Te apareciste
No te acercaste
ni entraste sin llamar
Te apareciste
A pocos centímetros de mi cara
de repente
Como una virgen salvífica de sonrisa infinita
y esa luz preciosa y brillante alrededor,
agitando orgulloso una botella en alto
para que todos la vieran
una de aquellas botellas con un mensaje dentro
que Shelley lanzaba al mar
Y dentro estaba escrito mi nombre
En las palmas de tus manos
estaba escrito mi nombre
En las paredes de aquel bar
y al otro lado de los espejos
siempre estuvieron escritos
como Alicia corriendo detrás
de nuestros nombres
Del texto:
© Todos los derechos reservados - Mar López, 2019
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