“Caribou Island” es la nueva novela de David Vann, quien el año pasado nos sorprendió con “Sukkwan Island”, una novela en la que un padre y su hijo adolescente, cuya relación está bastante deteriorada, deciden pasar un año viviendo juntos en una cabaña alejada de la civilización. La lucha contra la naturaleza y su propia lucha interna terminan en un desenlace... léanlo. Pues bien. Ahora, en “Caribou Island”, Vann retoma el tema del aislamiento de la civilización y las relaciones interpersonales tormentosas, solo que ahora se centra en el tema de las parejas. En ese tipo de parejas que, en realidad, no se quieren, y que conviven haciéndose daño día tras día.
Retrata a la perfección la desagradable situación de tener una pareja que no te valora ni te quiere de la misma forma, así como el día a día ocultando sentimientos para no empeorar la situación y la sensación de vacío y angustia cuando sabes que el lugar que ocupas en su vida es secundario. Vivir, a sabiendas o con la sospecha de que existe en la vida de tu pareja otra persona que ocupa el lugar que tú deberías llenar. Desde fuera parece fácil decidir que hay que huir, escapar de esa situación, abandonarla. Pero a veces no se tiene otro lugar al que regresar, y entonces uno se queda, sabiendo que la vida siempre será un poco peor. Es una historia devastadora. “Sukkwan Island” también relataba una historia dramática y dolorosa pero, al lado de “Caribou Island”, sería como comparar un suicidio (Sukkwan) a una muerte lenta y dolorosa (Caribou), según mi forma de verlo.
No obstante, es una novela que se sufre disfrutando, o que se disfruta sufriendo, porque propone unas situaciones realmente angustiosas pero está maravillosamente bien escrita. Las novelas de David Vann se han comparado con “The road” de Cormac McCarthy, y aunque parezca exagerado, porque McCarthy es muy bueno, yo estoy de acuerdo, y recomiendo esta novela brutal a todo aquél que se arriesgue a leerla. Espero opiniones.
Hola,
ResponderEliminarHe llegado aquí de casualidad, como la mayoría de las veces ocurre en la red.
Solo decirte que está interesante el blog, que para mi Sukkwand Island tenía más fuerza, sobre todo la segunda parte, con el viaje a los infiernos del padre y el final desolador.
Esta novela parece un poco más de lo mismo: de nuevo el aislamiento en una isla, las malas relaciones en pareja (al fin y al cabo el padre y el hijo también eran una pareja y su problema también era la incomunicación), y para colmo, el desenlace, aunque esperado desde la segunda página es inverosímil y precipitado. Vann intenta darle dramatismo poético, pero queda muy débil, e, incluso algo fuera de contexto comparado con el estilo aséptico del resto de la novela.
Saludos,
Carlos.
Gracias Carlos, y bienvenido.
ResponderEliminarTienes razón en que Caribou es un poco "más de lo mismo" en tanto en cuanto Vann juega con unos elementos muy similares a los ya usados en Sukkwan (relaciones tempestuosas y alejamiento de la sociedad). Pero para mí eso también forma parte de su encanto, es decir, si el año que viene publicase "Ibiza Island", yo me lo compraría... jeje. Quiero decir con esto que, aunque sepas de antemano que muchos factores son repetitivos, la novela está igualmente muy bien escrita, y en ese sentido no defrauda. Además, habiendo leído el primero y leyendo el título del segundo, ya sabes lo que vas a encontrar.
En cuanto a que prefieras Sukkwan, sobre gustos... ya sabes. Está claro que es más dura, más directa, quizá más fría. Pero el "encanto" o la diferencia de Caribou radica en la dosificación del maltrato psicológico, es más pausado y quizá también eso hace que el daño se alargue, y se va intensificando hasta ese final apoteósico que me pareció brillante. Quizá el hecho de utilizar el tema de las parejas hace que resulte una historia, en conjunto, más manida.
A mí me ha fascinado primero porque tiene una altísima calidad literaria y, segundo, porque soy muy sensible al tema de las personas que se tratan mal aun cuando supuestamente se quieren, y creo que ese punto está muy bien representado en Caribou.
Saludos y espero que la casualidad te traiga de regreso a estas aguas.
Mar.
Justa reseña. Comparto contigo que Vann va a dar mucho que hablar y que leer y tu paralelismo con McCarthy, aunque en cuanto a esto último creo que a Vann le falta ese punto interesante de esperanza que palpita en McCarthy. Lo he desarrollado aquí: http://bit.ly/sUwFTd
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