sábado, 27 de febrero de 2016

GUÍA DE VIAJE PARA INADAPTADOS


Asisto silenciosa al espectáculo de chispas que provoca vuestra complicidad. Me acurruco en el eco de vuestras risas imantadas. Me alimento de las migajas que me arrojáis esquivando mi mirada.

En realidad me gusta observaros. Leer y leer entre líneas, descifrar incluso los espacios en blanco entre renglones imaginados.

Ha dejado de interesarme ya el lenguaje de los números y tú no encontrarás la respuesta en una galleta de la suerte
no la tientes.

Sé muy bien qué debes hacer para que deje de dolerte, subirte en otro final, eso has de hacer, la dársena correcta está junto al Parque del Oeste, abandona ese equipaje absurdo y no esperes más, ven a visitarme, basta con decirle al conductor del autobús dónde quieres que te lleve.

Cuando te sorprendas sonriendo al escuchar la voz de los dragones cantando leyendas ancestrales sabrás que has llegado.

Moriría por explicarte
Pero es que tú
Tú no sabes que tomar un té con menta y emocionarse

Del texto:
© Todos los derechos reservados - Mar López, 2016

La Furia - Théroigne de Méricourt


Théroigne de Méricourt (Lieja, 1762 – París, 1817) es una gran olvidada en la Historia de Francia. Fue pionera del feminismo guerrero y combatió durante los años de la Revolución Francesa mediante la creación de batallones de amazonas. Sin embargo, su nombre no es conocido ni aclamado, a pesar de que Delacroix se basara en ella para representar a la Libertad en el famoso cuadro “La Libertad guiando al pueblo” (1830), expuesto en el parisino Museo del Louvre.

En este libro, la sociedad secreta La Felguera, disfrazada de editorial, pone a nuestro alcance documentos (proclamas, manifiestos, ilustraciones y mucho más) que se mantenían fuera de los círculos comerciales, para que conozcamos mejor a esta heroína francesa y completemos las lagunas de las que adolecen los libros de Historia de la educación obligatoria.

Lucha armada: lo que sucede si eres mujer

Con este libro, el equipo de la Felguera ha querido rendir un justo homenaje a la figura de Théroigne de Méricourt, reuniendo textos de diferentes procedencias en un libro con una presentación física envidiable, a la manera a la que nos tienen acostumbrados: buenas calidades, inmejorable maquetación, ilustraciones, etc.

Lo que sucedió con Théroigne es que fue acusada de histeria y maltratada hasta conseguir apartarla de la vida pública, política y bélica. No interesaba que una mujer tomase las riendas y formase parte del curso de la Historia, menos aún durante la época de la Revolución Francesa que, como todo el mundo sabe, tuvo lugar en el fácilmente recordable año de 1789.

Esta luchadora consiguió rodearse de un ejército de mujeres para luchar por aquello en lo que creían, resucitando así el mito de las amazonas, exigiendo la formación de batallones de mujeres armadas. También dio alas a muchas mujeres gracias a otras iniciativas, como la creación de clubes feministas en plena Revolución, ya que estos estaban perseguidos por Robespierre, que pretendía cerrarlos.

Su carácter irreductible sembró el terror entre la aristocracia en aquel momento, muchos hombres la rechazaron y sufrió un final tan doloroso como injusto. Cuando cayeron los girondinos, fue ella quien se opuso a los extremistas para evitar que la Revolución entrase en su época más sanguinaria: esto hizo enfurecer a un grupo de mujeres revolucionarias que la acusaron de traición y la azotaron salvajemente en público.

Nunca soportó el peso de esta humillación, y desde entonces vagó en soledad, huyendo de París y volviéndose loca. Tal y como dice Michelet en el prólogo de este libro, era una mujer que no entraba en razón porque quizá le sobraban razones.


Delacroix, Baudelaire y Sarah Bernhardt

Tal y como comentaba al principio, el pintor Eugène Delacroix se basó en esta luchadora para configurar la ya inmortal “Libertad guiando al pueblo” que todos almacenamos en nuestro archivo visual: pues bien, se trata de la mismísima Théroigne de Méricourt, con gorro frigio y bandera tricolor.

