domingo, 27 de diciembre de 2009

Mis mejores lecturas de 2009

Existe una clase de libros que se diferencia del resto porque, además de gustarte cuando terminas de leerlos, perduran en el recuerdo y cuando, al cabo del tiempo, una reseña te los devuelve al presente, o los ves en un escaparate al pasar, o simplemente te acuerdas de ellos sin motivo aparente, una lucecita se ilumina y piensas: leer este libro realmente mereció la pena. Y es entonces cuando te prometes que cuando tengas la ocasión volverás a leerlos.

Aprovechando estos días, en los que a la gente le gusta hacer o hacerse regalos, propongo una pequeña lista con mis libros de 2009. Ya sé que es muy difícil acertar con los gustos y que cada persona es un mundo, pero mi aportación consiste en ofrecer aquellos títulos que, de habérmelos regalado alguien a mí, habría acertado seguro. Ahí va.



















































sábado, 19 de diciembre de 2009

XV

Entrevista de Richard Lea a Javier Marías en Londres, aquí.

"Flores en el ático" - V. C. Andrews

"Flores en el ático" narra un drama familiar: la separación trágica de un matrimonio da lugar a una penosa situación para los hijos, aun niños, quienes son condenados a vivir recluidos en el ático de una inmensa y desconcertante casa. Creo que no descubro nada, se trata del primer volumen de una saga muy conocida que tuvo su boom en los 80. Incluso he podido ver, a través de YouTube, algunas imágenes de la película basada en este libro.

Creo que no voy a poder evitar leer la saga completa, una vez empezada... la curiosidad. No obstante, no lo recomendaría, por lo siguiente: es una historia agónica y opresiva, casi desde el principio. No he podido parar de pensar todo el tiempo en que las flores del ático eran los niños, y que se estaban marchitando y morirían de seguir ahí encerrados más tiempo. Es decir, que las ganas de querer seguir leyendo para poder conocer el desenlace de la historia se enfrentan con las de dejar de leer para evitarse a uno mismo la angustia que supone leer esto. Además, he leído por ahí que esta historia sucedió realmente. Supongo que puede ser cierto, si lo comparamos con casos similares que salen a veces en las noticias.

martes, 8 de diciembre de 2009

"Desde mi cielo" - Alice Sebold


(The Lovely Bones)

Este libro contiene una historia muy triste y pudiera calificarse como facilona en el sentido de ser pretendidamente sensiblera, por la utilización del cielo y demás: el típico libro escrito para un público que disfruta con historias previsibles y repetitivas entre sí. Pero no lo he visto así: la historia es dramática, pero la forma de trasladársela al lector es interesante porque resulta en cierto modo llamativa (pero no es novedosa) por lo siguiente. En el comienzo, hay un asesinato: y es la propia víctima quien lo relata, tanto la parte de antes como la de después de morir. De esta forma, la autora consigue dos cosas:

-primero: narrar desde un punto de vista omnipresente y que además cuente la historia en primera persona

-y segundo, restar importancia y dar explicación a determinados fenómenos paranormales de encuentros o visualizaciones de personas vivas con conocidos que han muerto (pero a esta segunda parte no se le presta mucha atención, simplemente ocurren este tipo de sucesos en un par de escenas y son tratados como si fueran algo de lo más normal que forma parte del cambio vida/muerte en las personas).

Este libro, de 2003, ya tiene su versión cinematográfica (2009), dirigida por Peter Jackson (El Señor de los Anillos). El tráiler, en este enlace.


"Cuentos para dormir mejor" - Miguel Gila

Despierta la curiosidad encontrar un libro de cuentos escrito por Gila, el humorista, porque de repente se recuerda ese sentido del humor tan particular y los chistes televisados que gustaban tanto a toda la familia.

El segundo cuento de este libro comienza de la siguiente manera:

"Yo no he creído nunca en esa historia de la reencarnación, pero después de haberme muerto varias veces estoy empezando a pensar que hay algo de cierto (...)"

