sábado, 21 de julio de 2012

"Leviatán o la ballena" - Philip Hoare


Este libro es uno de los homenajes más sinceros, intensos, tiernos y delicados que se hayan hecho jamás a las ballenas. Desprende tanto amor y tanta entrega que desde las primeras líneas quedarán subyugados incluso aquellos quienes nunca hayan sentido una especial inclinación hacia estos seres majestuosos. Philip Hoare resume el inicio de su extraña y maravillosa pasión con la siguiente frase brillante: “Todo empezó con aquella ballena en mi bañera”.

“Leviatán o la ballena” es una obra de difícil clasificación, que fusiona el cuaderno de viajes con el diario íntimo o la novela de aventuras marinas, pero que también incluye multitud de datos científicos que lo convierten en un riguroso tratado biológico sobre los cetáceos. Además, se trata de una crónica detallada de la relación del hombre con las ballenas a lo largo de la historia, desde las primeras capturas con arpón hasta la feroz masacre llevada a cabo por las grandes potencias mundiales para fabricar todo tipo de productos para el consumo humano y animal mediante el sacrificio de miles de ballenas. 

El hecho de que los propios cazadores advirtiesen la necesidad de acotar las capturas para no destruir por completo la especie no significa que muchos tipos de cetáceos ya hayan desaparecido para siempre y sin remedio.

El ser humano se presenta como el depredador despiadado e innecesariamente violento que ha demostrado ser a lo largo de toda la historia. La brutalidad de la caza de ballenas es un lastre sangriento que inevitablemente recorre todo el libro: las escenas de lucha son escalofriantes, ya que describen con detalle los arpones, las vísceras, la sangre, la majestuosidad infinita de la ballena flotando inerte sobre el agua, el hombre exprimiendo ufano sus restos en el mercado.

Es curioso y desconsolador saber que las ballenas, a pesar de su impresionante corpulencia, no sean capaces de defenderse aún más ante los ataques del hombre. Aún así, es obvio que muchos hombres han muerto en alta mar porque naufragaron los barcos donde viajaban porque las ballenas que querían matar se defendieron a tiempo. Y es que, según se explica en el libro, estos mamíferos infinitos son mucho más ágiles de lo que podría presuponerse. Además, cuentan con una inteligencia muy desarrollada, según se ha desprendido de numerosos estudios científicos. El problema es que durante siglos su existencia no se vio comprometida por la mano del hombre y, cuando esto empezó a suceder, no estaban preparadas para defenderse. No conocen la maldad, no saben nada del hombre. Habitan otro lugar (mucho más puro y ancestral) que estamos muy lejos de poder a llegar a conocer por completo.

Resulta inevitable destacar aquí la forma tan característica en que está escrito este libro. ¿Cómo es capaz de conseguir atrapar al lector de una forma voraz, si éste no siente el más mínimo interés previo por las ballenas? Magia. Canto de sirenas.

La prosa de Philip Hoare atrae con la misma fuerza que el abismo azul del agua en alta mar: independientemente de la voluntad de cada uno, el magnetismo de la profundidad, del vacío, de la oscuridad y de la nada, es más fuerte que el más poderoso de todos los humanos. La intención de Philip Hoare al escribir este libro es rendir un sentido homenaje a las ballenas y su mundo (que dista mucho del nuestro) y, para ello, recrea cada escena con un lenguaje afín, creando un ambiente totalmente ajeno a nosotros. Hoare lo transmite sumergiéndose de lleno en la narración, deliciosamente absorto. 

Su prosa atrapa, está cuajada de palabras que se enredan entre sí, que te rodean, salvajes, silenciosas y capaces de arrastrarte al inescrutable fondo del océano. Estamos en el lugar donde habitan las ballenas. Es un lugar mágico poblado por seres superiores y, sobre todo, muy antiguo. Sagrado. El hombre nunca debió profanarlo.

Pero lo más bonito de la relación de Hoare con este libro es la admiración sin límite que siente por Herman Melville y su obra maestra Moby Dick: en este libro se incluyen algunas fotografías actuales de los lugares donde vivió y se cuentan anécdotas de su vida y de su amistad con el escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne. De hecho, Philip Hoare viene a ser una suerte de Ismael moderno, alguien que ha abandonado su trabajo y su rutina para perseguir su sueño y vivir dentro de él: el mundo de las ballenas y todo lo que lo rodea.

Este libro es un viaje iniciático a través del mar que tiene como finalidad conocer a fondo las ballenas pero que a la vez sirve para que el autor consiga conocerse también a sí mismo. En ese sentido, tiene ecos de los viajes de Marco Polo y del “Corazón de las tinieblas” de Conrad.

La inclusión de multitud de fotografías y grabados es una característica que convierte a este libro en una joya especial: imágenes de ballenas fotografiadas en múltiples actitudes, escenas de captura, ataques a barcos y marineros, maquetas de esqueletos y reproducciones en museos, mapas antiguos de navegación, esquemas explicativos de sus funciones biológicas y un largo etc.

La ya de por sí esmerada presentación formal del libro, junto con la inclusión de decenas de imágenes, hacen de “Leviatán y la ballena”  una verdadera joya de bibliófilo, además de contar con una incuestionable calidad literaria. ¿Lo oyen? Ya se escucha su llamada...

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