Este libro resulta imprescindible para todo seguidor de Daniel Díaz que se precie de serlo, pero bien es cierto que el lugar en el que podemos tener acceso a sus brevísimos relatos está en Internet, concretamente en su blog, que desde este mío enlazo desde que lo leí por primera vez. Pero también puede servir para que quienes aún no le conozcan tengan acceso a su literatura y puedan después continuar la lectura en los relatos diarios del blog.
Daniel es taxista en Madrid desde hace años, cualquiera por tanto puede haberle parado con el brazo en alto y haberle indicado una dirección sin darse cuenta de que, durante el recorrido, ese taxista le leería como a un libro abierto y apuntaría en su libreta y en su memoria cada mirada, cada detalle y cada palabra que saliera de su boca. A través de los usuarios del taxi Daniel teje historias, que a veces toman más, a veces toman menos elementos reales, a partir de los cuales deja volar su imaginación y juega y hace malabares con las palabras hasta que compone un relato hipnótico y redondo.
Sus señas de identidad son la inmediatez, los juegos inteligentes de palabras, los significados ocultos entre líneas, la lírica de barra de bar (pero siempre con muy buen gusto) y los equilibrios en la finísima línea que separa el taxi del infinito, el único lugar donde la imaginación de este taxista frena.
Foto: Lucía Berthelot |
También tuve la oportunidad de charlar un rato con Daniel sobre Javier Marías, (yo sabía que él también era ciudadano del Reino de Redonda cuando dijo eso de que a Marías las comas debía de dictárselas Dios, aunque también le ha citado en otras ocasiones) y ése sin duda fue uno de los mejores ratos de la tarde. Sé que me pongo muy pesada y muy pedante con Don Javier y que nunca me canso de citarle, pero también sé que a quienes me lean les producirá ternura y sabrán disculparme con cariño.
El blog de @simpulso tiene una capacidad enorme para hipnotizar al lector y hacer que no pueda dejar de leer desde la entrada más reciente hasta la más antigua que se encuentre. Según ha dicho él mismo en alguna ocasión, desde siempre ha tenido la necesidad de expresarse ya fuera dibujando, haciendo música o escribiendo, como algo instintivo. Comenzó hace unos años escribiendo historias del taxi en un blog que presentó (y ganó) a un concurso del periódico 20 minutos, en 2006, y continúa hasta ahora la parte del premio que en principio constaba en alojar durante un año el blog premiado en la web y en la edición impresa. Escribe todos los días y lee todo lo que puede (con muy buen gusto por cierto, a tenor de los autores que cita en sus post en ocasiones), y eso se nota en la redacción de los relatos a diario. También participa en radio y ha colaborado como invitado en algunos programas de televisión.
Este libro, publicado por la editorial “Policarbonados” en 2009 y que ya va por la segunda edición, está pidiendo a gritos una segunda parte, que recoja otras tantas historias seleccionadas del blog para que los amantes del papel podamos deleitarnos con estas historias también entre las páginas. Otro dato a tener en cuenta es que en la actualidad se encuentra redactando una novela que, si todo sale como él piensa, romperá moldes y agitará las mesas de actualidades de las librerías. Ojalá sea, y ojalá pronto, por el momento seguiremos acomodados en la pequeña parte del asiento trasero que nos cede para ser testigos directos de todo lo que acontece en el taxi que es la vida.
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