jueves, 3 de marzo de 2016

ECO-LOCALIZACIÓN


Me tatuaré en el rostro el retrato de mi musa
el día que dé la cara
(sus ojos sobre mis ojos, sus labios sobre los míos…),
y será el acto de amor más salvaje
que se haya llevado a cabo jamás
en nombre de la Literatura.

Puedes quedarte en tierra dándole la mano al miedo,
yo me subo al tren de los vivos colándome sin pagar.

Tú ganabas el Oscar al mejor actor
cada noche que pasabas a mi lado;
yo me quemaba los dedos sobre la alfombra roja
girando los focos para que apuntaran en tu dirección.

Pero cómo vas a ser feliz maldita sea
quién demonios puede serlo
flotando boca arriba en el Mar Muerto
atrapado en un hechizo de arena y sal,
lanzando plegarias huecas
al dios de la evisceración.

Y ahora explícame por favor cómo puedo tener miedo si no sangro.
Por qué al instinto animal lo llaman sentido de la orientación.
Exactamente de qué manera encontré tu casa con un mapa de juguete.
Cómo conseguí abrazarte si insistes que ya no estabas.
De qué raza era la criatura que rastreó el camino en mi dirección.

La forma exacta en que fui feliz por un segundo
cuando puse ante tus pies algo
tan viejo como el mundo.

Del texto:
© Todos los derechos reservados - Mar López, 2016

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