"No he venido..." es una divertida sátira sobre el trabajo de los oficinistas modernos. Tecnología, despachos, portátiles, impresoras, café de máquina, material de oficina, reuniones de trabajo... todo ese universo se mezcla con la muerte del jefe y el suicidio de un compañero, para dar lugar, en contra de lo que pudiera parecer a simple vista, a una historia fresca que hace sonreír en más de una y de dos ocasiones.
Lo cierto es que el día a día en la oficina está muy bien reflejado y, como muestra, un fragmento:
"(...) Cuando entré tenía ganas de hacer cosas nuevas. Cuando llevaba un año las había perdido para siempre. Ahora me siento en el sitio y hay días en los que no hago nada, y nadie parece darse cuenta, supongo que porque ellos están también disimulando."
A raíz de los trágicos sucesos que le ocurren al jefe y al compañero, se da lugar a un derroche de imaginación y fantasía con los que la historia toma un rumbo inesperado. Se convierte así en una aventura, sin caer en el error de la monotonía de un oficinista hastiado que sólo relatara su malestar y sus quejas.
Además, la realidad se encuentra reflejada con acierto, en temas como la dificultad de los jóvenes en la búsqueda de empleo, en lo raro que resulta trabajar en algo relacionado con los estudios realizados... Cuando termina la carrera uno cree encontrarse en la cumbre (¡licenciado!) y no es más que el último eslabón de la cadena cuando se incorpora a un trabajo: hay que empezar otra vez desde cero. El caso del protagonista es también habitual: seleccionado para un trabajo del que ni siquiera sabía su existencia; obligado a acompañar a su jefe en uno de sus primeros días haciéndose pasar por un profesional en... lo que no es, etc., etc. La realidad siempre supera a la ficción. Pasen y vean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario