“La barca del tiempo” es una antología que recorre la prolífica obra de esta gran autora uruguaya, Cristina Peri Rossi. En orden cronológico, tenemos una selección de poemas extraídos de sus libros, los más antiguos publicados en el año 1971 en su famoso “Evohé” hasta los más recientes que datan de 2015. Más o menos representativos de su obra, todos ellos sorprendentes y de una innegable calidad literaria.
Tanto para lectores fieles que quieran volver a deleitarse entre sus versos, como para lectores curiosos que se acerquen por primera vez a esta autora a la que seguro han oído nombrar, “La barca del tiempo” es una joya editada con esmero. La selección de textos y el prólogo corren a cargo de la experta en la obra de Peri Rossi, Lil Castagnet, con un resultado admirable: una panorámica en alta definición sobre su obra.
Un viaje a través de las obsesiones
Este tipo de antologías son perfectas para comprender de un vistazo y a rasgos generales la esencia de la obra de un poeta. Todos los poemarios tienen sus luces y sus sombras, sus textos a la larga prescindibles, en cualquier caso no todos a la altura de ser escogidos para representar a su autor en una futura antología. Así pues, “La barca del tiempo” es una selección que recoge los puntos fuertes de Peri Rossi: tanto su buen quehacer literario como sus temas recurrentes, que de esta forma podemos identificar muy fácilmente.
Para empezar, sus poemas son representativos de la teoría feminista, ya que las reivindicaciones a las costumbres heteropatriarcales de la sociedad se encuentran en muchos de sus versos, siempre con las pinceladas de ironía y humor que reflejan también el carácter de su autora, pero con la suficiente fuerza e indignación como para que el mensaje llegue al lector sin perder la responsabilidad y seriedad que conlleva.
Descubrir de pronto que Dios
es una diosa
También se trata de poesía lésbica sin sutilezas ni eufemismos. En este sentido, es innegable que la autora utiliza la poesía como una herramienta que le resulta perfecta para honrar el cuerpo femenino al que adora, una oda entre páginas que comienza entre las sábanas. Para que no quede ningún lugar a dudas, tenemos incluso poemas en los que muestra su desagrado hacia la biología masculina. La escritura y el erotismo son dos conceptos que funcionan tan bien juntos como demuestran sus versos.
GENEALOGÍA (Safo, V. Woolf y otras)
dulces antepasadas mías
ahogadas en el mar
o suicidas en jardines imaginarios
encerradas en castillos de muros lilas
y arrogantes
espléndidas en su desafío
a la biología elemental
que hace de una mujer una paridora
antes de ser en realidad una mujer
soberbias en su soledad
y en el pequeño escándalo de sus vidas
Tienen lugar en el herbolario
junto a ejemplares raros
de diversa nervadura
El mismo reflejo en un espejo ajeno
Cristina Peri Rossi es una de esas poetas con las que resulta muy sencillo empatizar. La conexión se lleva a cabo desde el principio. La poesía muchas veces tiene esa magia, nos sorprendemos reconociéndonos de alguna manera en las palabras que vamos leyendo mientras insertamos nuestras vivencias personales entre los huecos de papel en blanco.
Cristina Peri Rossi se muestra feminista y lesbiana pero también sacrílega, atrevida, descarada, divertida, sugerente, amante del arte en todas sus formas, pero destacando por encima de todo el arte pictórico y la literatura. Sus poemas están repletos de referencias a los escritores cuyos versos más tarde han dado forma a los suyos. Cuando conectamos con un autor es muy interesante buscar a la vez sus fuentes, no siempre confesas, en este caso es facilísimo y si un libro siempre nos lleva a otro, Peri Rossi nos brinda decenas de opciones para seguir disfrutando de la lectura.
Cualquier metáfora que erija
como un vestido sobre la epidermis
será artificio.
Los temas recurrentes y sus obsesiones van variando con el tiempo (eso sí: lo esencial se mantiene inalterable). El exilio, los viajes, el desapego por lo material, la pobreza, las mujeres, la violencia del sistema, la intrínseca soledad del ser humano. Sobre este último punto, es difícil explicar cómo una melancolía cansada y silenciosa recorre todos los versos. En un momento dado (los poemas tienden a ser muy narrativos) la autora confiesa que si bien ella misma se compone de todos los libros que le han dado forma, y que desde muy joven prefería comprar libros a comprarse zapatos por ejemplo, desde su perspectiva actual resume que “para qué maldita cosa / servía haber leído todo eso / más que para saber que la vida es triste / cosa que hubiera podido saber sin necesidad de leerlos”.
En 1972, la autora se exilió y en Uruguay fueron prohibidos todos sus libros, su trayectoria personal es tremendamente difícil y traumática, y se filtra sin parar entre sus versos. Esa vida de rupturas y supervivencia sin duda da forma a su obra.
Sobrevivir también es una nostalgia
de no haber muerto todavía.
La emoción late con fuerza durante todo el recorrido: melancólica o nostálgica, traviesa o empoderante, siempre consciente y palpable. El resultado son poemas inolvidables. Es un honor recomendarla, “te llamaré por mi nombre / y tú contestarás”; si la leen, vuelvan para decirme si pudieron evitar leerla en voz muy alta.
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