domingo, 31 de mayo de 2009
domingo, 24 de mayo de 2009
"Loser" - David González
Los poemas de David González no consiguen dejarme nunca indiferente. Desde que lo leí por 1a vez, ya hace tiempo, decidí que no me iba a perder nada de lo que desde ese momento publicara, y trataría de rescatar todo lo ya publicado, para devorarlo con los ojos.
Los poemas de David transmiten mucha energía, son crudos, rabiosos, reales: pero siempre, en el fondo, tiernos; y por dolorosos que sean los temas que tratan, sabes que te los está contando alguien bueno, que se subleva en contra de la injusticia y siempre va a favorecer al débil y que parece, con una percepción algo infantil de las cosas, no saber por qué le ha tocado a él tener que hacer de víctima tantas veces en este juego.
En esta ocasión, los poemas se enriquecen con las ilustraciones de distintos artistas que los acompañan. No tiene desperdicio.
Pero no es loser, no digas loser. Es winner...
Los poemas de David transmiten mucha energía, son crudos, rabiosos, reales: pero siempre, en el fondo, tiernos; y por dolorosos que sean los temas que tratan, sabes que te los está contando alguien bueno, que se subleva en contra de la injusticia y siempre va a favorecer al débil y que parece, con una percepción algo infantil de las cosas, no saber por qué le ha tocado a él tener que hacer de víctima tantas veces en este juego.
En esta ocasión, los poemas se enriquecen con las ilustraciones de distintos artistas que los acompañan. No tiene desperdicio.
Pero no es loser, no digas loser. Es winner...
sábado, 23 de mayo de 2009
"Tengo una pistola" - Enrique Rubio
Enrique Rubio escribió un relato que consiguió el 1er premio del Certamen Universitario Jóvenes Talentos de la ed. Booket y, a partir de él, surgió esta novela homónima.
"Tengo una pistola" se empezó a publicitar este verano pasado. Ofrecían los primeros capítulos de la novela en el mismo volumen que los relatos ganadores del concurso de esa edición. Me enganchó, lo busqué por todas partes, investigué por la red... pero no lo encontré. Hasta hace un par de semanas, cuando por fin se ha puesto a la venta.
Puestos a elegir, me quedaría con el cuento. Siempre he preferido las historias cortas. Y no por nada ganó el concurso. El tema es rabiosamente actual. La forma de narrar de Enrique, novedosa, muy original, joven, fresca. No es más de lo mismo.
Ahora yo juego.
Ahora yo controlo.
Ahora tengo una pistola.
E.R. ha sabido sacarle un buen provecho a sus estudios de psicología. Y a su experiencia como internauta, a buen seguro. Durante 400 pp. vive en la piel de un freak, un chico con fobia social que lleva 10 años encerrado en su casa, hasta que su vida da un giro gracias a uno de sus contactos de chat y a un paquete con la solución a todos sus problemas dentro, que recibe en casa tras hacer el pedido vía Internet, of course.
La rutina del chico se rompe a raíz de una serie de acontecimientos, y es durante el transcurso de ese cambio cuando se asiste a uno de los momentos álgidos de la novela, que de principio a fin mezcla acción con trastornos mentales y videojuegos. Los fans de Matrix no se la pueden perder.
Cascaradenuez, el protagonista de esta historia, se convierte en un ser muy entrañable al pasar las páginas, a pesar del miedo que da al principio, cuando solo se sabe de él que es un ser oscuro, raro, sometido a una terapia que no le hace el menor efecto.
El mensaje que parece transmitir esta novela es que, a pesar de que nadie sepa a ciencia cierta dónde estamos y para qué hemos venido, para qué vamos a desaprovechar la ocasión de disfrutar mientras dure. Un buen mensaje para una primera novela, que espero que sea el comienzo de una larga carrera. Enhorabuena a Enrique y... bienvenido a las estanterías.
"Tengo una pistola" se empezó a publicitar este verano pasado. Ofrecían los primeros capítulos de la novela en el mismo volumen que los relatos ganadores del concurso de esa edición. Me enganchó, lo busqué por todas partes, investigué por la red... pero no lo encontré. Hasta hace un par de semanas, cuando por fin se ha puesto a la venta.
Puestos a elegir, me quedaría con el cuento. Siempre he preferido las historias cortas. Y no por nada ganó el concurso. El tema es rabiosamente actual. La forma de narrar de Enrique, novedosa, muy original, joven, fresca. No es más de lo mismo.
