Mostrando entradas con la etiqueta Editorial Origami. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Editorial Origami. Mostrar todas las entradas

lunes, 8 de junio de 2015

"Campanas de Etiopía" - David González


Me temo que la de Campanas de Etiopía no es una reseña que deba escribirse en frío.

Podría decir que he hecho una lectura serena y meditativa, pero lo cierto es que he leído de una forma compulsiva y voraz. Leo a David González desde que iba al instituto: han pasado unos cuantos años y esas ansias por devorar palabras, cuando tengo un libro suyo nuevo entre las manos, no me abandonan nunca. La sensación después de leer tampoco cambia: los poemas de David alimentan a puñados violentos esa parte irracional, antigua, profunda y chamánica que habita (estoy segura) en cada uno de nosotros. La despierta y la mantiene alerta hasta la próxima lectura.

La literatura de David González no se parece a nada, y se mantiene siempre fiel a sí misma. No se sale indemne de sus libros: por las cosas que cuenta y por cómo las cuenta, y personalmente creo que de un libro no se puede pedir mucho más. Él es auténtico y sigue su propio estilo, no necesita de ningún clan de palmeros sin personalidad a su alrededor para autojustificarse y sobrevivir: representa todo lo contrario a los mediocres que se arriman al sol que más calienta. Esto lo explica sin tapujos en el poema"Tinieblas":

TINIEBLAS 
autores sin talento
que roban tu luz
para que también
a ellos se les vea
y al final
la triste realidad:

o solo se les ve a ellos
y poco y mal

o no se nos ve a ninguno

se acerca el tiempo de los poetas menores 
charles simic 

Tiene tanta razón, que debería haber altavoces en todas las calles pregonando esto, para eliminar de una vez por todas esa lamentable tendencia. De tan ridículo, es hasta divertido recordar ahora los intentos de burda copia e imitación que unos cuantos han intentado hacer de la poética de David, las falsas lisonjas disfrazadas de amistad para medrar dentro de este estilo realista y visceral (sin tener nada que contar y sin talento para hacerlo), o para publicar en las mismas editoriales de las que precisamente ahora él se despide, veremos si en esto también resulta un ejemplo a imitar. Además de publicar una obra considerablemente extensa en diferentes editoriales, lo que ha hecho David por la literatura en este país es dar voz, con su ayuda, contactos y multitud de antologías, a otros muchos escritores que, lo merecieran o no, no conseguían salir por sí mismos del anonimato.

Uno de los rasgos que caracterizan sus últimos libros, es la inclusión de las citas al final del poema, dotando al texto de una nueva dimensión, enriqueciéndolo con matices añadidos a su significado. Al igual que en "Tinieblas" vemos lo acertada que resulta al final la cita de Charles Simic, en el poema "Tierra" hace lo propio Dostoyevski y, además, ambos poemas, para mí, se dan la mano.

TIERRA 
gente que irrumpe en tu vida
igual que un cohete
prometiéndote las estrellas
y que sale de ella de igual modo
como un cohete
cuando por fin descubre
que tú ya has estado en ellas
en las estrellas

pero has elegido

regresar a la tierra

poseo mi subsuelo 
fiodor dostyevski 


Alguien tenía que decir de una vez lo que pensamos todos. Sin disfraces absurdos ni actitudes teatreras y siempre falsas.

Defiendo y creo en la poética de David porque a pesar de conocerle y encontrarle en todos los eventos a los que hemos podido coincidir desde hace años, nunca jamás me ha pedido nada: ni ha querido comprar reseñas con libros regalados, ni me ha eliminado de su círculo de contactos por no hablar de sus libros en estos mares: no es algo de lo que puedan presumir todos. Por eso también sólo comento aquellos libros y autores en los que creo y de los que disfruto. Este es el único tipo de ejemplo que quiero seguir: el de la honradez, la sinceridad, el trabajo y el agradecimiento. No entiendo la literatura (ni la vida) de otra manera.

¿Por qué recomiendo siempre a David González cuando alguien tuerce el gesto si hablamos de poesía? Porque sus libros son perfectos para empezar a disfrutar de la máxima expresión de la literatura (la poesía) de una manera que cualquiera pueda comprender, ya que son narrativos y lineales, y siempre aguarda al final de cada poema un golpe de efecto magistral e inesperado. Nunca inventa nada que no surja de su propia experiencia, ni habla de cosas que no conoce o en las que no crea. Y si no, hagan la prueba, lean cualquiera de sus libros y luego me cuentan.