Engancha. Pero según se lee, se va uno dando cuenta de que echa en falta algo, y es la voz y la entonación de Gila, que daban a sus historias un color y un sentido que de otra forma, simplemente sobre el papel, no se disfrutan de la misma manera.

XIV


Pese yo mañana sobre tu alma, sea yo plomo en el interior de tu pecho y acaben tus días en sangrienta batalla: caiga tu lanza.

martes, 1 de diciembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

"El viaje del elefante" - José Saramago

"(...) Encaramado en la nuca del elefante, con el saco entre las piernas, vestido con la sucia indumentaria de trabajo, observa con soberbia de vencedor a la gente que lo mira con la boca abierta, señal absoluta de pasmo según se dice, pero que, en realidad, tal vez por ser absoluta, nunca pudo ser observada en la vida real. Cuando montaba a salomón a subhro siempre le parecía que el mundo era pequeño, pero hoy, en el muelle del puerto de génova, objetivo de las miradas de cientos de personas literalmente embelesadas con el espectáculo que les estaba siendo ofrecido, tanto con su propia persona como con un animal en todos los aspectos tan desmedido que obedecía sus órdenes, fritz contemplaba la multitud con una especie de desdén, y, en un insólito instante de lucidez y relativización, pensó que, bien vistas las cosas, un archiduque, un rey, un emperador no son más que cornacas montados sobre un elefante."

miércoles, 4 de noviembre de 2009

lunes, 2 de noviembre de 2009

XIII - Se llamaba Luna y vivía en Valencia

Se llamaba Luna y vivía en Valencia. Dedicaba las mañanas y las tardes a imaginar a qué se parecían las nubes que veía desde los balcones de su dormitorio. Su casa era grande y blanca, adecuada para recibir a diario a miles de personajes. A cual más raro. Parecían zombis, así de dormidos venían. Daba igual lo que Luna dijera o hiciera, si es que alguna vez les decía o hacía algo. Hasta que alguien, en el mundo real o el otro mundo, no les daba un pequeño susto y preguntaba si es que estaban en la luna, ellos vagaban despacio y sin rumbo por los salones de la casa grande y blanca.

Las noches las dedicaba Luna a recoger los objetos que los fantasmas tiraban de las estanterías en su descuidado deambular.

Una vez al año visitaba a su abuela y a sus tías, quienes vivían en el punto más alto del Cerro de Úbeda y en una cabaña a las afueras de Babia, respectivamente.

sábado, 24 de octubre de 2009

XII

En la biblioteca. Mostrador. Detrás, hay tres bibliotecarios hablando entre sí.

-Buenas tardes, quería hacer una desiderata.
-¿Cómo?
-Que quería hacer una desiderata.
-Ah, una reserva.
-No, una d-e-s-i-d-e-r-a-t-a.
-(Cara de pez).
-Es una petición de un libro. Uno que no tenéis en el catálogo.

Solo uno de los tres era bibliotecario, (pero los otros también atendían al público), les explicó en qué consistía mientras me pasaba una ficha de solicitud para que la fuera rellenando.

¿Quiénes eran los otros dos, qué camino habían recorrido hasta llegar a sentarse detrás de ese mostrador, sin conocer el vocabulario técnico propio de una biblioteca?

¿Lo comprarán?

lunes, 14 de septiembre de 2009

"La historia que me escribe" - Fernando Trías de Bes

Hace tiempo flipé con "El coleccionista de sonidos", por lo que unos días atrás empecé con entusiasmo "La historia que me escribe". Aunque no me ha gustado tanto como "El coleccionista...", es una novela que igualmente se queda dando vueltas por tu cabeza mientras intentas dar forma a toda la información.

"La historia..." es una novela cuyo protagonista procura a lo largo de su vida mantener los pies sobre la tierra, pero que finalmente se ve envuelto en una extraña fantasía de la cual es imposible salir, por más que se empeñe en que la razón se imponga. Todo gira en torno a la cinta de Moebius y una panda de bohemios obsesionados y embarcados en una corriente artística que sigue la misma lógica que la extraña cinta: unas manos que se dibujan mutuamente, un escultor devorado por su escultura, un extraño y recóndito poblado del que no se puede salir y... un escritor al que su propia novela está escribiendo sin que él lo sepa.

