He recorrido largos caminos a pie
―durante años
tratando de construir un hogar
para nosotras
allí donde hubiera agua
en los países del norte de Europa
―un hogar
con unos trozos de loza rota
y las pocas fotografías que pude salvar del incendio
Nunca he parado de caminar
llevándote en brazos
fabricando tinta en los bosques
para cubrir de color todas nuestras cicatrices blancas
buscando en los libros
la manera de revertir el hechizo
trepando a todas las montañas
para ver más lejos
y bajando cada vez a rescatarme de nuevo
Y una noche de abril
alejándonos del bullicio
sin nada que celebrar
seguimos el rastro de una pequeña luz apagada
tu pequeña mano en la mía
Llegamos ante una puerta que solo se abrió esa noche
y reconocimos dentro los muebles, el olor de la comida,
el eco de las voces, su cadencia:
si sonaba música de fondo, también era familiar
Estábamos dibujadas en las líneas
de la mano que nos invitó a entrar
La noche del incendio llovieron pájaros
y detrás de estallidos de luz y
vigas derrumbándose yo había
podido ver cómo se salvaba
Lo que nunca supe es qué camino tomó
No pude seguir ningún rastro de huellas
porque quemaban
con un dolor agudo y hondo
me alejé de todas sin poder borrarlas
hacerlas desaparecer
porque la tierra ardía
Ahora quiero volver a casa
coger esa mano y besar
cada rincón
abrir todas las ventanas
recorrer todas las habitaciones
―descalza
bailar desnuda bajo la lluvia cuando llegue
llenarme los pulmones dulcemente
de olor a hierba y a pan recién hecho
Todos los años después del incendio
solo he querido volver
estar a salvo y volver
Y es en ese lugar donde me encuentro ahora
Del texto y la imagen:
© Todos los derechos reservados - Mar López, 2019
Me encanta.
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