A pesar de que, por su propia condición y el tipo de temáticas que trata, parece condenado al malditismo, es un poeta maldito que sin embargo puede presumir de haber servido, en vida, de objeto de un trabajo de fin de carrera: la filóloga Natalia Salmerón Suero ha redactado un estudio de sobresaliente, titulado "Aquello que conservamos después del naufragio", y que de momento puede adquirirse con la compra del poemario "Campanas de Etiopía" a través de la web de la editorial Origami.

Aunque resulta más sencillo definir un estilo o una generación desde la distancia, Natalia analiza a David González con sabiduría y cautela dentro de su contexto, en base a la poesía que se hace actualmente, y ha terminado por definir su obra como "poética de la consciencia", designación con la que el poeta se siente absolutamente identificado y cómodo. Efectivamente, la clasificación dentro de los "poetas de la conciencia crítica" o la "poesía de no ficción" que David defiende desde hace años, sin ser incorrectas se quedan cortas, y lo que ha querido Natalia es transmitir que David da voz a los más desfavorecidos porque ha sido o es uno de ellos, ya que no es lo mismo hablar desde la experiencia propia, que desde el cómodo sillón de la casa familiar con la televisión de fondo y las necesidades cubiertas (aunque la intención sea buena).

"González denomina a su poesía como poesía de no ficción por los temas que trata y por diferenciarse de las poéticas hegemónicas que dominan el panorama literario. Pero, ¿es justo este término? Sí y no: sí, porque su obra no ficcionaliza la realidad y presenta los hechos tal y como ocurren; no, porque denominar un estilo o una tendencia con un término negativo, siendo este vocablo uno de los que definen a la literatura, le hace perder efectividad y, en cierta medida, lo aleja de ella. De mismo modo, pienso que la definición de lo poético, en general, pero concretamente de su poesía debería atender a la impresión que produce, al sentimiento que genera, por lo que términos como poesía de choque, de la evidencia, de la conmoción, del quiebro se ajustarían mejor a la expresión de lo que he denominado poética de la consciencia." 

En su estudio, "Aquello que conservamos...", Natalia realiza un estupendo recorrido por la evolución de la literatura, la política y la conciencia social de España en las últimas décadas, enlazando con acierto esas influencias con las características que definen la poética de David González. También, y sobre todo, destripa y define con precisión de cirujano la obra completa de David, por lo que una lectura a tiempo de "Aquello que conservamos...", puede resultar muy enriquecedora para cualquier lector interesado o curioso. A mí, personalmente, me ha encantado. Conozco bien la obra de David y creo que no deja ningún cabo suelto y, lo que es igualmente importante, redacta con una finura y un respeto implícito que es digno de mencionarse, y agradecerse.

Sinceramente, espero que aunque la publicación de "Campanas de Etiopía" marque la despedida con al editorial Origami, sea posible que los siguientes Cuadernos "Los que viven conmigo", del que estas campanas son su primera parte, vean poco a poco la luz en alguna otra editorial donde encajen mejor este tipo de libros, que les den voz y que sean fáciles de encontrar en las librerías, cosa que ahora no sucede.



Book-trailer del libro "Campanas de Etiopía"

martes, 18 de junio de 2013

"Agua" (un poema de Adriana Bañares)


Me han abierto el pecho en canal sin anestesia, y en
su interior no vi un ser humano: solo vi agua. Agua
densa y muy azul. Mi interior solo es gelatina que
ocupa cada recoveco de mi cuerpo. Mi alma es agua.
Variable, voluble, agua.
Por eso comprendí que en verdad era mi mente
quien ve, pues mis ojos son agua, parte de alma. El
concepto de satisfacción es un concepto auxiliar del
concepto de verdad. Soy una asignación insatisfecha,
incontingente, maleable, café mi sangre, de agua
hecha. Si lloro, es porque mi alma se desborda. Por
eso cuando llego al orgasmo siento literalmente que
me derrito. Todo mi cuerpo se hace agua.

No hay cuerpo, solo soy alma.


