Mostrando entradas con la etiqueta Edgar Allan Poe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Edgar Allan Poe. Mostrar todas las entradas
viernes, 26 de julio de 2013
"Edgar Allan Poe" - Charles Baudelaire
Poder leer lo que un escritor de prestigio universal pensaba acerca de otro al mismo nivel, cuando uno admira a ambos, es como asistir a un encuentro entre ambos en otra esfera.
Charles Baudelaire reflexiona acerca de la literatura y la persona de Edgar Poe, en una serie de textos en los que se refleja por un lado la delicadeza de la escritura de Baudelaire y la admiración (es casi palpable) que sentía por Poe.
Edgar Allan Poe nació en Baltimore en 1813. (...) Si alguna vez el espíritu del romance —¡espíritu siniestro y tempestuoso!— presidió un nacimiento, sin duda presidió el suyo.
Según Baudelaire, lo que dio prestigio a Poe desde el principio fue su originalidad, gracias a esa forma de escribir tan característica, personal y novedosa con que redactaba sus relatos. También hace hincapié en aspectos como la persecución incansable de la belleza, el gusto por al rima y la introducción de elementos matemáticos (muy importantes en la vida de Poe) en su literatura. El tipo de temas que trataba y su propio magnetismo personal (un halo misterioso en torno a su nombre perdura mucho tiempo después de su muerte), lograron que conociera la fama internacional, ya imperecedera. Este libro también contiene interesantes datos y anécdotas sobre la vida de Poe, y algunas descripciones sobre su trabajo y sobre el arte de la poesía en general, que resultan estremecedoramente bellas...
Es ese admirable, ese inmortal instinto de lo bello el que nos lleva a considerar la tierra y sus espectáculos como un compendio, como una correspondencia del Cielo. La sed insaciable de todo lo que está más allá, y que revela la vida, es la más viva prueba de nuestra inmortalidad. Es a la vez con la poesía y a través de la poesía, con la música, como el alma vislumbra los esplendores situados más allá de la tumba; y, cuando un exquisito poema lleva las lágrimas al borde de los ojos, esas lágrimas no son la prueba de un exceso de gozo, antes bien son el testimonio de una irritada melancolía, de una súplica de los nervios, de una naturaleza exiliada en lo imperfecto que querría adueñarse de inmediato, en la tierra misma, de un paraíso revelado.
Simplemente por estas reflexiones de Baudelaire sobre la poesía (independientemente de los comentarios acerca de Poe) hacen del libro una obra espectacular y hermosa. Se trata de textos extraídos de diferentes publicaciones, recopilados para la ocasión, pero igualmente tienen coherencia y fluidez. Una pequeña obra, secundaria por la tipología, pero esclarecedora y muy, muy agradable, en todo caso.
martes, 11 de diciembre de 2012
"El cuervo" - Edgar Allan Poe
Un cuervo en la noche
El cuervo es un cuento en forma de poema que se publicó originalmente en 1845, y que ha pervivido en el tiempo como uno de los mejores textos de Edgar Allan Poe, un autor que ha definido el gusto literario de jóvenes y no tan jóvenes a lo largo de generaciones.
El poema recrea un ambiente que condensa a la perfección el imaginario de la literatura de Poe y que es capaz de ponernos los pelos de punta con tan solo unas estrofas. Un cuervo se cuela en la habitación de un estudiante solitario en una fría noche de diciembre, posándose elegante y majestuoso y repitiendo la palabra nevermore (nunca más) ante las preguntas que le dirige el joven, que le observa inquisitivo en espera de que la negra figura alada aclare sus incertidumbres.
Influenciado en su creación, entre otros, por el mismísimo Charles Dickens, este poema ha influido a su vez en cientos de escritores, dando lugar a multitud de obras que de otra manera no hubiesen existido, o al menos no de la misma manera. Valga como ejemplo icónico el brillante e inmortal cómic de James O’Barr, The Crow, una historia tan especial como dolorosa por cuya creación debemos dar las gracias a O’Barr y, por su influencia, a Allan Poe cada noche. También el realismo mágico sudamericano de Cortázar y Borges bebe directamente de Poe, así como lo hace el universo lovecraftiano en toda su extensión.
Algo más que un cuadernillo
La edición por la que apuesta Tatanka, algo endeble pero muy económica, quizá sea la más adecuada para esta época en la que un euro de diferencia puede determinar una venta. Además, no hay que olvidar que tan sólo contiene un poema, algo que las editoriales que se arriesgan a publicar solventan incluyendo material gráfico y el texto original en el caso de textos extranjeros, como es el caso.
Así pues, hay que prestar especial atención a la calidad de la traducción, sobre todo si no es la clásica de un traductor de prestigio, y a la adecuación de las ilustraciones. En este caso, la traducción, de la que se encarga Adolfo Muñoz, respeta el texto original y además añade una breve nota explicativa que aclara cómo la ha realizado, respetando la métrica original y rimando en asonante. Lo único que los defensores más rigurosos de la obra de Poe no perdonarán es que se haya modificado el nombre de la amada del protagonista, llamada Lenore, por el de Soledad, en pos de la métrica de la traducción. Por lo demás, la versión en castellano es estupenda.
También aparece traducido el prólogo de Luis Alberto de Cuenca, por lo que resulta una edición bilingüe bastante rigurosa (faltaría incluir traducida la nota del traductor). En lo que respecta al prólogo, lo cierto es que podría ser más académico, habiendo sido redactado por un experto en literatura gótica. Resulta un tanto irónico y no demuestra un conocimiento profundo sobre la figura de Edgar Allan Poe, por lo que el reclamo de marketing al incluir un prologuista famoso no cumple del todo las expectativas.
En cuanto a las ilustraciones, realizadas por Javier Serrano, reflejan adecuadamente el ambiente que recrea el texto y resultan estilizadas y elegantes, dentro de su simplicidad. Los colores lisos en tonos blanco, negro y rojo sangre son los más identificativos de este tipo de literatura, por lo que estéticamente la edición es impecable. Tratándose de un poema tan profusamente ilustrado a lo largo de la historia, es difícil a estas alturas hacer algo original que destaque, sobre todo teniendo en cuenta que existen grabados del mismo realizados por Gustave Doré, o litógrafos de Édouard Manet, entre muchos otros.
Leer a Poe cuando fuera hace mucho frío y es de noche, es una experiencia que todo buen lector que se precie de serlo debe vivir alguna vez. Así pues, ahora es el momento.
Ilustraciones de Tatanka Books.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)