Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero
hijo de padre borracho
y hermano de un suicida
perseguido por los pájaros y los recuerdos
que me acechan cada mañana
escondidos en matorrales
gritando por que termine la memoria
y el recuerdo se vuelva azul, y gima
rezándole a la nada porque muera.
Casi una advertencia para empezar el año. Demoledor, genial, brutal.
ResponderEliminarEl curso promete, bien.
Cañero!
ResponderEliminarxoxo
B* a la Moda
Está claro, es un buen comienzo (aunque este año haya decidido saldar una vieja deuda y leer la mayor cantidad de clásicos posibles cuya lectura aún tengo pendiente, y eso son muchos clásicos).
ResponderEliminarMe alegra que os guste. Panero (el hijo, siempre) es magistral.