Adriana Bañares, Ánima esquiva, Editorial Origami, 2013

Adriana tuvo la amabilidad de dedicarme un ejemplar de "Ánima esquiva" en la feria del libro de Madrid hace unos días, y yo leí este poema vestida de azul, con armadura de escamas.

viernes, 30 de marzo de 2012

"No hay tiempo para libros: Nadie a salvo" - David González


David González no necesita presentación: ni prólogos, ni introducciones. Sus poemas son siempre mucho más claros y directos de lo que ningún texto con ese propósito pueda serlo jamás: son directos, crudos, desnudos, feroces, crueles cuando es necesario, tiernos en ocasiones, técnicamente encomiables, limpios. Sinceros.

El poeta asturiano utiliza la poesía como género para expresar su verdad, a través de vivencias y pensamientos. Muchos podrán imitarle pero su estilo fresco y puro es muy difícil de lograr. Ocurre que David tiene una personalidad propia, que resulta obvio que no es sólo fachada: no imita a nadie, no necesita eso para crearse un personaje a través del cual dar una imagen falsa, como le ocurre a muchos otros. Su estilo llega al lector de esa forma tan poderosa precisamente porque es auténtico y puro.

Este poemario analiza los mismos temas que aparecen sin cesar a lo largo de toda la obra poética de David: los mismos temas que han marcado su vida. A saber: la violencia, la calle, las drogas, la cárcel, la pobreza, la humildad y la propia poesía como vía de escape a todo eso.

Por último, hay otra cosa que me hace pensar que este libro es brillante y redondo: al final de cada poema, hay una frase, una cita siempre muy breve, procedente de otros libros y canciones, que de alguna manera continúan el poema al tratar el mismo tema que éste: estas citas nos dan también pistas acerca de las influencias externas del poeta, ofrecen una vuelta más de tuerca a la idea inicial del poema y resultan enormemente enriquecedoras.


el salto

en saltar de un tejado

a otro:

en eso consistía la apuesta:

en saltar de un tejado

a otro:

del tejado podre de una fábrica
de escamas y esqueletos de pez al

tejado impecable del mesón del chino:

era un tejado a dos vertientes:
sobre el caballete, en fila india:
alfonso, el hijo del de la imprenta:
pedro, el de la calle atocha:
rufino, el hermano del rata:
horacio, en el saliente:
y yo: el más pequeño de todos:

era un salto gutural: generacional:
desde una altura considerable además:
suficiente como para romperse la crisma
y dejar la vida contra los cristales de botellas ro
tas:
clavos con tétanos: y astillas de las tablas
que medraban, como la mala hierba,
en los adoquines del callejón que discurría
entre la fábrica y el mesón:
alfonso y pedro se echaron atrás:
dicho de otro modo: les entró la cagalera:

horacio, rufino y yo saltamos:

alfonso tiene mujer y dos hijos:
pedro también: mujer y dos hijos:

horacio saltó del caballete

al caballo

y la palmó de sobredosis hace siglos:
cuando yo apenas empezaba a drogarme:

luego de pegarle el tirón al bolso,
rufino saltó por encima de la anciana,
a la que hizo caer por las escaleras:
el ataúd ya la esperaba abajo: en el portal:

la última vez que coincidí con él,
en la segunda galería de la cárcel provincial,
hace de esto veintitrés, veinticuatro años,
aún estaba pagando por aquella muerte:

lo que trato de explicarte es lo siguiente:

aunque entonces no fuésemos conscientes de ello:
horacio, rufino y yo: los tres que saltamos,
calculamos mal la distancia y nos precipitamos
al vacío:



la caída libre
es caer, pero al menos es libre:
margaret atwood



sal

Musa pone copas
7 días a la semana
en la sal:
desde las 02.00 h
hasta el cierre:
a eso de las 12.00 h:

y no tiene nada:

david escribe poemas
7 días a la semana
en su escritorio:
desde las 06.00 h
hasta el cierre:
a eso de las 21.00 h:

y no tiene nada tampoco:

aparte de deudas:
Musa & david
no tienen nada de nada:

ni casa propia:
ni coche:
ni hijos:
ni tarjetas de crédito:
ni vacaciones:

en realidad:
y esto es lo más jodido:
Musa & david
ni tan siquiera
se tienen ya

el uno

al otro:


¿acaso nos figurábamos hace años que
nos convertiríamos en esto:
djuna barnes

jueves, 22 de marzo de 2012

Madrid, viernes, 23 de marzo.


A las 20.00h en el Vota Café, al lado de la parada de metro de Alonso Martinez.
Con la presencia de los autores de los libros, no se lo pierdan.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...