¿Que qué cosas te hace replantearte la novela...? Pues en general, la propia existencia. (¿No será todo una fantasía?) Y, más en concreto... ese tipo de cosas que a veces se hacen sin pensar, sin querer, casi en contra de la propia voluntad... ¿quién o qué te dirige a hacerlas?

¿Qué es dentro y qué es fuera?

viernes, 11 de septiembre de 2009

"La elegancia del erizo" - Muriel Barbery

A medida que avanza la trama aumenta la cantidad de frases que te gustaría apuntar en un papel. El principio es raro, pero la última parte es una pasada. No quiero contar nada más.

martes, 4 de agosto de 2009

XI

viernes, 31 de julio de 2009

"Kafka y la muñeca viajera" - Jordi Sierra i Fabra

Menudo hallazgo. Una historia preciosa.

Una niña perdió a su muñeca en un parque de Berlín, y su gran suerte fue que el mismísimo Kafka la vio llorar y se acercó a ella para calmarla. Le contó que su muñeca no se había perdido sino que se había ido de viaje y que para explicárselo le había escrito una carta qué él había recibido. La niña le preguntó por qué a él, y ¿por qué si no...?

" -Porque soy cartero de muñecas."

Esta historia ocurrió realmente y, aunque muchos detalles se desconocen, Jordi Sierra i Fabra ha completado con su imaginación esas lagunas.

Durante varias semanas la niña recibió cartas de su muñeca, que cada vez llegaban de un lugar distinto del planeta. A quién no le hubiera gustado que le sucediera algo así en su infancia.

jueves, 30 de julio de 2009

"11-M: La novela gráfica"

Ya han pasado 5 años desde entonces, pero al recordar aquel día a través de estas viñetas, el pelo se sigue poniendo de punta.

Aquí se explica todo lo que pasó, desde el principio hasta el final, a través de la mirada de un periodista, un policía y una víctima del atentado. Aun he descubierto muchos datos que no conocía, como dónde se adquirió todo el material para fabricar las bombas o algunas de las pistas que se encontraron en la investigación policial.

Las viñetas probablemente más impactantes, que reflejan una parte de la historia en la que nunca me había dado por pensar, son aquellas que muestran el momento en el que los asesinos colocan las mochilas-bomba en los trenes. En ese momento pueden ver y sentir a su lado a decenas de personas que tranquilamente leen, aun con sueño, o miran por la ventana o miran a sus compañeros de vagón o miran al suelo mientras se dirigen a sus destinos como lo hacen cada día: ¿qué pensarían en aquellos momentos, al ver la mirada de las personas a las que iban a matar, allí a su lado? Siempre uno se fija, cuando entra en cualquier vagón. Sin querer haces un chequeo rápido de quién viaja a tu lado, aun sin darte cuenta. Ves su ropa, el título del libro que están leyendo, o el del periódico. Les oyes si van hablando. Son gente como tú.

¿Que estabas haciendo cuando te enteraste del atentado? Lo recuerdas, ¿verdad...? Al igual que recuerdas lo que hacías cuando sucedió lo de las Torres Gemelas... ¿No te preguntas por qué aun lo sigues recordando? Si ya ha pasado mucho tiempo desde entonces. Lo que hacías el día anterior y siguiente a la misma hora, ¿a que ya no lo recuerdas?

domingo, 19 de julio de 2009

"Chesil Beach" - Ian McEwan


Esta es la crónica del fracaso de un matrimonio el mismo día de la boda. Sucede a mediados del siglo XX pero la puerilidad de los personajes que conforman la pareja parece más propia de mediados del XIX y, a veces, incluso, da un poco de risa.

Aunque todo arranca en el día de la boda, el relato está salpicado de continuos flashback cuya función es aclarar los antecedentes y los caracteres de los personajes.

