viernes, 12 de abril de 2019

"Ojos Negros" - Frédéric Boyer


“Ojos Negros” es una novela redactada de una manera muy lírica que trata del origen del deseo desde los primeros años, a través de las experiencias personales de su protagonista: un adulto que rememora aquellos momentos que sirvieron de aprendizaje para su educación sentimental y sexual, los que dieron origen a sus primeras tomas de contacto con el deseo.

Ya conocía a este autor por el poemario “En mi pradera”, publicado también por Sexto Piso, en 2015. Aún lo guardo con cariño y releo en ocasiones, es un librito estupendo (haciendo clic sobre el título podéis leer la reseña que escribí sobre él en su día). Por eso mis expectativas estaban demasiado altas cuando cayó en mis manos “Ojos Negros”, pero he de confesar que no las ha superado.

El tono de “Ojos Negros”, intimista y poético, quiere recordarme a Pierre Michon, a Miguel Morey, en última instancia a Pascal Quignard… pero lo cierto es que para mi gusto no está a la altura, aunque los ecos y semejanzas estén ahí. Divaga mucho y no consigue captar mi atención. Pero no puede ser que un argumento errático me despiste, precisamente me enamoré de la prosa de Javier Marías por sus digresiones (qué pena que sus últimos trabajos sean sólo una copia de sí mismo, con lo que fue y lo que podía haber sido), y es algo que de manera recurrente he apreciado después en muchos otros libros.

Sencillamente es que no me atrapa. No consigue que me importe lo que pasó con Ojos Negros o con el resto de sus encuentros o amantes. Tampoco encuentro las sutilezas necesarias para convencerme de que quien escribe es un ser deseante, o es que su deseo no transcurre por lugares que me sean conocidos.

Y sin embargo no puedo decir que sea un mal libro, técnicamente es correcto, la edición por parte de Sexto Piso como siempre es impecable. La lectura se hace rápida porque son solo 170 páginas de capítulos cortos, que dejan muchos espacios en blanco y se avanza ágilmente. A su favor he de decir que estos fragmentos están construidos con mucho cuidado, de modo que los cierres son muy buenos, ya que siguen un hilo conductor que, aunque a veces parece que se diluye en sí mismo, retoma con un final que lo hace redondo.

Transcribo a continuación un pequeño fragmento extraído de las primeras páginas que me gustó bastante:

"Toda mi vida permanecería atado y fiel a esa ordalía hueca como un AGUJERO NEGRO. Con el tiempo aprendería que todas las estrellas pasan así por una serie de dilataciones y contracciones. Pero aquellas cuya masa equivale a varias veces la masa solar ven cómo su densidad va aumentando a fuerza de contraerse, y algunas de ellas acaban dando lugar a agujeros negros. Se dice que son grandes aspiradoras de materia, al tiempo que se supone que producen energía de ese modo. Lo mismo sucedió con nuestro secreto: al volverse invisible, al no poder reflejar ni emitir luz alguna, se tornó tan denso, tan pesado que se comprimió arrastrando hacia sí su masa y desatando una suerte de aspiración, un vacío, como el fenómeno de la gracia que han descrito algunos teólogos. La gracia no nos colma sino de la nada que produce cuando la recibimos.


martes, 9 de abril de 2019

LAMENTO [La niña interior nº 3]


La niña que vive en mí
ha venido a refugiarse en mi regazo
el desconsuelo.

Ha pintado láminas de acuarela y luego
alguien le ha roto
alguien le ha explotado una pompa de jabón
alguien
el corazón
la carita surcada de churretones negros,
azules, grises, rojos.

Sus límites desbordados
y yo sin una palabra
sabia
a mano para consolarla.

Con esa mezcla de vergüenza y miedo
queriendo hacer estallar su estómago
su dolor trepando por mi espina dorsal
ramificándose.

Le digo que suelte las piezas rotas
que las enterremos juntas
en la orilla del río de Madrid.

Le digo que no es sano caminar
detrás de alguien que deambula
o tratar de alcanzar a alguien
que corre en la misma dirección.

La niña que vive en mí
no quiero decirle
que un día buscará estos dolores
no quiero que sepa
cuando la única manera de conseguir
cuando creer morir sea
la única manera de sentirse viva.


Del texto y la imagen: 
© Todos los derechos reservados - Mar López, 2019

sábado, 6 de abril de 2019

"Ultima hora", un poema de Sharon Olds



En el medio de la noche, me hice una cama
en el piso, alineándola fielmente a mi madre,
la cabecera hacia las colinas, los pies hacia la Bahía donde
los pájaros vadean para buscar moluscos me acosté,
y el primer cascabel de la muerte sonó
con su autoridad del desierto. Ella tenía ese aspecto de
niño cantor en un ventarrón,
pero su cara se había vuelto más material,
como si los tejidos, almacenados con su vida,
estuvieran siendo reemplazados desde algún abastecimiento general
de jaleas y resinas. Su cuerpo la respiraba,
crujidos y chasquidos de mucosidad, y después
ella no respiraba. A veces parecía
que no era mi madre, como si hubiera sido sustituida
por un ser más adecuado a esa tarea,
una criatura más simple y más calma, y sin embargo
saturada del anhelo de mi madre.
La palma de mi mano le rodeaba la coronilla
donde latía su corazón feroz, la otra mano sobre su
hombro pequeño, me mantuve a la par de ella,
y entonces empezó a apurarse,
a adelantarse, después se quedó quieta y su
lengua, manchada con motas de maná,
se levantó, y un jadeo se formó en su boca,
como si lo hubieran forzado a entrar, después la calma.
Después otro suspiro, como de alivio, y después
la paz. Esto siguió por un rato, como si ella estuviera
expresando, sin apuro,
sus sentimientos sobre este lugar, su tierna
y apesadumbrada conclusión, y después, contra
la palma de mi mano en su cabeza, el regalo de no
sufrir, ningún latido;
por momentos, sus labios parecían curvarse
y después sentí que ella no estaba ahí,
sentí como si ella siempre hubiera querido
escaparse y ahora se hubiera escapado.
Entonces se transformó,
despacio, en una cosa de hueso,
que marcaba el lugar donde ella había estado.



Sharon Olds
Traducción: Inés Garland e Ignacio Di Tullio
Ediciones Gog y Magog, Buenos Aires, 2015
217 páginas

Contiene poemas de:

-"Satán dice"
-"Los muertos y los vivos"
-"La celda de oro"
-"El padre"
-"El manantial"
-"Sangre, lata y paja"
-"La habitación sin barrer"
-"Una cosa secreta"

Y es una auténtica maravilla. Es un libro carísimo y creo que ya inencontrable en los circuitos de librería nueva, al menos en España. Es una de mis joyas...