Javier Marías. "El suplemento de miedo", El Semanal, 3 de septiembre de 1995; recogido en Mano de sombra, Alfaguara, Madrid, 2001.
jueves, 29 de abril de 2010
XIX
(...) si uno se fija en las crónicas de sucesos, verá que lo más frecuente en los asesinatos y homicidios es que un hombre mate a otro; luego, que un hombre mate a una mujer; después, y ya muy raro, que una mujer mate a otra. Esto lleva indefectiblemente a pensar que en un mundo regido por mujeres apenas si habría violencia. Lo malo de este pensamiento es que las escasas mujeres que han tenido poder decisorio se han conducido casi siempre como si no lo fueran: la única guerra de Gran Bretaña desde 1945 la declaró Margaret Thatcher con alegría, y uno de los periodos más sanguinarios de la historia de Rumanía fueron los años cuarenta y tantos, que tuvieron como Secretaria General del Partido Comunista a la cruel Anna Pauker. Así que, como en la política, lo menos malo será que ningún género ejerza el poder absoluto y que ambos se contrarresten, se vigilen y se amortigüen. Aunque los muelles para frenar al hombre hayan de ser aún incomparablemente más resistentes.
domingo, 25 de abril de 2010
"El debut del chico tatuado (Relatos completos 1998-2009)" - David González
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Dulce, porque desde la primera frase me acuerdo de "Reza lo que sepas" (David González, Ed. Eclipsados, 2006), el primer libro donde recuerdo haber leído relatos de un autor del que solo conocía algunos poemas, aunque ya había decidido que merecería la pena seguirle los pasos.
Agrio, porque lo que se puede encontrar dentro de sus páginas son relatos absolutamente duros y feroces, y son relatos autobiográficos. Están escritos con letra apretada y los márgenes son muy estrechos. En ellos, la piedad no tiene mucho espacio.
Sobre todo me sorprende la multitud de lecturas que se pueden hacer de sus frases, donde cada palabra pesa como una losa que se posara sobre la conciencia.
Pág. 82: "No me hacía falta haber leído a Oscar Wilde para comprender que a partir de entonces la vida sería un problema, y serio, para mí, por lo que, en consecuencia, yo también iba a ser, o a tratar de ser, un problema para la vida... para la vida de los demás, quiero decir."
Pág. 52: " Pero, Y SÍ HAY PEROS QUE VALGAN, en la cárcel,
todas las tardes, justo después de cenar, los pies negros [gitanos], se reúnen en una sala en la que hay un televisor y una mesa de ping-pong, forma un corro y a continuación se arrancan por bulerías y por rumbas, seguidos por sus guitarras y sus palmas, y entonces, y sólo entonces, si te acercas a ellos y te fijas bien, puedes ver, reflejado en sus rostros,
el resplandor
de las hogueras."
Como con estos breves ejemplos queda ilustrado, al menos fugazmente, el contenido del libro, en vez de extenderme con más impresiones personales, voy a pasar enseguida a hacer algo más útil: decirte que lo leas, que te hagas con un ejemplar, y que lo leas, porque te garantizo que no te quedarás igual después de hacerlo. Y, luego, me cuentas.
sábado, 24 de abril de 2010
jueves, 22 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
"Lolita" - Heinz von Lichberg
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Lo peor de ese prólogo, sin embargo, es que estando incluido en el libro de von Lichberg, sea Nabokov el que tome más protagonismo y salga al final mejor parado. Un ejemplo:
"(...) Su libro [se refiere a la "Lolita" de Nabokov"] es distinto a todo, cosa que, por cierto, no podemos decir del cuento de von Lichberg, que claramente es deudor de la abundantísima tradición de relatos de fantasmas."
Lo cierto es que todo esto me ha llamado bastante más la atención que el cuento en sí. Por lo visto data de 1916, y aunque es entretenido, es innegable que se trata de una historia antigua, por el estilo, los adjetivos que utiliza, las formas.
Sobre el de Nabokov, o si uno plagia o no al otro... no lo sé. Ése ni siquiera pude terminarlo. Al menos, no recuerdo haberlo leído completo nunca.
martes, 20 de abril de 2010
"El señor Pip" - Lloyd Jones
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Pero pronto este lector, el maestro, se convierte en un personaje clave de la trama, que cada vez se vuelve más y más hostil. Quizá recuerde a "El señor de las moscas" por algunas características comunes. No creo que sea conveniente leerlo si uno se encuentra en una isla y ya de por sí se siente lejos, incomunicado con el resto del mundo.