(...) ¿Y qué se interponía entre ellos? Su personalidad y su pasado respectivos, su ignorancia y temor, su timidez, su aprensión, la falta de un derecho o de experiencia o desenvoltura, la parte final de una prohibición religiosa, su condición de ingleses y su clase social, y la historia misma. Poca cosa en definitiva.

sábado, 11 de julio de 2009

Tiempo de relatos (VI ed.) .-- Booket

Un año más, el librero me regala el volumen que recoge el relato ganador y los finalistas de este certamen. Ya es la VI edición, y cada año es un placer encontrarse con este librito. No me entusiasman todos los relatos, no tienen un tema en común, ningún hilo conductor. Solo comparten la característica de estar escritos por jóvenes universitarios, en todos se percibe la ilusión y la frescura de quien empieza con ganas. Algunos podrían ser futuros éxitos, como ocurrió con Enrique Rubio y su reciente "Tengo una pistola", publicada finalmente hace un par de meses, aun siguen saliendo reseñas en los medios: el origen fue también este concurso, en una edición pasada.

Otros cuentos no me gustan tanto. Pero en cualquier caso no creo que se pueda juzgar con rotundo acierto a un autor tan solo a través de un cuento escrito con 20 años.

Ya digo, lo regalan con la compra de un libro de bolsillo: seguro que aun quedan ejemplares.

jueves, 2 de julio de 2009

"Lo que no vengo a decir" - Javier Marías

Siempre tan atinado en sus apreciaciones, una vez más Javier Marías me ha hecho disfrutar con sus artículos de opinión. En todos los textos hay frases y opiniones memorables, que me gustaría apuntar aquí, pero esta entrada sería demasiado larga si lo hiciera.

Me gusta que sus opiniones siempre o casi siempre coincidan con las mías, pero es que en el fondo da igual de lo que hable, ya que su prosa tiene tanto ritmo y las frases están tan bien formadas, que siempre se disfrutan, ya digo, hable de lo que hable.

Ya estoy esperando que salga la siguiente recopilación de artículos… dentro de 2 años. Absolutamente recomendable.

domingo, 24 de mayo de 2009

"Loser" - David González

Los poemas de David González no consiguen dejarme nunca indiferente. Desde que lo leí por 1a vez, ya hace tiempo, decidí que no me iba a perder nada de lo que desde ese momento publicara, y trataría de rescatar todo lo ya publicado, para devorarlo con los ojos.

Los poemas de David transmiten mucha energía, son crudos, rabiosos, reales: pero siempre, en el fondo, tiernos; y por dolorosos que sean los temas que tratan, sabes que te los está contando alguien bueno, que se subleva en contra de la injusticia y siempre va a favorecer al débil y que parece, con una percepción algo infantil de las cosas, no saber por qué le ha tocado a él tener que hacer de víctima tantas veces en este juego.

En esta ocasión, los poemas se enriquecen con las ilustraciones de distintos artistas que los acompañan. No tiene desperdicio.

Pero no es loser, no digas loser. Es winner...


sábado, 23 de mayo de 2009

"Tengo una pistola" - Enrique Rubio

Enrique Rubio escribió un relato que consiguió el 1er premio del Certamen Universitario Jóvenes Talentos de la ed. Booket y, a partir de él, surgió esta novela homónima.

"Tengo una pistola" se empezó a publicitar este verano pasado. Ofrecían los primeros capítulos de la novela en el mismo volumen que los relatos ganadores del concurso de esa edición. Me enganchó, lo busqué por todas partes, investigué por la red... pero no lo encontré. Hasta hace un par de semanas, cuando por fin se ha puesto a la venta.

Puestos a elegir, me quedaría con el cuento. Siempre he preferido las historias cortas. Y no por nada ganó el concurso. El tema es rabiosamente actual. La forma de narrar de Enrique, novedosa, muy original, joven, fresca. No es más de lo mismo.

Ahora yo juego.
Ahora yo controlo.

Ahora tengo una pistola.


