*
(...) Y usted, señora telefonista, salió anoche con un joven recién conocido y que parece encantador, terminó la velada demasiado tarde para un día laborable y está que se cae de sueño, pero la ensoñación lo combate y se pasará el día esperando a ver si él la llama, así que el día se le presenta lleno, más que otros, porque nada los llena tanto como la espera de algo, y al despedirse se besaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario