Ya tenía ganas de leer algo tan bueno como "El lector". Una de esas joyas que solo aparece de cuando en cuando. No he visto sin embargo la película ni tengo intención de verla por el momento: detesto olvidar la imagen que de los protagonistas y de los escenarios me he creado leyendo el libro, que se modifican sin remedio por las imágenes de la pantalla.
"El lector" es una extraña historia de amor entre un adolescente y una mujer cuyo rasgo principal es haber sido guardiana en un centro de concentración nazi. Lo que les mantiene unidos a lo largo de sus vidas es la lectura que el chico hace en voz alta de obras clásicas para que ella escuche.
Es una historia que no puede estar mejor escrita. Como muestra, un fragmento:
"(...) Imagínate que alguien se dirige a sabiendas hacia su perdición, y tú puedes salvarlo. ¿Lo salvarías? Imagínate una operación con un paciente que toma drogas que son incompatibles con la anestesia, pero se avergüenza de ser drogadicto y no quiere decírselo al anestesista. ¿Hablarías con el anestesista? Imagínate que en un juicio se ha demostrado que el criminal era diestro, pero el acusado no se atreve a revelar que es zurdo porque le da vergüenza, y lo van a condenar. ¿Se lo contarías al juez? O imagínate que un crimen solo pudo cometerlo, con toda certeza, un heterosexual, y el acusado es homosexual, pero se avergüenza de serlo y se calla. No te pregunto si tiene sentido avergonzarse de ser zurdo u homosexual. Solo te pido que te imagines que el acusado no se atreve a confesarlo por vergüenza."
martes, 12 de mayo de 2009
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