E.R. ha sabido sacarle un buen provecho a sus estudios de psicología. Y a su experiencia como internauta, a buen seguro. Durante 400 pp. vive en la piel de un freak, un chico con fobia social que lleva 10 años encerrado en su casa, hasta que su vida da un giro gracias a uno de sus contactos de chat y a un paquete con la solución a todos sus problemas dentro, que recibe en casa tras hacer el pedido vía Internet, of course.

La rutina del chico se rompe a raíz de una serie de acontecimientos, y es durante el transcurso de ese cambio cuando se asiste a uno de los momentos álgidos de la novela, que de principio a fin mezcla acción con trastornos mentales y videojuegos. Los fans de Matrix no se la pueden perder.

Cascaradenuez, el protagonista de esta historia, se convierte en un ser muy entrañable al pasar las páginas, a pesar del miedo que da al principio, cuando solo se sabe de él que es un ser oscuro, raro, sometido a una terapia que no le hace el menor efecto.

El mensaje que parece transmitir esta novela es que, a pesar de que nadie sepa a ciencia cierta dónde estamos y para qué hemos venido, para qué vamos a desaprovechar la ocasión de disfrutar mientras dure. Un buen mensaje para una primera novela, que espero que sea el comienzo de una larga carrera. Enhorabuena a Enrique y... bienvenido a las estanterías.

viernes, 22 de mayo de 2009

"La soledad de los números primos" - Paolo Giordano

(...) "Por un gesto torpe, por una falta de sincronía (...) se rozaron los labios (...). Soledad sintió que el polvo que en todos aquellos años se le había depositado en el corazón se levantaba en torbellino y se le metía en los ojos."

La estructura, los personajes, la trama... todo aquí recuerda un poco a las novelas para adolescentes. Me he dado cuenta de que muchos libros éxitos de ventas utilizan la siguiente estructura: hay dos historias paralelas, y las dos se van contando a la vez, el capítulo de una siguiendo al capítulo de la otra -ninguna historia ocupa mucho tiempo cuando le toca su turno- y así sucesivamente. Este formato también se usa en cine o tv. Es una especie de truco que mantiene enganchado al lector. Ninguna de las historias llega a cansar porque termina pronto y comienza la continuación de la siguiente, de esta manera se aviva la curiosidad del lector y se mantiene su atención más tiempo.

Las relaciones matemáticas entre los números primos son solo una excusa para establecer similitudes con la historia entre dos personas que nunca llegan a estar juntas aunque en ocasiones consiguen estar muy cerca. Como ocurre con los números primos, y etc.

Por último, un pequeño regalo para la vista. Hay que reconocerlo...

IX presentación en Madrid

Diablos Azules
Apodaca, 6
MADRID
30/5/2009, 21.00h

martes, 12 de mayo de 2009

"El lector" - Bernhard Schlink

Ya tenía ganas de leer algo tan bueno como "El lector". Una de esas joyas que solo aparece de cuando en cuando. No he visto sin embargo la película ni tengo intención de verla por el momento: detesto olvidar la imagen que de los protagonistas y de los escenarios me he creado leyendo el libro, que se modifican sin remedio por las imágenes de la pantalla.

"El lector" es una extraña historia de amor entre un adolescente y una mujer cuyo rasgo principal es haber sido guardiana en un centro de concentración nazi. Lo que les mantiene unidos a lo largo de sus vidas es la lectura que el chico hace en voz alta de obras clásicas para que ella escuche.

Es una historia que no puede estar mejor escrita. Como muestra, un fragmento:

"(...) Imagínate que alguien se dirige a sabiendas hacia su perdición, y tú puedes salvarlo. ¿Lo salvarías? Imagínate una operación con un paciente que toma drogas que son incompatibles con la anestesia, pero se avergüenza de ser drogadicto y no quiere decírselo al anestesista. ¿Hablarías con el anestesista? Imagínate que en un juicio se ha demostrado que el criminal era diestro, pero el acusado no se atreve a revelar que es zurdo porque le da vergüenza, y lo van a condenar. ¿Se lo contarías al juez? O imagínate que un crimen solo pudo cometerlo, con toda certeza, un heterosexual, y el acusado es homosexual, pero se avergüenza de serlo y se calla. No te pregunto si tiene sentido avergonzarse de ser zurdo u homosexual. Solo te pido que te imagines que el acusado no se atreve a confesarlo por vergüenza."

