jueves, 19 de marzo de 2009
"El planeta americano" - Vicente Verdú
Cifras, cifras y más cifras. ¡No hay comentario que no se ilustre con un número! Hectáreas, dinero, restaurantes de comida rápida, gente por razas, embarazos no deseados... También, en ocasiones, las apreciaciones se repiten un poco.
Pero me gusta averiguar más sobre los EE.UU., aunque las cosas que de allí se cuentan son siempre las mismas y ya se han convertido en tópicos (véase las hamburguesas, la falta de comunicación en las familias, la tenencia de armas por población civil, la obesidad y un largo etcétera).
Vicente Verdú prefiere España, eso queda claro. O cualquier país europeo, antes que EE.UU. No mira con alegría los cambios que se van produciendo desde hace años en la sociedad europea (y, por extensión, en todo el mundo, con las consabidas diferencias entre países): el mundo se está americanizando. El problema es que no todas las costumbres americanas son saludables.
La población se caracteriza, cada vez más, por un comportamiento marcadamente infantil. Pero eso se aprecia en España, también.
Uno de los capítulos más interesantes es, probablemente, "El odio a los intelectuales". En él, se dan muchas pistas acerca de la forma que tienen de entender el mundo de los americanos y, en consecuencia, de actuar en él. "...aman la sencillez y los discursos que van directo al grano". Y, hasta el tema más sensible ha de ser tratado con una pizca de humor. "En las conferencias universitarias, en los diarios, en los reportajes televisivos, en los juicios, en los discursos políticos o en las alocuciones religiosas existe al menos un momento en el que la concurrencia se ríe".
Es posible que de esta forma de ver las cosas, se derive el comportamiento tan infantil del que hablaba antes. En cualquier caso, esto me parece peligroso, ya que con esa forma de actuar se consigue que la gente no piense, con lo que esto conlleva; además, y aunque ya de por sí no se tengan ideas "profundas" propias, la sociedad no deja que se puedan ni siquiera llegar a desarrollarse. Un ejemplo: en la Universidad, se satura a los estudiantes de trabajo, de una forma ni siquiera comparable a lo que ocurre en España. Y esa sociedad es muy competitiva, por lo que el personal se obceca de tal forma en sobresalir que muchas veces al final explota: la tenencia de armas facilita que el resultado de esas "explosiones" salgan tan a menudo por tv (homicidios, suicidios, masacres en las escuelas). Este no es, desde luego, un buen dato y, por desgracia, se está extendiendo.
Si es verdad que el mundo se americaniza cada día más, solo espero que no todo lo que exporten sea malo. Se supone que uno solo copia lo que admira...
No hay comentarios:
Publicar un comentario