Tenemos entre manos una obra de uno de los genios más brillantes –y oscuros a la vez– que conocemos, Alan Moore. El autor de “V de Vendetta”, “From Hell”, “Watchmen” o “Promethea” tiene algo importante que decir sobre la magia y sobre el arte, de modo que cuando terminemos de leer “Ángeles fósiles” sepamos por qué ambos pueden llegar a ser lo mismo.
Es una gran suerte que los lectores más exigentes, cultos y amantes de lo extraño puedan contar con la editorial La Felguera. Qué sería de ellos sin esas presentaciones de libros atípicas por las calles de Madrid a la luz de la luna, ese gusto por los envíos de libros con regalo adjunto de utensilios raros, ese afán por rescatar del olvido los textos más controvertidos, contraculturales y oscuros que uno pueda imaginarse… Bienvenidos a un éxito más. Con ustedes, el genio: Alan Moore.
Que alguien encienda la luz
Vamos a adentrarnos en las catacumbas de lo maldito, en el baúl de lo olvidado, en el pasillo de los libros prohibidos, en el recuerdo de otro tiempo en el que la filosofía oculta significaba otra cosa. Y quién mejor para darnos la bienvenida que Servando Rocha, mientras nuestros ojos se acostumbran a las pupilas dilatadas.
Servando nos explica con calma y elegancia cómo empezó todo: cómo el cristianismo arrasó los encantadores cultos paganos más antiguos, de qué herramientas se sirvieron para convencer sembrando el terror… y de cómo fueron surgiendo otras corrientes (ocultas y siempre perseguidas) que seguían la estela de los ritos antiguos y entendían la vida de otra forma: cómo muchas veces todas esas otras maneras de hacer las cosas derivaron en la alquimia y la búsqueda de la piedra filosofal. Y en qué ha terminado por convertirse el ocultismo en nuestros días.
La introducción es magnífica, sobria y contenida; es el discurso del profesor cultivado que sabe transmitir sus conocimientos y del que sus alumnos sospechan (están seguros) que acumula mucha más información de la que les proporciona: quizá no es el lugar, quizá no es el momento… quizá ya deba tomar la palabra Alan Moore.
Y la oscuridad se hizo
Resulta obvio que Alan Moore sabe muchísimo más sobre filosofía oculta de lo que expone en este libro. De hecho, no se puede ser un simple curioso y escribir algo así, dando tantas ideas y aportando tanta luz a la materia como él hace. Es más, a lo largo del libro Alan Moore se luce continuamente haciendo una exposición ágil y rápida de referencias cultas sobre la materia, oportunas y realmente divertidas. Párrafos repletos de citas a autores y a sus obras, a la manera de chistes privados entre ocultistas, lectores y expertos: es delicioso.
Se trata de un libro muy especial que está dirigido a un público realmente amplio, aunque a primera vista no lo parezca. Por un lado, no profundiza demasiado en asuntos ocultistas, eso queda para otros libros; y, por otro, enfoca de forma directa la magia al mundo del arte, precisamente para abrir esa rama del conocimiento a nuevos formatos y posibilidades, por lo que el público que puede disfrutar y aprovechar este libro, es enorme y muy variado.
Alan Moore deja muy claro que a día de hoy la magia está de capa caída, que las formas tradicionales de manejarla están desfasadas y que poco a poco está condenada a desparecer, al menos tal y como la conocemos, si no hacemos algo por evitarlo.
Otra puntualización importante es que, pese a todos los esfuerzos que se han hecho durante décadas, la magia (como el psicoanálisis, por ejemplo), no es una ciencia, ya que sus resultados no pueden probarse en un laboratorio. Así pues, afirma que una ubicación urgente dentro del arte insuflaría vida a la magia y la dotaría del prestigio del que, a día de hoy, nos guste o no, carece. Es una bonita forma de pasar su testigo a las nuevas generaciones, con este grito de auxilio cargado de buenas ideas.
Antecedentes de este libro
“Ángeles fósiles” fue escrito para la revista de corte ocultista “Kaos”, pero la publicación desapareció antes de que este texto viera la luz. Su propia naturaleza parecía condenarlo a aparecer desde entonces solamente en algunas otras publicaciones underground de la misma temática, y se convirtió así en un texto de culto, buscado por muchos curiosos y admiradores que sabían de su existencia.
El rescate hace unos meses por la editorial La Felguera ha supuesto un éxito más en su espectacular catálogo, ya que no sólo el contenido es magistral… es que además han hecho una edición de lujo. Profusamente ilustrada y, como ya adelantábamos al principio, con un prólogo (“El hermoso hechizo de los magos anarquistas”) de Servando Rocha que ilumina y dirige al lector por el sendero correcto.
No podemos dejar que “Ángeles fósiles” se convierta en una obra menor de Alan Moore, porque quizá, quién sabe, este libro cambie el rumbo de las cosas, favoreciendo la inspiración a mucha gente que quizá empiece a crear en otras direcciones, entendiendo la magia como arte y devolviendo de esta forma, (según los deseos de Alan Moore) los poderes chamánicos que los magos tenían al principio.
Y aunque no estemos de acuerdo absolutamente en todo lo que Moore afirma, sí podemos utilizar esta lectura como herramienta para hacernos preguntas que reafirmen o pongan en duda nuestras convicciones acerca de esta materia. Quizá sea hora de dar al traste con toda esa supuesta magia efectista y abrumadora, que llena páginas y publica horóscopos: magia maltratada, como deja claro Alan Moore en este libro. La magia es otra cosa, algo más intenso y precioso, que cada uno debe descubrir por sí mismo. Quizá, como comienzo para profanos, solo sea la vida, cuando uno decide vivirla de verdad, y no pasar de puntillas por ella, bordeándola.