"El novelisa perplejo" - Rafael Chirbes


"(...) Veis a un viejo sentado al sol. Está inmóvil y en silencio; a lo mejor, con los ojos entornados. Vosotros, que sois jóvenes y, en ese mismo instante, habláis, os reís, o corréis de un sitio para otro, es casi seguro que lo miráis desde una especie de superioridad. También es muy probable que estéis convencidos de que sois vosotros, y no él, quienes tenéis el sentido de las cosas, quienes sabéis, porque conocéis los nombres de las canciones que están de moda, de los artistas de cine o de las marcas de las zapatillas de deportes.

Estos conocimientos os parecen -casi- la sabiduría, y veis al viejo y tenéis la tentación de pensar que se trata de una especie de mineral; o de un galápago de piel rugosa y movimientos lentos, que poco puede deciros. Y, sin embargo, ese hombre, al entornar los ojos, a lo mejor está volviendo a ver los rasgos de su madre en el momento en que era joven y, al menos para él, muy hermosa, unos rasgos que ya nadie -que no sea él- puede recordar, porque hace años que murieron cuantos la conocieron así, como él la recuerda, en su juventud; puede ver también los rasgos de sus amigos, tan jóvenes entonces como vosotros lo sois ahora, tan llenos de frescura y de vida; puede, incluso, recordar la voz de algunos de ellos, los chistes que contaban y con los que se reian con una alegría que -como la vuestra- no miraba hacia el futuro irremediable de silencio que había de llegarles. Recuerda las conversaciones que mantenían en el bar, los lugares del pueblo que ya han desaparecido, el cuerpo de la primera mujer que vio desnuda; o el de la mujer con la que se casó unos años más tarde, que a él tanto le gustaba y que también ha desaparecido ya hace tiempo; el color del mar el día en que cruzó el estrecho de Gibraltar vestido de soldado para hacer el servicio militar en África, la luz del desierto, el sonido de los disparos de los fusiles y su eco rebotando entre las dunas, las canciones que sonaban entonces y cuya música y letra todo el mundo conocía y tarareaba, de la misma manera que ahora conocéis y tarareáis vosotros las canciones que os gustan; las que le gustaba bailar en su juventud."

sábado, 25 de abril de 2009

"Usos amorosos de la postguerra española" - Carmen Martín Gaite

Esta tesis doctoral convertida luego en un éxito de ventas, centra su punto de mira en las costumbres de los jóvenes de los años 40 y 50.

Para haber sido escrita en los 80, ya me parece lo bastante reivindicativa con las costumbres que narra: es una obra fundamentalmente crítica. Desde el punto de vista actual, los jóvenes de aquella época se presentan rematadamente ñoños. Las mujeres: soñadoras, pacientes, calladas, profundamente vigiladas y totalmente desinformadas acerca de todo lo relativo al sexo opuesto; los hombres: frívolos y despreocupados, con libertad para tontear con chicas antes de tener novia formal, casarse y formar una familia al uso. Supongo (y espero) que hubiera de todo, en ambos casos. Que esta visión de Carmen M. G. solo sea una generalización. Porque el resultado general que se desprende es bastante desalentador. Qué no podrá surgir de esa generación de jóvenes reprimidos. Desde luego, con el paso de los años, la sociedad de desenfreno en la que nos encontramos.

Sin embargo en el fondo la idea de lo que el hombre y la mujer representan parece no haber cambiado tanto, aun tiene que avanzarse mucho en eso. Por suerte son ya muchas chicas las que estudian todo tipo de carreras, ocupan puestos importantes en las empresas y asumen un rol en las mismas condiciones que los chicos dentro del hogar.