Ahora yo juego.
Ahora yo controlo.
Ahora tengo una pistola.
E.R. ha sabido sacarle un buen provecho a sus estudios de psicología. Y a su experiencia como internauta, a buen seguro. Durante 400 pp. vive en la piel de un freak, un chico con fobia social que lleva 10 años encerrado en su casa, hasta que su vida da un giro gracias a uno de sus contactos de chat y a un paquete con la solución a todos sus problemas dentro, que recibe en casa tras hacer el pedido vía Internet, of course.
La rutina del chico se rompe a raíz de una serie de acontecimientos, y es durante el transcurso de ese cambio cuando se asiste a uno de los momentos álgidos de la novela, que de principio a fin mezcla acción con trastornos mentales y videojuegos. Los fans de Matrix no se la pueden perder.
Cascaradenuez, el protagonista de esta historia, se convierte en un ser muy entrañable al pasar las páginas, a pesar del miedo que da al principio, cuando solo se sabe de él que es un ser oscuro, raro, sometido a una terapia que no le hace el menor efecto.
El mensaje que parece transmitir esta novela es que, a pesar de que nadie sepa a ciencia cierta dónde estamos y para qué hemos venido, para qué vamos a desaprovechar la ocasión de disfrutar mientras dure. Un buen mensaje para una primera novela, que espero que sea el comienzo de una larga carrera. Enhorabuena a Enrique y... bienvenido a las estanterías.
viernes, 22 de mayo de 2009
"La soledad de los números primos" - Paolo Giordano
(...) "Por un gesto torpe, por una falta de sincronía (...) se rozaron los labios (...). Soledad sintió que el polvo que en todos aquellos años se le había depositado en el corazón se levantaba en torbellino y se le metía en los ojos."
La estructura, los personajes, la trama... todo aquí recuerda un poco a las novelas para adolescentes. Me he dado cuenta de que muchos libros éxitos de ventas utilizan la siguiente estructura: hay dos historias paralelas, y las dos se van contando a la vez, el capítulo de una siguiendo al capítulo de la otra -ninguna historia ocupa mucho tiempo cuando le toca su turno- y así sucesivamente. Este formato también se usa en cine o tv. Es una especie de truco que mantiene enganchado al lector. Ninguna de las historias llega a cansar porque termina pronto y comienza la continuación de la siguiente, de esta manera se aviva la curiosidad del lector y se mantiene su atención más tiempo.
Las relaciones matemáticas entre los números primos son solo una excusa para establecer similitudes con la historia entre dos personas que nunca llegan a estar juntas aunque en ocasiones consiguen estar muy cerca. Como ocurre con los números primos, y etc.
Por último, un pequeño regalo para la vista. Hay que reconocerlo...
La estructura, los personajes, la trama... todo aquí recuerda un poco a las novelas para adolescentes. Me he dado cuenta de que muchos libros éxitos de ventas utilizan la siguiente estructura: hay dos historias paralelas, y las dos se van contando a la vez, el capítulo de una siguiendo al capítulo de la otra -ninguna historia ocupa mucho tiempo cuando le toca su turno- y así sucesivamente. Este formato también se usa en cine o tv. Es una especie de truco que mantiene enganchado al lector. Ninguna de las historias llega a cansar porque termina pronto y comienza la continuación de la siguiente, de esta manera se aviva la curiosidad del lector y se mantiene su atención más tiempo.
Las relaciones matemáticas entre los números primos son solo una excusa para establecer similitudes con la historia entre dos personas que nunca llegan a estar juntas aunque en ocasiones consiguen estar muy cerca. Como ocurre con los números primos, y etc.
Por último, un pequeño regalo para la vista. Hay que reconocerlo...
martes, 12 de mayo de 2009
"El lector" - Bernhard Schlink
Ya tenía ganas de leer algo tan bueno como "El lector". Una de esas joyas que solo aparece de cuando en cuando. No he visto sin embargo la película ni tengo intención de verla por el momento: detesto olvidar la imagen que de los protagonistas y de los escenarios me he creado leyendo el libro, que se modifican sin remedio por las imágenes de la pantalla.
"El lector" es una extraña historia de amor entre un adolescente y una mujer cuyo rasgo principal es haber sido guardiana en un centro de concentración nazi. Lo que les mantiene unidos a lo largo de sus vidas es la lectura que el chico hace en voz alta de obras clásicas para que ella escuche.