La Libertad guiando al pueblo - Eugène Delacroix

También otros artistas han inmortalizado su figura de una manera u otra, si bien el cuadro de Delacroix es el más conocido y representativo. Charles Baudelaire se refiere a ella en uno de los poemas incluidos en el maravilloso “Las flores del mal”, que dice así:

¿Habéis visto a Théroigne, amante de
las matanzas, excitando al asalto a un
pueblo sin calzado, con las mejillas y los
ojos de fuego, representando a su
personaje, y subiendo, con el sable en la
mano, las escaleras reales?

En 1902, en París, se representó una obra dirigida por Paul Hervieu, titulada “Théroigne de Méricourt: una pieza en seis actos”, y la actriz que daba vida a la heroína era nada más y nada menos que Sarah Bernhardt. En este libro se incluye una imagen del cartel original de la obra, así como una larga serie de preciosas instantáneas de Bernhardt caracterizada.

Muchas otras representaciones gráficas de otros autores (dibujos, grabados, etc.) están incluidas en este estupendo libro ilustrado.


Proclamas, manifiestos y algo más

¿Qué tipo de textos podemos encontrar en este libro? Artículos de corte histórico y político de varios escritores que esclarecen el papel decisivo de Théroigne en los años de la Revolución Francesa: Hernández Castellanos, Nicole Regnier, Esquirol  o Lamartine. Pero también tenemos textos de su puño y letra, como sorpresa final hacia la última parte del libro.

El primer texto redactado por la heroína con el que nos topamos, es un discurso pronunciado en la Sociedad Fraternal de los Mínimos en 1792. En él, la guerrillera avisa del peligro en el que aún se encuentran y recuerda a los ciudadanos la importancia de su deber para con la patria. Su intención es alertar a la población (femenina, principalmente) para no bajar la guardia y pasar a la acción mediante reuniones, entrenamientos, etc.

En otro comunicado, “A las 48 secciones”, alerta de las maniobras que se están llevando a cabo para provocar una guerra civil que ella pretende evitar, y pide la organización y unión de la población para hacer frente a los abusos del poder.

Por último, tenemos una serie de textos mucho más polémicos por otros motivos bien distintos, que escapan por completo de la línea del libro (histórica y política), y que los editores admiten que se desconoce la autoría, si bien a lo largo de los años se han atribuido a esta heroína. Son textos relacionados con la prostitución, desde un punto de vista que no queda muy claro si es irónico. Pudieron haber sido escritos por cualquier persona de su tiempo, atribuyendo la autoría a Théroigne y aprovechándose de su fama: en cualquier caso, creemos que le hacen un flaco favor si la intención es enaltecer su recuerdo, ya que es demasiado contradictorio que una heroína guerrillera y feminista se avenga a establecer teoría acerca de las buenas prácticas en la prostitución: no tiene demasiado sentido. O se persigue la igualdad de géneros, o se defiende la sumisión femenina… no hay lugar para la ambigüedad. A pesar de esta última objeción, el libro es muy pertinente, documentado y recomendable.


domingo, 21 de febrero de 2016

Psicoquinesia


Escarbo con los dedos la arena del suelo de Madrid. Estoy en la orilla del río y los colores son tan insoportablemente hermosos que me han paralizado. La tierra se me cae entre los dedos tan deprisa como lo haces tú, te recuerdo entre una bruma de humo azul, juro que eras de cristal, es imposible que no lo haya soñado.

La orilla no esconde ningún tesoro en una caja de hojalata, ni gatos callejeros enterrados, en este río nunca han flotado botellas con mensajes dentro, nunca nadie escribió tampoco nuestros nombres en el agua: pero juro por estos colores que ningún puto poema de métrica olvidada sabrá jamás lo que hicimos.

Cierro los ojos… y te veo de espaldas saliendo de mi habitación, cierras con cuidado la puerta sin hacer ruido, ahora me asomo a la ventana de puntillas, te veo cruzar la calle, el mejor recuerdo siempre es aquel en el que os alejáis dejándome exhausta.

Me confundes, pero no sabes que es tu indiferencia lo que me mantiene viva, que acecharé lo prohibido hasta encontrar su guarida y cuando lo encuentre… no, cuando por fin lo encuentre no llamaré a tu puerta para que salgas a jugar.

Del texto:
© Todos los derechos reservados - Mar López, 2016