En cuanto a los usos amorosos, que yo sepa, ha dejado de estar mal visto que sea la mujer la que se lance y dé el primer paso para empezar una relación, decidir poner fin a la misma o incluso pedir el matrimonio.

Sinceramente, no me imagino estar encerrada en una sociedad a la que le parece mal que te quedes en casa estudiando, leyendo, antes que salir de fiesta para "coquetear en un guateque" o que todo lo que aspirase aprender en un aula fueran las 4 reglas, coser, cocinar, rezar y poco más. Dan escalofríos.

Como muestra, un romántico fragmento situado en un marco inmejorable:

"(...) Por ejemplo, en la Plaza Mayor de Salamanca, las chicas paseaban en el sentido de las manecillas del reloj, mientras que los chicos lo hacían en el sentido contrario. Como quiera que el ritmo del paso fuera más o menos el mismo en ellos y en ellas, generalmente lento, ya se sabía que por cada vuelta completa a la Plaza se iba a tener ocasión de ver dos veces a la persona con quien interesaba intercambiar la mirada, y hasta se podía calcular con cierta exactitud en qué punto se produciría el fugaz encuentro. "Me toca por el Ayuntamiento -se iban diciendo para sí el paseante o la paseante ilusionados- y luego por el café Novelty." Con lo cual daba tiempo a preparar la mirada o la sonrisa de adiós, cuando se trataba ya de un conocido. Los chicos que se acercaban a un grupo de amigas para "acompañar" a alguna de ellas, lo hacían cambiando de dirección e incorporándose al sentido de las manecillas del reloj, nunca sacándolas a ellas de su rumbo para meterlas en el contrario. Por eso, si un muchacho por el que estábamos interesadas no aparecía en el lugar calculado, podía ser porque se hubiera ido ya, porque se hubiera metido en un café, o porque en aquel trecho hubiera decidido cambiar de sentido para acompañar a otra chica más afortunada."

lunes, 13 de abril de 2009

"Wilt" - Tom Sharpe


Wilt es un hombre casado harto de su esposa: tanto, que planea asesinarla. Cuando está haciendo pruebas para llevar a cabo su objetivde una forma rápida y sencilla, que no levante ninguna sospecha, le pillan.

Aplicar la lógica resulta inútil en esta historia. Siempre hay un giro que no esperabas, y las reacciones de los personaje son imprevisibles.

Dentro de su "locura", el personaje de Wilt es el que resulta más interesante. En el fondo no es más que un hombre hastiado, y es normal, dado que no tiene amigos, su mujer le da asco y no puede esperar nada de su trabajo.Está claro que, a pesar de todo, tampoco tendría por qué matar a su mujer, pero si se piensa un poco,se le puede llegar a comprender.

En este libro se demuestra que la realidad puede llegar a ser muy cómica, porque nada de lo que se cuenta es imposible que suceda. Hace reír y, de paso, critica todo un poco: el matrimonio, las clases sociales... y las escenas finales en las que aparece un cura, no tienen desperdicio.

VIII "Tengo una pistola" - Enrique Rubio Palazón

viernes, 20 de marzo de 2009

"Diario" - Ana Frank

Un grupo de judíos huye de su casa ante la amenaza nazi. Se esconden y pasan años de su vida sin salir a la calle. Horrible.

Llevaba un puñado de años con este título apuntado en la lista de libros pendientes, hasta que una visita breve y reciente a Berlín hizo que me entrasen ganas de investigar más acerca del holocausto, ya que allí hay muchas (quizá demasiadas) cosas que lo recuerdan por todas partes.

Bueno, el diario de una niña nunca puede ser muy interesante, lo cierto es que el de Ana Frank destaca por las descripciones del refugio y la forma de vida de los escondidos. Y sobre todo, que ya sabe uno el final, que por lo demás no aparece en el libro (como nota añadida sí, pero la niña, claro, no lo pudo contar). Aun así todo (conociendo cómo va a terminar la historia) el diario termina demasiado pronto, de forma muy tajante. Da la impresión de que la niña te ha abandonado de repente, por lo que resulta muy triste…








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