
Con bastante más decoración y marketing que calidad literaria, "Ghostgirl" no brilla más allá de lo que lo hacen los reflejos fucsias de sus cantos, pero lo cierto es que es un libro bien simpático.
No he leído la popular saga de Stephenie Meyer pero, al parecer, si Tonya Hurley, la autora de "G.G.", ha conseguido éxito ha sido en parte gracias a haber seguido su estela. Los tiros de la literatura juvenil actual van por lo romántico enmascarado de gótico, vintage y todo lo que huela a muerte, a retro y a raro, a vampiros, castillos y magos (léase: Harry Potter) y ahora que el citado H.P. ha terminado ("Los cuentos de Beedle el Bardo" son sólo un último intento para estas navidades, pero lo pasado, pasado) otros saltan a la palestra de los mostradores y escaparates libreros utilizando similares ingredientes con el fin de hacer la mejor caja posible.
Pero centrémonos en G.G. Un libro en el que la muerte de la protagonista es solo el comienzo de la historia. El resto se entra en cómo consigue la niña ver cumplido su último deseo antes de poder pasar al fin al
otro lado. Cada comienzo de capítulo contiene alguna estrofa de grupos actuales y reconocibles y, como muestra:
How can you see into my eyes like open doors
Leading you down into my core
Where I´ve become so numb without a soul
My spirit sleeping somewhere cold
Until you find it there and lead it back home
- Evanescence
De esta manera y con alusiones a temas muy actuales, se busca la complicidad del lector adolescente, que va de duro pero en el fondo es tan romántico como lo han sido los adolescentes por los tiempos de los tiempos. El resto no es más que la consabida y manida historia de jóvenes norteamericanos: la popular y perversa animadora, sus sosas y superficiales amigas que la traicionarían si hiciera falta, su perfecto y deportista novio, su hermana la "rarita" (que casi desde el principio se convierte en uno de los personajes más alentadores para continuar con la lectura), etc.
Da gusto tener entre las manos un libro con una maquetación y una presentación tan cuidada, la verdad. Es agradable que brille un destello fucsia cada vez que se gira una página. Y que la cabecera de todas las páginas aparezcan ilustradas. Para qué negarlo.
Por último, me ha hecho mucha gracia el
¿Fin? que aparece en la última página. ¿Debo pensar que se trata de una puerta abierta a una segunda parte de "G.G."? En todo caso, dependerá de cómo vayan las ventas estas navidades, de si hacen o no la película...