Es una historia que no puede estar mejor escrita. Como muestra, un fragmento:
"(...) Imagínate que alguien se dirige a sabiendas hacia su perdición, y tú puedes salvarlo. ¿Lo salvarías? Imagínate una operación con un paciente que toma drogas que son incompatibles con la anestesia, pero se avergüenza de ser drogadicto y no quiere decírselo al anestesista. ¿Hablarías con el anestesista? Imagínate que en un juicio se ha demostrado que el criminal era diestro, pero el acusado no se atreve a revelar que es zurdo porque le da vergüenza, y lo van a condenar. ¿Se lo contarías al juez? O imagínate que un crimen solo pudo cometerlo, con toda certeza, un heterosexual, y el acusado es homosexual, pero se avergüenza de serlo y se calla. No te pregunto si tiene sentido avergonzarse de ser zurdo u homosexual. Solo te pido que te imagines que el acusado no se atreve a confesarlo por vergüenza."
"El lector" es una extraña historia de amor entre un adolescente y una mujer cuyo rasgo principal es haber sido guardiana en un centro de concentración nazi. Lo que les mantiene unidos a lo largo de sus vidas es la lectura que el chico hace en voz alta de obras clásicas para que ella escuche.
Es una historia que no puede estar mejor escrita. Como muestra, un fragmento:
"(...) Imagínate que alguien se dirige a sabiendas hacia su perdición, y tú puedes salvarlo. ¿Lo salvarías? Imagínate una operación con un paciente que toma drogas que son incompatibles con la anestesia, pero se avergüenza de ser drogadicto y no quiere decírselo al anestesista. ¿Hablarías con el anestesista? Imagínate que en un juicio se ha demostrado que el criminal era diestro, pero el acusado no se atreve a revelar que es zurdo porque le da vergüenza, y lo van a condenar. ¿Se lo contarías al juez? O imagínate que un crimen solo pudo cometerlo, con toda certeza, un heterosexual, y el acusado es homosexual, pero se avergüenza de serlo y se calla. No te pregunto si tiene sentido avergonzarse de ser zurdo u homosexual. Solo te pido que te imagines que el acusado no se atreve a confesarlo por vergüenza."
"El novelisa perplejo" - Rafael Chirbes
"(...) Veis a un viejo sentado al sol. Está inmóvil y en silencio; a lo mejor, con los ojos entornados. Vosotros, que sois jóvenes y, en ese mismo instante, habláis, os reís, o corréis de un sitio para otro, es casi seguro que lo miráis desde una especie de superioridad. También es muy probable que estéis convencidos de que sois vosotros, y no él, quienes tenéis el sentido de las cosas, quienes sabéis, porque conocéis los nombres de las canciones que están de moda, de los artistas de cine o de las marcas de las zapatillas de deportes.
Estos conocimientos os parecen -casi- la sabiduría, y veis al viejo y tenéis la tentación de pensar que se trata de una especie de mineral; o de un galápago de piel rugosa y movimientos lentos, que poco puede deciros. Y, sin embargo, ese hombre, al entornar los ojos, a lo mejor está volviendo a ver los rasgos de su madre en el momento en que era joven y, al menos para él, muy hermosa, unos rasgos que ya nadie -que no sea él- puede recordar, porque hace años que murieron cuantos la conocieron así, como él la recuerda, en su juventud; puede ver también los rasgos de sus amigos, tan jóvenes entonces como vosotros lo sois ahora, tan llenos de frescura y de vida; puede, incluso, recordar la voz de algunos de ellos, los chistes que contaban y con los que se reian con una alegría que -como la vuestra- no miraba hacia el futuro irremediable de silencio que había de llegarles. Recuerda las conversaciones que mantenían en el bar, los lugares del pueblo que ya han desaparecido, el cuerpo de la primera mujer que vio desnuda; o el de la mujer con la que se casó unos años más tarde, que a él tanto le gustaba y que también ha desaparecido ya hace tiempo; el color del mar el día en que cruzó el estrecho de Gibraltar vestido de soldado para hacer el servicio militar en África, la luz del desierto, el sonido de los disparos de los fusiles y su eco rebotando entre las dunas, las canciones que sonaban entonces y cuya música y letra todo el mundo conocía y tarareaba, de la misma manera que ahora conocéis y tarareáis vosotros las canciones que os gustan; las que le gustaba bailar en su juventud."