Es un viaje a lo primigenio, a lo que queda cuando todo lo demás desaparece: el instinto animal más cruel que habita dentro de la naturaleza humana.
"(...) Estábamos vivos, supongo. Nos movíamos como espectros para llevar a cabo las tareas funerarias, con la boca y el corazón enmudecidos. Supongo que debía de respirar. No sé cómo. Supongo que mi corazón debía de continuar bombeando sangre. No se lo pedí. Si hubiese existido un interruptor para apagar la parte viva de mí, lo habría pulsado."
"Un grito de amor desde el centro del mundo" - Kyoichi Katayama
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" - He pensado mucho sobre ello. En por qué la gente se ha inventado lo del otro mundo, o lo del paraíso.
- ¿Y por qué crees que ha sido?
(...)
- Como se les habían muerto muchas personas que les importaban, pues se inventaron lo del otro mundo y lo del paraíso. El que muere siempre es el otro, ¿no? Nunca es uno mismo. Así que el que se queda intenta salvarlo valiéndose de esta idea. Pero a mí me parece que eso es mentira. Creo que tanto el otro mundo como el paraíso son una invención del hombre."
viernes, 16 de abril de 2010
La manera de recogerse el pelo: Generación Blogger
viernes, 9 de abril de 2010
"Claus y Lucas" - Agota Kristof
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Primero, un comienzo breve y conciso, donde cuatro personajes ya quedan perfectamente definidos. Pero si esta pequeña introducción ya engancha, el segundo capítulo, más breve aun, consigue atraparte irremisiblemente: las frases son como flechas, rápidas y llenas de fuerza.
Además, ese ímpetu del comienzo no se pierde , sino que toda la narración sigue el mismo ritmo, sobre todo la primera mitad.
Los dos niños protagonistas, Claus y Lucas, poseen un magnetismo tremendo, son unos personajes geniales. Sobre todo, inteligentes, pero también: sádicos y amables, gentiles y crueles, adorables y diabólicos. Así es también la novela: llega un momento que empieza a girar y no sabes si lo que se presenta ante ti es la realidad o la imagen que de la realidad devuelve un espejo que la deforma. También existe ese juego perverso en los gemelos: ¿uno mira al otro que es igual que él, o es que se está mirando en un espejo, y solo había un niño? ¿O acaso el otro gemelo se esconde detrás del espejo...?
Incluso sus propios nombres son una provocación. Aunque no nos demos cuenta, el propio título, inocente aparentemente, ya nos está engañando. Claus y Lucas, Lucas y Claus, son el mismo nombre con las letras colocadas en diferente orden.
En todo caso, para mí este libro es un hallazgo y te propongo algo: busca un ejemplar, y léelo.
jueves, 8 de abril de 2010
XVIII
Pequeña biblioteca de barrio. Mediodía. Ningún usuario consulta libros, solo unos pocos se dejan
absorber
por las pantallas mientras navegan por Internet. Abandonado en un pasillo entre dos estanterías de libros, un carrito
de limpieza.
Al fondo, la dueña del carrito, con uniforme blanco y zuecos estilo enfermera, ocupa un puesto de lectura con un grueso volumen
entre las manos.
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domingo, 4 de abril de 2010
"Un hombre afortunado" - John Berger
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Como decía, la finalidad no es entretener contando casos de enfermos, sino acercarse a la esencia del ser humano basándose en la experiencia de un médico en concreto, John Sassall. Todo esto acompañado de una buena cantidad de fotografías de Jean Mohr (primeros planos, algún paisaje, escenas doctor-paciente) que ilustran, y enriquecen, el texto de Berger.
(...) Pero yo me atrevería a sugerir que una de las razones fundamentales de que tantos médicos terminen decepcionándose con la profesión y convirtiéndose en unos cínicos es precisamente que, pasado el primer momento de idealismo abstracto, no están seguros del valor de las vidas reales de los pacientes que tratan. No se trata de que sean insensibles o inhumanos personalmente: se debe a que la sociedad en que viven y aceptan es incapaz de saber cuánto vale una vida humana".
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