervienen, son complejos y están bien diseñados. Además de servir de ejemplo de todas las injusticias y casuísticas que hemos comentado antes, también nos sorprenden protagonizando escenas de humor negro, paradójicas o escatológicas, contrapuntos que consiguen crear un tono general en la novela que termina resultando hipnótico.

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