lunes, 4 de febrero de 2013

La Dama de Shalott y otros poemas


LXVII

Cuando en mi lecho da un rayo de luna,
yo sé que en lugar donde reposas
junto a esas vastas aguas, al oeste,
una gloria desciende entre las tapias:

When on my bed the moonlight falls,
I know that in thy place of rest
By that broad water of the west,
There comes a glory on the walls:

brilla tu mármol en la oscuridad,
y una llama de plata se desliza
despacio por las letras de tu nombre
y encima de la cifra de tus años.

Thy marble bright in dark appears,
As slowly steals a silver flame
Along the letters of thy name,
And o'er the number of thy years.

Tu gloria mística huye y nada lejos,
de mi lecho la luz desaparece,
y, juntos los aleros de mis ojos,
duermo hasta que las sombras se hacen grises:

The mystic glory swims away;
From off my bed the moonlight dies;
And closing eaves of wearied eyes
I sleep till dusk is dipt in gray:

entonces sé que la niebla ha echado
de costa a costa un velo reluciente,
y en la oscura iglesia, como un fantasma,
centellea tu lápida a la aurora.

And then I know the mist is drawn
A lucid veil from coast to coast,
And in the dark church like a ghost
Thy tablet glimmers to the dawn.


La Dama de Shalott y otros poemas. Alfred Tennyson. Pre-Textos, 2002



The Lady of Shalott
John William Waterhouse
1888

domingo, 3 de febrero de 2013

"El enamorado de la Osa Mayor" - Sergiusz Piasecki


Es imprescindible hablar de las condiciones en que fue escrito este libro y de la leyenda que lo rodea, antes de contar la historia que contiene y explicar por qué es tan especial. Se trata de una historia real: Sergiusz Piasecki (1901-1964) fue encarcelado por delitos derivados de sus actividades como traficante y espía, por lo que fue condenado a la pena de muerte. Durante su reclusión, solicitó material de escritura y escribió una obra maestra titulada “El enamorado de la Osa Mayor”, sin haber recibido ningún tipo de formación literaria en toda su vida. Ahí reside uno de sus principales reclamos.

Este libro no es una autobiografía, pero la vida del protagonista sí contiene multitud de paralelismos con la de su creador. Al parecer, una vez plasmado el punto y final de la novela, Piasecki se la entregó a su carcelero sin darle mayor importancia, y éste, por suerte, la tuvo en consideración e hizo que llegara a manos del juez. Así fue como Piasecki se libró de la pena de muerte y como consiguió poco después, durante un traslado, la ansiada libertad. Su libro se convirtió en un éxito de ventas y él se esfumó sin que se sepa con seguridad dónde se perdió su rastro. Durante ese tiempo de libertad escribió alguna algún otro libro basado en sus vivencias belicosas, y también sátira política.

“El enamorado de la Osa Mayor” es uno de los más hermosos y mejor escritos que he leído nunca. Se divide en tres partes  de hipnóticos títulos: “Bajo las ruedas del carro”, “Por los senderos de los lobos” y “Los fantasmas de la frontera”. Está acompañado por una de las mejores introducciones de la historia de la literatura, donde explica brevemente y con mucha intensidad y vitalismo sus experiencias como contrabandista en la frontera rusa.

El primer capítulo comienza exactamente cuando el protagonista, Władek, se enrola en la primera de sus rutas como contrabandista, con una portadera a cuestas cargada con material para transportar de incógnito y vender al otro lado de la frontera, junto con un grupo de piratas avezados que le sirven de guía y le enseñan las claves del oficio. Con el paso de los meses Władek sufre emboscadas de los soldados rusos, vive al límite, borra de su mente la diferencia entre el bien y el mal y aprende a amar la libertad y la naturaleza de una forma salvaje.

Precisamente este libro es una oda a la libertad. Władek pronto se ve atraído por la fueraza de las estrellas y aprende a amarlas, reconocerlas y dejarse guiar por ellas. Llega incluso a bautizar a cada una de las siete estrellas que conforman la constelación de la Osa Mayor (o Carro Mayor, de ahí el título del primer capítulo). No hay fajo de billetes por los que cambie su vida al aire libre, ni palacio que le resulte más seguro que una guarida en el bosque. Se siente más cómodo rodeado de pájaros, lobos y salteadores de caminos que de ciudadanos en una gran urbe.

La magia proviene tanto del embrujo de la naturaleza como de la forma de pensar de Władek: muestra un camino alternativo y asegura que otra forma de vida es posible. Además, el hecho de ser un libro tan lírico y cuidado contrasta con la historia que cuenta (salvaje, peligrosa, descarnada).

El argumento, trepidante, deja sin resuello al lector, no da tregua. Sin embargo, a la vez el texto está plagado de frases sutiles y delicadas, y descripciones gloriosas. Por todo ello, este libro es pura magia, y una muestra perfecta de literatura de la más alta calidad.

«Camino a través del bosque hacia el sendero que conduce a Zatyczno. En la lejanía, se oyen los suspiros sordos y pesados de los truenos. Se acercan. Se desencadena un viento que corre por las alturas, por las cúspides de los árboles, llenando el bosque de un rumor quejumbroso. Cierra la noche. A duras penas me abro paso entre los árboles. De improviso, un largo relámpago verde cae sobre el bosque. Abajo, casi en las entrañas de la tierra, se oye el trueno que huye hacia las tinieblas en oleadas grávidas... Otro relámpago, ahora amarillo, corta el aire... El tercero, rojo, explota como un fuego de artificio... El cuarto, dorado, se entrelaza con la oscuridad en la lotananza... El quinto, blanco, arranca la noche de la tierra y, durante un rato, puedo ver con toda claridad cada tronco, cada rama, cada hoja... Después, los relámpagos caen a puñados. Se entrecruzan, se esquivan... Uno corre en pos del otro. Derraman torrentes de luz entre los árboles. El aire vibra... Los árboles tiemblan... Un huracán... El viento rompe ramas y derriba árboles. Los relámpagos hacen trizas los pinos, los abetos y los abedules más robustos. El bosque se estremece... »


sábado, 2 de febrero de 2013

Jaime Gil de Biedma y Juan Ferraté: cartas y artículos


"En todo ello quizá influya el rumbo que está tomando nuestro país, que me resulta poco apetecible y que me hace temer que dentro de unos años seré un ante anacrónico. Parece que Epaña, que es un país feudal que no ha tenido feudalismo, y un país burgués que jamás ha hecho la revolución burguesa, se prepara para ser un país neocapitalista sin gran capitalismo. Vamos a la economía de consumo, pero de un consumo mínimo: nuestro porvenir consiste en convertirnos en el menos desarrollado de los países desarrollados. Es decir: adquiriremos nuevas miserias y nuevos defectos sin perder ninguno de los antiguos. Creo que hemos entrado resueltamente por ese camino y ni siquiera la inmediata caída de Franco y un colapso político –cosas, una y otra, casi por completo improbables– nos salvarían ya: el «milagro español» está en marcha y participaremos de la prosperidad europea a escala española; tendremos una prosperidad pequeña, bastante sórdida, pero que permitirá a todo quisque hablar con aire de superioridad de la falta de libertad y la falta de automóviles en las democracias populares.”

Carta de Jaime Gil de Biedma a Juan Ferraté. 6 de abril de 1962.

Ellos lo sabían.

Jaime Gil de Biedma: cartas y artículos. Juan Ferraté. Acantilado, 2009.