lunes, 24 de julio de 2023

"Matar la geografía de los cuerpos de piedra" - Laura Sanz Corada

 



Dejar los pies suspendidos
en un avión o en un acantilado
dejarme llevar por el temblor
del tiempo

cruzo un límite y mis manos
cambio de estación y mis ojos

asomado al borde del mundo
mi cuerpo
                           deja de tener rostro
en esta madrugada en la que mira
la noche curva sobre el mundo

mi cuerpo des pe da
            
                                        za        do

/ se reacomoda
nadie sabrá nada
del asco ni del amor
el nexo de las partes
quedará sin definir
pero mi cuerpo mirará la noche
curva sobre el mundo
y en el color del horizonte
se velará la pertenencia.


Conocí este poemario a la vez que a su autora, gracias a una presentación virtual que hicieron las chicas de Espacio Grieta convocando a través de Instagram, donde creo que han empezado hace poco. El encuentro fue una delicia y espero poder asistir a muchos más en el futuro.

He seleccionado algunos poemas porque además de ser hermosos y funcionar muy bien técnicamente, me he visto reflejada en ellos. El arte está para que conectes con cualquiera de las formas que adopta, también de alguna manera para cambiarte, sacudirte, obligarte a hacerte preguntas, evaluar cómo te sientes con las respuestas que te das, quizá destruir o alterar tus certezas, a veces afianzarlas.

"Dejar los pies suspendidos..." me ha llevado de vuelta instantáneamente a mis viajes en solitario, cuando necesitaba que mi alma se expadiese en espacios más allá de las 4 paredes de los lugares conocidos. Nunca huyendo de nada (eso es imposible), siempre queriendo encontrarme a mí. El final del camino, tras ubicar muchas cosas en su sitio, debía ser vivir junto al mar y así ha sido.


Si yo le diera a usted mi camino
si rompiera el lenguaje
si inventara mi origen, pasaporte lejano
de un país sin latidos
si conociera la sal y su tierra de ortigas

sería fácil

si usted fuese mujer
si sonriese menos y cambiase
de acento para las ideas tristes
si acertase en la respuesta: no, no,

en esta tierra, no

entonces los muslos
las armas que nombra
el escozor de la última duda
morirían.


Definitivamente, no puedes poner todo de ti en las manos de cualquiera: lo va a destruir, te va a destruir. Otro aprendizaje tan obvio como imprescindible: no debes mostrar quien no eres, nunca debes esforzarte por gustar. He visto tanta gente errante representando un papel (en este teatro que es la vida). Quizá lo entenderéis cuando seáis mujeres, o cuando volváis a nacer. Y por si acaso tatuarse un arma blanca entre otros mil amuletos de significados olvidados.


CÓMO ES EL MAPA DE ESTA MUJER

en la mudez cartográfica

posibilidad o                            borrón


¿cómo encuentra la ruta

de su migración hacia el agua?


Avanzar con brújula pero sin mapa (a lo Javier Marías). Perder el sendero y entre la espesura del bosque darse cuenta de que la brújula no funciona. Avanzar a tientas, tropezarse sin parar. Y aun así seguir caminando en cualquier dirección porque cualquier salida mientras sea salida será válida y hagas lo que hagas será muy dolorosa. Pintar el mapa sobre este cuerpo de mujer. Recordar que... la vida sigue creciendo alrededor. Rizoma, Deleuze.


All afternoon it rained, then

such power came down from the clouds

on a yellow thread (...)

Mary Oliver


Toda la tarde llovió, y luego

en el recuerdo previo al agua,

una figura blanda

se entregaba al aire.


Sí       me acuerdo      llovió

Y después, en la humedad,

con el pasto envuelto en alas,

el cuerpo se convirtió en fábula.


Los versos de Mary Oliver inspiraron el inicio de este poema de Laura Sanz, a partir de una traducción libre. No podía dejar de ponerlo porque es una dulzura y porque dio lugar a unos momentos preciosos durante la presentación virtual que mencionaba al principio: desde Grieta propusieron que cada chica escribiera algunas líneas a partir de este increíble comienzo, "Toda la tarde llovió, y luego  /  en el recuerdo previo al agua...". Os dejo con el pequeño texto que nació de todas.


Toda la tarde llovió, y luego

en el recuerdo previo al agua...

me encontré abrazada a la tierra mojada

buscando un refugio para esta cuerpa exhausta,

oliendo la tierra, 

a la frontera del vuelo de la libélula,

escuchando el latido del río

mientras en el vientre nace la calma

el reflejo del sol brilló 

y un latido se escuchó nacer

en la tierra húmeda

el vientre rompió el latido

tomaron el vuelo las libélulas

.a tierra se hace latido

libélula, acompaña ahora

el nacimiento de una frontera.