Como decía, la finalidad no es entretener contando casos de enfermos, sino acercarse a la esencia del ser humano basándose en la experiencia de un médico en concreto, John Sassall. Todo esto acompañado de una buena cantidad de fotografías de Jean Mohr (primeros planos, algún paisaje, escenas doctor-paciente) que ilustran, y enriquecen, el texto de Berger.
(...) Pero yo me atrevería a sugerir que una de las razones fundamentales de que tantos médicos terminen decepcionándose con la profesión y convirtiéndose en unos cínicos es precisamente que, pasado el primer momento de idealismo abstracto, no están seguros del valor de las vidas reales de los pacientes que tratan. No se trata de que sean insensibles o inhumanos personalmente: se debe a que la sociedad en que viven y aceptan es incapaz de saber cuánto vale una vida humana".
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